CINCO INVIERNOS [YOONKOOK]

ocho

Jungkook no era muy bueno para el orden, y la mayor parte del tiempo parecía no ser problema, pero lo era cuando necesitaba encontrar un documento en específico entre medio de su... ¿Habitación? Claro, así podía llamarse.

Jungkook sacó esa carpeta polvorienta de su estante, y en el intento tiró algunas cosas al suelo, entre ellas su diario de quinceañero que ahora seguro le haría vomitar de la cursilería, pero de todas maneras quiso leer un poco, lo que fue mala idea cuando en la primera página que pudo ver, el nombre de Yoongi era el protagonista de todo.

Cerró el diario al instante mientras su pecho sentía un gran miedo. Quizás el miedo a sentirse como antes, quizás el miedo a leer como se sintió el amor alguna vez... Peor aún, leer y percatarse que ese amor que alguna vez sintió no era visto de la misma forma para él en el presente, o que había sido una perdida de tiempo. 

Mordió sus propios labios y sus ojos se cristalizaron nuevamente, él era sensible, y estaba bien llorar ¿Por qué se había culpado tanto por eso antes? ¿Por qué se pasaba atacando por llorar por algo que era importante para él? Yoongi había sido muy importante para él, y debía llorarlo si así lo sentía, pero se lastimó tanto culpándose por ello. 

Una lágrima inevitablemente corrió por su mejilla, pero fue una sola... bueno, quizás un par, pero definitivamente esa lagrima no era de angustia, tristeza, rabia o vergüenza.

Cuando Yoongi termino con él, no podía entender como el tiempo no curaba su herida, y es que quizás era que solo habían pasado unas semanas. Pero luego... había pasado un año, un año y medio y en ese entonces lo seguía extrañando por las noches ¿Por qué Taehyung estaba tan bien luego de cinco meses de la ruptura con su pareja? ¿Por qué su mamá estaba tan feliz luego de separarse de su padre?

El mundo parecía avanzar, y él se había quedado estancado tanto tiempo solo por una ruptura. Se había culpado tanto todo ese tiempo.

Pero Jungkook, quien ahora buscaba un papel para aplicar a un trabajo que le ayudara en su titulación, podía entender que no existía un tiempo delimitado, que realmente no existía. Nadie se había dado cuenta hace un par de años que él seguía llorando por las noches por Yoongi y se despertaba con ojos hinchados, quizás Taehyung, pero nadie quien lo miraba adivinaría que él luego de todo ese tiempo aún lloraba por Yoongi. Y por esos años se sentía tan atrasado en comparación a sus pares, tan indispuesto, tan miserable.

En la actualidad en su habitación aquellos recuerdos le daba un poco de culpa ¿Por qué trató tan mal a ese Jungkook de veintiún años? Debió abrazarle porque estaba pasando por uno de los peores momentos de su vida, y era válido, estaba muy lejano a ser miserable, ¿Por qué no lo cuidó? ¿Por qué no se cuidó?

Jungkook se sentó en el piso de su habitación en silencio, sintiéndose atrapado de haber sido él mismo quien se hizo una herida tan grande, no fue Yoongi, no fue el amor, no fueron las personas que avanzaban más rápido que él; fue él mismo al culparse por sentir, al apurarse en correr sin dirección alguna, al negarse a aceptar sus propias necesidades ante una tragedia para su corazón.

Jungkook derramó más lágrimas ante esos pensamientos, pegó sus piernas a su pecho y sus brazos envolvieron su propio cuerpo.

Jungkook se perdonó, se abrazó y se consoló, prometiéndose que lo que sentía de ahora en adelante estaba bien, y que habían cosas que no resultaban y no tenían que ver directamente con su personalidad. Él no controlaba todo, y eso estaba bien, él solo haría lo mejor posible.