Oniros

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¡Oh, hijos de Hipnos y la cárite Pasitea!
Hoy acudo ante ustedes para aclarar,
en búsqueda de la respuesta veraz
a la intriga en la que me sumergen.

Cabalgue a su cueva en la oscuridad
no por el pueblo de los mil hijos,
si no por los maldadosos conmigo:
Fantaso, Morfeo, Ikelos y Epiales.

Se que no soy rey ni gobernante
para ser digno de su intervención,
solo quiero saber el origen onírico
del amor y desprecio plasmado.

No acudo a Eros, sino a Fantaso
por los sueños donde ella actúa
como un títere distante en la vida,
sí lo confiesas, dormiría en paz.

Ahora te pregunto a ti, Epiales,
¿Eres tu quien disfruta mi sufrir?
Porque he imaginado su rechazo
por las pesadillas donde la pierdo.

¿Acaso solo juegas conmigo, Ikeros?
He vaticinado veranos con ella y
sus besos otoñales en las sombras,
con duda sobre si se harán realidad.

Morfeo, al último acudo ante ti
por tu importancia en mi vida,
antes de dormir solicito tu favor
para sentir su amor onírico y real.

Versos de un universitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora