one shot's ©『yoonnie』✓

O9┋Noona.

[En este one shot Jennie será mayor qué Yoon Gi (por unos meses), osea tienen la misma edad pero igual Jennie será mayor <3. Y también aviso qué es RE CLICHÉ ;c)

Summary; Dónde Yoon Gi está enamorado de su noona, Jennie Kim. Quiere confesarle sus sentimientos pero tiene miedo de ser rechazado.

Cada vez qué la mira o habla con ella, siente su corazón latir más rápido de lo normal.

Jennie es todo para él o mejor dicho es su mundo entero.

Aunque, ¿Cómo no enamorarse de Jennie Kim? Si ella es la persona más adorable y hermosa qué pueda existir en la faz de la tierra.

Y él tenía la dicha de ser uno de sus mejores amigos, aunque para Jennie, todos son sus mejores amigos.

Obviamente sólo las personas qué merecen su amistad.

Y Jennie considera que Yoon Gi merece su amistad, ya qué él siempre la apoya en todas sus desiciones y la ayuda en muchas cosas.

Pero ese termino de "mejores amigos" hacia qué él rubio se entristeciera o sienta una punzada atravesar fuertemente su corazón.

Porqué él la ama y ella no lo ama a él.

O al menos eso es lo qué ÉL piensa.

Y eso está más qué claro.

Ahora se encontraban poniendo carteles para el baile de graduación en la cafetería, Jennie es la encargada del baile gracias a ser una buena alumna y también ser querida por casi todos los estudiantes del colegio.

Yoon Gi se ofreció a ayudar a Jennie durante el receso.

—¡Listo! —dice la castaña alegremente, mientras bajaba con cuidado de las escaleras—. Ahora tengo qué ver qué más me falta...

—Noona ¿Aún no t-tienes pareja de b-baile? —pregunto un poco timido, esperando respuesta por parte de Kim.

Jennie desvío su vista de su lista para mirar al menor.

—No aún no. Recuerda qué estoy enfocada en organizar el baile —Yoon Gi asintió y sonrió.

Tenia una oportunidad.

—Entonces...—tomo una pausa, para luego suspirar bajó y volver a hablar—. ¿Q-quieres ir conmigo? —pregunto.

Jennie sonrió y asintió con la cabeza.

—Claro, me gustaría ir contigo Yoonie.

Yoon Gi le devuelve la sonrisa mientras qué en su mente estalla de la felicidad.

—¿Te pasó a buscar a las seis? —cuestiona nuevamente.

—Esta bien —le responde—. Ahora tengo qué irme a platicar con el director respecto a las bebidas. Nos vemos más tarde mi lindo Suga —lo llamó por uno de sus apodos, haciendo qué las mejillas del chico se tornaran rojas.

¿Yo sonrojado? Pensó él al tocar sus cachetes.

Aunque sabía qué era inevitable no haberse sonrojado, porqué Jennie provocaba esas cosas en él.