AMOR EN EL FIN DE SEMANA

Prólogo

Ese fin de semana en el cual te conocí se puede describir como perder y ganar, como cuando eres solo un niño entonces te emocionas cuando llega navidad y entristeces cuando fácil pasa el mes y se va. Fue una conexión de solo una vez, antes de ese día, no eras nadie para mí sin embargo tu presencia me hizo sentir segura; me hiciste sentir que te conocía, que podía hablar contigo de cualquier cosa sin temor a ser juzgada, y asi como yo, tú sentiste exactamente lo mismo.

No tardo mucho tiempo después de ese fin de semana para que contribuyeras a mi vida y te hicieses su dueño. Eras el prospecto perfecto: amable, valiente, guapísimo y tu concentración en mí siempre estuvo allí, pero también te convertiste en mi adicción y como toda adicción: fuiste causa de dependencia, mi dependencia.

Tan encantador que cuando caí por ti no tuve ninguna oportunidad de resistirme. Era imposible controlar mi curiosidad por ti y revelar cada misterio que escondías, sin embargo, tampoco fuiste el culpable de todo porque yo tampoco era buena, ninguno de los dos fue bueno, como hubiese deseado que fuésemos buenos.

Tal vez y solo tal vez no nos hubiésemos convertido en lo que somos ahora.

Pero la verdad era que no importaba cuánto sufrimiento me causaste, y solo nosotros sabemos cuánto sufrimiento dejaste que sintiese, tú sabes que sí. Y no importa cuando dolor te cause, y solo nosotros sabemos cuánto sufrimiento te cause, yo sé que sí. Todavía sentíamos amor, el amor más sincero y profundo que alguna vez haya sentido.

Hiciste que todas mis cicatrices volviesen a cerrarse de nuevo, pero que placer más grande fue sentirlas cerrar. A pesar de mi miedo a esto y a pesar de nuestros ''sube y bajas'', pude sentir mi sangre circular por mis venas de nuevo, logré sentir la brisa del viento acariciar mi rostro y dejar volar mi cabello cuando yo misma pensaba que esos sentimientos eran típicos de películas y no de la vida real. Fue el mejor sentimiento del mundo, pero fue vivido contigo.

Esos momentos contigo disminuían el dolor, pero cuando esos instantes desaparecen, ese es el tiempo en donde todo ese dolor regresa para atormentarte, y no logre evitar hacerme la pregunta de que quizá esa fue la razón del por qué mis cicatrices se abrieron de nuevo.