𝔼𝕝 𝕔𝕣𝕚𝕜𝕠𝕤𝕠.

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ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒𝕕𝕠𝕣𝕒.
       Izuku miraba de pies a cabeza repetidas veces al joven que se encontraba frente a el, parecía ser unos años más mayor que su Tenko, tenía cabello negro algo rojizo en las puntas (𝑇𝑒𝑛̃𝑖𝑑𝑜 𝑙𝑒 𝑔𝑟𝑖𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑜𝑧 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑐𝑎𝑏𝑒𝑧𝑎), sus ojos eran del mismo tono turquesa que el de su Sho-Chan, tenía unas cicatrices horribles de quemaduras por algunas partes, parecía un drogadicto de cuarta y la ropa que usaba en ese momento no ayudaba en nada.

  El mayor también lo miraba de pies a cabeza analizando lo de manera algo aburrida.

— Lo siento señor pero aquí no se venden drogas. — Dijo para cerrar la puerta por su cara. — Pero, por allá en la  esquina de la otra cuadra sí.

— ¿Quien era Izuku? — Le pregunto su Tenko saliendo de la cocina con un delantal rosado que usaba su mamá mientras se quitaba los guantes de cocina. —

— Nadie importante, solo otro drogadicto que se equivoco de casa.

  Tenko solo asintió para dirigirse a terminar de decorar el pastel que le regalaría a su madre, lo iba a hacer de no ser porque empezaron a llamar a la puerta de la casa a gritos y golpees, parecía que alguien estaba furioso.

— Iré yo otra vez Tenko nii-san. De seguro es el drogo, tal vez podamos darle algo de comida para que se calme

  Tenko asintió nuevamente algo confundido pero prefiero ir a terminar de decorar el pastel, no faltaba mucho para que su madre regresará y quería darle un buen regalo. Izuku solo se dirigió hacía la puerta con un poco de la comida que le hizo su querido hermano para dárselo a esa pobre alma consumida por las drogas. Pobre sujeto, pensó el peli-verde.

  Al abrir la puerta pudo ver al mismo sujeto de antes frente suyo con el ceño fruncido y con una expresión de querer matarlo, a diferencia de antes ahora el sujeto apestaba a agua sucia y estaba mojado más mojado que antes debido a la lluvia. Creo que olvide decir que llovía.... Pero bueno, que importa.

— Maldito mocoso, ¿qué te pasa? ¡Me pudo arrollar ese auto idiota! — Le gritó apenas cruzaron la mirada. —

— Lo lamento señor drogo, aquí tiene un poco de comida. Por favor recapacite y sepa que las drogas son malas, solo le arruinaran la salud y empeorarán su vida. — Termino de decir antes de entregarle la comida y cerrar nuevamente la puerta mientras el “crikoso” procesaba todo lo que le había dicho. Cosa que hubiera logrado de no ser porque el otro puso su pie e impidió que logrará cerrar la puerta.
— ¿Pero que le pasa? ¡Fuera! Shu shu shu shu. Váyase en su casa señor, hay gente que si tenemos cosas que hacer.

  Intento cerrar nuevamente la puerta pero el otro se lo impidió y rápidamente iniciaron una pequeña pelea, la cual se desató solo porque el crikoso dijo que estaba buscando a Shigaraki Tomura, Izuku sabía perfectamente que se refería a su hermano y sea lo que sea que ese tipo quisiera no lo conseguiría, no vería a su hermanito Tenko y su insistencia con querer verlo lo estaba comenzando a molestar. O sea, ¿qué quería este crikoso todo feo y mal educado con su adorado y precioso hermanito mayor Tenko? Si era lo que el cría que era entonces no lo vería jamás.

— ¿¡Y tú para que quieres ver a Tomura!? — Le gritó tratando de cerrar su puerta. —

— ¡No te interesa maldito mocoso! ¡Solo quiero que lo llames y le digas que su futuro novio, esposo y padre de sus hijos vino a buscarlo! — Ante el grito que le dió a entender lo que quería ese sujeto y que tenía que alejarlo lo más posible de su hermano. —

— ¡Atrás! ¡Gata rompe hogares! ¡Atrás! — Le gritó ahora con enojo empujando la puerta lo más fuerte posible para cerrarla. Cosa que logro, lo último que pudo escuchar antes de largarse hacía la sala fue el ruido de un cuerpo cayendo al suelo mojado por la lluvia que al aparecer estaba empezando a empeorar y un gruñido del sujeto lo suficientemente fuerte demostrando su enojo. —

ℭ𝔢𝔩𝔬𝔰 𝔡𝔢 𝔲𝔫 𝔥𝔢𝔯𝔪𝔞𝔫𝔬 𝔪𝔢𝔫𝔬𝔯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora