Luz de Luna

🌓CAPÍTULO 4: LA FIESTA🌓

*Se recomienda poner la canción cuando aparezca Ethan 😉* ¡Disfrutad!

Ya es el día de la fiesta. Si soy sincera, a cada minuto que pasa me arrepiento más de haber aceptado, pero claro, no soy capaz de decir que no. Sophie se encuentra revolviendo mi armario, de punta a punta, mientras que yo estoy tumbada en la cama, observando las pegatinas de estrellas que cubren el techo de mi habitación desde que tengo memoria. Cuando era pequeña, solía contarlas cuando no era capaz de dormir, imaginando que se sentiría al estar en el espacio, rodeada de ellas.

— Bueno, creo que esto servirá. -

Sophie sostiene un vestido rojo en la mano, mientras me observa con una sonrisa angelical. Empiezo a negar con la cabeza casi inmediatamente.

— Ni de broma. No pienso ponerme eso.

— Venga Alice, vas a estar guapísima. Y encima, no me puedo creer que no te lo hayas puesto ni una vez. Te lo regalé el año pasado.

Sophie me mira indignada, pero sigue con la etiqueta por una razón.

—Vamos a una fiesta, no a la gala de los Oscar. Puedo ir en vaqueros.

Bufa.

— Es un vestido sencillo, y de ninguna manera vas a ir a esa fiesta en vaqueros. Solo pruébatelo y si no te gusta hablamos, ¿vale? —

Mira que es cabezota. Me levanto de la cama, pero no sin antes resoplar fuertemente para que note mi descontento. Que le quede en su conciencia.
Me meto en el pequeño baño de mi habitación antes de empezar a cambiarme. No entiendo porque tengo que arreglarme tanto para ir a una fiesta en la que la mayoría de la gente no va ni a saber mi nombre y a la que encima, ni siquiera quería ir.

Nada más ponérmelo, mi mirada recae en el espejo, y aunque me cueste admitirlo, quedo realmente sorprendida. El vestido, hecho de una tela lisa y de color rojo, es muy sencillo, tal como dijo Sophie, pero no quita que sea precioso. Cae recto por mi cuerpo, adaptándose a él como una segunda piel y marcando mi figura.
Nunca he sido de esas chicas que resaltan por su físico, sin embargo, no puedo evitar sonreír mientras miro mi reflejo, y hay veces que no lo hago. Antes de que pueda arrepentirme, salgo del baño. Por una vez, tengo que darle la razón a Sophie.

En el instante en que entro, Sophie sonríe orgullosa y aplaude alegremente. No puedo evitar reírme algo cohibida.

— ¿Ves? Te dije que te iba a quedar genial. Si es que tengo un don para la ropa.

Eso no puedo discutirlo. Sophie no se queda atrás tampoco. Lleva un bonito vestido negro por encima de las rodillas y se ha pintado los labios de rojo. Está increíble.

— Tú sí que vas genial, a Matt se le va a caer la baba en cuanto te vea. -

Antes de que Sophie pueda responderme, la puerta de mi habitación se abre de repente.

— Chicas, ya sé que necesitáis vuestro tiempo para arreglaros, pero empiezo a aburrirme ahí... - Asher nos mira embobado- abajo. Madre mía, estáis preciosas. -

Hace que Sophie y yo demos una vuelta, sin parar de reírnos, antes de pasarnos un brazo por los hombros a cada una. Suelta un suspiro.

— Voy a tener que partir muchas caras esta noche. -

— Creo que se te ha caído un poco de baba, hermanito. -

Sophie y yo nos reímos.

— Anda vamos enanas, que hay una fiesta esperándonos. -

Salimos de mi casa entre bromas y risas. No sé qué haría sin ellos. Puede que la noche no sea tan mala después de todo.

Bajamos las escaleras del porche, antes de andar hacia mi pequeño Audi amarillo. Es pequeño, de segunda mano y algo viejo, pero le tengo mucho cariño. Tardé un año entero en tener el dinero para pagar la entrada, y mis padres me ayudaron con el resto. Siempre me dicen que podrían comprarme uno mejor, pero yo no pienso cambiarlo.