One-shot

Falsas apariencias

Dick Grayson es el hijo divertido, el amable, el Goldie Boy de Batman. Las personas que conocen al buen Grayson no tienen motivos para quejarse sobre su persona, simplemente Dick se sabe ganar con mucha facilidad el cariño de las personas. Es atractivo, humilde y amable con todos, un buen oyente sin duda. 

Jason Todd, el segundo en portar el manto de Robin comprende el por qué todos aman a Richard Grayson. Es el favorito, lo entiende sin duda, incluso él siente respeto y admiración hacia el ex acróbata, pero Jason no es Bruce y tampoco está lo suficientemente ciego, después de todo se crió en las calles de Gotham y una de las cosas que ha aprendido Jason durante aquellos  años es que nadie es totalmente bueno y Dick no es la excepción. Desde que ambos se conocieron una noche de patrullaje, las alarmas en la cabeza del segundo Robin se encendieron por un instante. 

No había nada malo en Dick, no había ninguna señal de malicia pero Jason se apoyaba a sus instintos. Quizás él estaba  equivocado y paranoico, no importa cuanto ayudes a un niño de las calles hay costumbres que no pueden cambiarse de la noche a la mañana y Jason creía en ello. 

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El joven maravilla nunca lo admitirá en voz alta, pero se siente más seguro cuando Bruce se queda en la mansión cuando Richard viene de visita, porque sabe que Dick no podrá acercarse lo suficiente a él y Jason tiene permitido pasar la noche en donde su amigo Roy.  Dick no es todo bondad y amabilidad como muchos creen, pero Jason sabe que nadie le creería si dijera las cosas que su predecesor le ha intentado hacer. Por suerte para Todd, ha salido ileso gracias a las interrupciones por parte de terceros. 

Pero la suerte siempre se termina agotando y Dick es paciente. 

—Tengo un asunto con los miembros de la Liga y necesito que mientras yo no esté en Gotham no saldrás a patrullar por tu cuenta, ¿Lo entiendes, Jason?

— Lo entiendo Bruce, me quedaré en la mansión y de ese modo estarás tranquilo—respondió Jason, soltando un bufido.— Sólo promete que volverás...

Las últimas palabras de Jason hacen que el corazón de Bruce se sienta cálido, acariciando suavemente la cabeza del menor.— Estaré fuera por un par de días, te prometo que volveré. 

Han pasado cuatro días desde la ausencia de Bruce en Gotham y Jason no puede creer que esté corriendo, saltando y balanceándose  por cada edificio de la bendita ciudad a causa de su predecesor. 

El pequeño Robin no está para nada cómodo con su encuentro con Nightwing .

— Ya no hay escondite en donde puedas ocultarte, Robin—la voz de Dick suena calmada, hasta se podría decir que divertida como si fuera un juego inocente entre hermanos.

Entre murmullos y quejas Jason maldice su suerte, Nightwing esta delante de él y no quiere iniciar una lucha que sabe que perderá contra el mayor.

—¿Jason, estás bien? —la voz del mayor suena preocupada y no duda en acercarse al menor para comprobar su estado y pregunta— ¿Jason, tanto me odias que huyes de mi?

Pregunta con voz herida y el pequeño petirrojo alza la mirada para encontrarse con los profundos azules del mayor, Jason tiembla un instante y por instinto golpea la mano de Dick.

—¡Vete, alejate de mi! — Jason lucha por mantenerse fuerte y no temblar delante de aquella persona que se llama a sí mismo su hermano, Robin sabe que los hermanos mayores no le hacen las cosas que Dick le ha estado haciendo.

— Little Wing siempre que me ves terminas huyendo de mi sin ninguna explicación, te marchas tan rápido que no me da tiempo de despedirme de mi pequeño hermano—las palabras de Dick suenan sinceras pero Jason no le cree ni un poco, Richard es tan falso que Jason hasta siente lástima de él cuando no debería.

—No quiero verte, no esta noche ni en la siguiente...—dice Jason con cansancio, no se atreve a mirar a Dick a la cara y ni siquiera es por vergüenza o pena. 

Hay silencio y esto incomoda al segundo petirrojo, Richard sonríe de manera tan amable que no duda ni un instante en abrazar el joven cuerpo de su sucesor.

—Eres tan bueno conmigo, Little Wing—Jason se tensa al escuchar las calmadas palabras del antiguo Robin, sintiendo su mano recorrer su espalda inapropiadamente— Nos veremos todas las noches que hagan falta, me veras mañana en la noche y en la noche siguiente también. No tienes permitido dejarme a un lado Jason, no ahora.

Mierda, Mierda, Mierda

Jason intenta de contener cualquier tipo de sonido que provenga de su boca, quiere volver a la mansión, quiere estar en algún sitio seguro. Los labios de Dick recorren su cuello dejando pequeñas marcas en su pálida piel.

—Dick... dejame ir....

Suplica con cada caricia que el mayor le otorga a su cuerpo, Jason sabe que Richard no se detendrá. Nunca lo hace, incluso si llora o suplica que se detenga, simplemente no lo hace. Nadie le creerá a Jason sobre las cosas que Dick le ha estado haciendo. Incluso si lo supieran ¿lo terminarian perdonando de todos modos? ¿Richard seria expulsado de la familia? 

Jason suelta un pequeño quejido, sus ojos estan acuosos y detesta sentir su cuerpo calentarse por los toques de su abusador. Incluso si la verdad sale a la luz es posible que la familia se arruine, ¿verdad? Dick es el hijo divertido, el amable, el Goldie Boy y posiblemente el que llegue a portar el manto de Batman en algún futuro. 

Por mucho que Jason piense en contar la verdad esta va acompañada de un final trágico en donde él termina entre una familia rota y un Bruce cargando con toda la culpa.

—Te quiero tanto, Little Wing, me perteneces.

Las palabras de Richard suenan tan sinceras que Jason teme creerlas, teme caer ciego del resplandor falso que Dick ha construido durante años. Jason tiene miedo en estos momentos y Batman no está cerca para ayudarlo.