one shot's ©『yoonnie』✓

O3┋The Killer.

Mordio su bolígrafo con fuerza mientras se maldecía mentalmente.

Miro hacia la ventana y poco a poco una sonrisa triste se formaba en sus labios, todos habian terminado el examen a excepción de ella.

— ¿Sucede algo señorita Kim? —pregunto el profesor con seriedad.

— N-no ocurre nada —trago saliva—. Solo que no sé....

Escuche el suspiro de su maestro, él cuál le quedaba pica paciencia.

— Hace tres horas comenzo el examen señorita Kim. Sus compañeros terminaron rápido pero usted, es sorprendente que siga haciendolo —la pelinegra bajo su cabeza—. Entregueme el examen, pero aún así reprobaste —sonrio de manera burlesa.

La menor rodo sus ojos y guardo sus utiles en su pequeña mochila.

Puso su mochila en su espalda para levantarse de su asiento y darle su examen el cuál apenas habia resolvido cinco ejercicios de los veinticinco ejercicios.

Su profesor hizo una ligera mueca para luego mirarla y señalarle la puerta, invitandola a marcharse.

— Adiós profesor Bae —se despidió pero no recibió respuesta por parte de su maestro. Como siempre.

Una vez fuera de su aula, camino por los pasillos de su colegió con la esperanza de que Roseanne su mejor y única amiga siga en el colegio.

Pero para su buena suerte la encontro.

— ¿que tal te fue unnie? —pregunto la castañita qué para muchos era muy inocente y a la vez salvaje y una "fácil". Cuándo en realidad es todo lo contrario.

— Bien —respondio Jennie sin ganas—. ¿y qué tal te fue con Chanyeol?

— Del asco —hizo una mueca y miro a la mayor—. Estoy harta de los chicos todos son unos idiotas. Pero en fin ¿asistiras a la fiesta que organizó Nayeon?

— No lo sé. Estoy cansada —puchereo.

— ¡Oh vamos Jennie! No tengo con quién ir —esta vez Rosé puchereo haciendo que Jennie apretara sus mejillas adorables.

— Eres tan tierna Chae. Solo por eso de repente tengo ganas de ir —dijo dejando de apretar sus mejillas—. Necesito olvidarme un rato de la miserable vida que tengo.

— Yo también —susurro la castaña con debilidad en su tono de hablar.

— ¿Eh? ¿dijiste algo Chae? —pregunto curiosa Jennie.

— N-no dije nada. Ahora ve a tu casa y preparate te recogere para irnos juntas ¿si?

— Esta bien Rosie. ¡Nos vemos! —se despidio con una sonrisa de su amiga y esta repitio su acción.

[...]

Sacó de su armario algunas orendas que tenia exclusivamente para salir, no eran muchas y lo peor es que no encontraba uno para la ocasión.

Busco y busco, hasta que al fin encontro uno, un vestido gris brillimante con escote y algo corto, pero sabía que iria con su cuerpo deslumbrante.