Parte 10

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Apenas saludaría a la castaña pero está la ignoró, ¿Seguía molesta? Ella la siguió —Hola Sana

—Hola

—Te hablé y no me viste, vamos juntas al salón

—No, esperaré a Momo

La taiwanesa entendía eso.

Llegando al salón de clases Tzuyu se había sentado en el asiento vacío a lado de la castaña sin embargo en cuanto está entró le dio una mirada rápida y luego la pasó, y como si lo hiciera aproposito se sentó del lado contrario a ella. La taiwanesa hizo un pequeño puchero ¿De verdad le habló tan feo?

—Hola Tzu— habló la persona de piel pálida que acababa de sentarse a lado suyo, en el lugar que supuestamente pertenece a la nipona

—Hola— respondió sin mucho afán

—Veo que no dormiste bien— dijo un poco irónica sin embargo no obtuvo ninguna respuesta grosera como solía recibir de parte de la pelinegra —¿No piensas pelear hoy?¿Te sientes bien?

—Solo déjame Dahyun

—Problemas con tu novia, ¿Cierto?— la pelinegra solo le miró y rodó los ojos —Ok...— dijo al notar el claro mal humor de la taiwanesa —Sana no está enojada contigo

—¿En serio?— de repente su voz sonaba como la de una niña pequeña cuando le dicen que le comprarán su dulce favorito

—Lo sabía— rio triunfante —Ahora que hiciste, cuéntame— luego de que el profesor llegara, diera su clase y se retirara la taiwanesa procedió a contarle lo sucedido, la chica pálida lo pensó unos segundos intentando analizar toda la información dada para poder dar una opinión o consejo acerca de lo que la pelinegra debería hacer —No lo sé Zhou, ¿Estás segura que se molestó tanto solo por eso?

—Ay muñeco de nieve andante obvio fue por eso, ¿Por qué otra cosa sería?

—Piensalo bien, no sé, tal vez le molestó Elkie.— susurró esperando que la mencionada no oyera su nombre

—¿Elkie?— dijo la pelinegra en voz alta y todos los del salón sin excepción alguna comenzaron a mirarlas, la taiwanesa definitivamente no era nada discreta

—Más despacito idiota— dijo Dahyun

La pelinegra se dio cuenta de lo que hizo, volteó a ver a Elkie quien aún le miraba e inmediatamente le regaló una sonrisa, luego de esta acción se escuchó como alguien chocó los lapiceros a la mesita que acompaña la banca, arrastró su silla y salió de aquel salón seguida por su novia, esa escena no pasó por desapercibida ante la chica de piel pálida.

La taiwanesa suspiró —No me invitó a almorzar— dijo cuando las niponas cruzaron el marco qué dividía el salón y el pasillo

La chica de piel pálida decidió no decir nada, pero definitivamente la reacción de su amiga Sana no era normal y comprobaría sus sospechas.

....

Saliendo de la escuela vio como la nipona castaña se iba junto a Momo, sintió como su corazón iba cayendo, por lo que procedió a caminar detrás de ellas pues iba hacia el mismo rumbo eran solo 16 metros de distancia, le dolía ver como la persona que le gusta iba a lado alguien que no era ella.

La castaña ni la había volteado a ver y eso le dolía más, tal vez era justificable la castaña no siempre estaría con ella, tenía que tener su pareja y claramente dedicarle tiempo a esta ¿Era hora de rendirse?

...

Llegó a la cancha donde hacía sus prácticas de basquetbol, ahí esperaba encontrar a Somi a quien le jugaría alguna broma y eso le ayudaría a olvidar el mal rato y decepción.

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