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jungkook suspiró en medio del ensayo mientras su coreógrafo le miro con una ceja alzada confundido.
─ ¿qué te pasa jungkook? ¿todo en orden? ─ pregunto mientras el chico asentía con un movimiento de cabeza.
─ estoy algo cansado y estresado, cada día parece que los bailes se vuelven más difíciles y se vuelven más exigentes. ─ el hombre sonrío con sorna.
─ te lo dije jungkookie, entre más famoso te vuelves, más te exigen y más difícil se vuelve todo... es parte de ser idol, mientras más te esfuerzas más te exigen. ─ le comento y jungkook volvió a suspirar lanzándose con delicadeza hacia atrás recostándose sobre el suelo. ─ sé que para ti porque eres joven, todo se ve difícil y complicado y a la mayor seña de complicación te quieres rendir, pero tienes a tus fans, familiares, staff, tu manager e incluso yo, que siempre estamos aquí apoyándote. ─
─ gracias hongsuk por siempre estar aquí... ─ murmuro en el suelo riendo cuando miro a su coreógrafo pararse justo encima de el entregándole su mano incitándolo a levantarse.
─ arriba que un buen idol no se hace de un día para otro, además eres joven y apenas vas empezando veras que en unos años te reirás de este jungkook soso y aburrido. ─ jungkook asintió con la cabeza tomando la mano del hombre y levantándose.
se miro al espejo mirando como su coreógrafo caminaba hasta las bocinas del estudio colocando otra canción y antes de presionarlo rio sarcástico. ─ quizás con este baile conquistes a kim. ─ comento burlón y se rio más cuando jungkook abrió sus ojitos con sorpresa y se sonrojo. ─ sigues siendo un niño jungkookie. ─
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─ ¡hyung! ─ grito el pequeño detrás de su mánager que caminaba con seguridad y rapidez por los pasillos.
él acababa de salir de su ensayo, llevaba su maleta colgada de su hombro, tenía pequeños tonos rojizos por su rostro y estaba sudado cuando se acerco hasta su mánager. que era un hombre elegante y guapo, muy guapo, bastante inteligente, serio y seguro de sí mismo que podía asustar a cualquiera.
─ ¿sí jungkook? ─ preguntó con la única expresión que usaba, una seria e intimidante.
─ estem, yo quería preguntarle si usted me había hecho aquel favor que le pedí, claro que si no lo ha hecho ¡no hay problema! usted puede tomarse el tiempo necesario para eso. ─ le comento con nerviosismo.
él hombre le miro con una ceja alzada atrevido. ─ se lo comente a su mánager que ha dicho que no, comento que tu aún eres muy joven y vas empezando, me dijo que cuando ganarás más popularidad él mismo se encargaría de llamarme. ─ le explico.
─ entonces, eso es un... ¿no? ─ preguntó decepcionado, colocándose triste en cuanto observo a su mayor negar con la cabeza en silencio. ─ ah, está bien hyung, yo me seguiré esforzando para lograrlo. ─ le prometió al hombre que le entrego una sonrisita algo forzada haciendo que jungkook sonriera porque estaba satisfecho con su esfuerzo de intentar sonreírle.
─ nos vemos jungkookie, ve a descansar. ─ le ordeno mientras el chico asentía emocionado dándole una ultima reverencia y marchándose hacia la camioneta que le esperaba fuera del edificio.
el hombre le miro marcharse y suspiró caminando hasta su propio auto en el estacionamiento privado del edificio.
llego a su auto y rápidamente abrió la puerta sentándose en el lugar del piloto y antes de encenderlo, su móvil sonó llamando su atención y deteniendo sus movimientos.
─ ¿quién habla? ─ pregunto con el tono de voz que le caracterizaba haciendo reír al hombre detrás de la linea.
─ uh parece que ya no me conoces ─ se burlo el hombre mientras el pelinegro en el auto se recargaba sobre su asiento con comodidad.
─ lo siento, no revise el nombre antes de responder, solo lo hice y ya. ─ se excuso mientras el otro hombre se despedía de alguien mientras parecía caminar fuera.
─ ¿cómo se lo tomo? ─ le pregunto sobre jungkook.
él hombre suspiro encendiendo su auto antes de hablar ─ él estará bien, ya lo superará. ─
─ ¿seguro que lo hará? tu pequeñito parece bastante enamorado del mío, no creo que lo pueda superar tan fácil como eso, yo intente hacer su sueño realidad pero... realmente me fue imposible convencerlos. ─ le comento mientras el hombre negaba con la cabeza aunque no fuese visto.
─ lo se, él tiene que esforzarse más. ─ y aquello fue lo ultimo que dijo antes de arrancar el auto.
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