𝟬𝟱

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Se quedó parado frente a aquel gran edificio, observándolo por un momento antes de ingresar. Sus manos sudaban y las náuseas se hacían presentes.
Tener en claro el motivo por el que ahora se encontraba ahí le hacía darse vergüenza, puede ser que para el médico fuese cosa normal y cotidiana, pero para Sunoo era algo nuevo e intimidante. No era igual a como hace algunos años... Jonseong junto a él, lo miraba impasible, intentando descifrar lo que pasaba por la mente de Sunoo.
Palmeó suavemente su hombro y lo incitó a dar el primer paso.

Al entrar, su temor aumentó considerablemente pero ya estaba ahí y no pensaría en dar marcha atrás. Tomó valor y se acercó a pasos lentos a la recepcionista.

—Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?

—Ho-hola, soy Kim Seonwoo, tengo una cita agendada

La mujer asintió con una sonrisa, dirigiendo la mirada a su computadora e indicándole al castaño que en un momento lo llamaban.
Tomó asiento junto a su mejor amigo, medio sonriéndole antes de bajar la mirada.

Se mantuvo cabizbajo hasta que escuchó su nombre ser pronunciado desde el otro lado del pasillo. Instintivamente tomó la mano del castaño apretándola con fuerza, mirando de reojo al médico que esperaba en el marco del consultorio y dirigiéndose a dónde él, quedando impresionado al notar que era verdaderamente atractivo.

—Kim Seonwoo ¿cierto? Y tú... —dijo posando su mirada en el castaño —¿Eres familiar?

—S-sí, soy su hermano... Kim Jonseong, ¿puedo entrar con él? Yo...

—Adelante por favor, tomen asiento, yo regreso en un momento —mencionó antes de alejarse del sitio

Jonseong lo miraba divertido, comenzaba a juguetear con sus dedos y sus mejillas mantenían un fuerte color carmesí que parecía no desaparecer. Lo conocía de años y podía entender a la perfección lo que estaba sucediendo. Sólo lo había visto actuar de esa manera en una ocasión y fue cuando SungHoon se acercó a él por primera vez.

 —En verdad es lindo ¿no? —si creía que su amigo no podía verse más avergonzado, estaba equivocado. El rostro del pelinegro estaba ardiendo en rojo y él solo apretó sus labios con fuerza intentando aguantar la risa.

La puerta del consultorio se abrió y Sunoo seguí con los ojos puestos en el piso para dejar de sentir el calor que lo estaba fastidiando.

—Bueno, me presento... Soy el doctor Lee Heeseung. Y bien... Seonwoo, ¿cuál es el motivo por el qué estás aquí? —habló firme dejando caer sus manos sobre el escritorio

El pelinegro tartamudeaba al hablar, aún estaba un poco inseguro y el hecho de que aquel sujeto pelinegro fuese bastante apuesto, le complicaba las cosas, pero con todo y dificultades se dedicó a contarle detalladamente todo lo que le molestaba y él cómo se sentía. Heeseung sólo se dedicaba a escucharlo, frunciendo el ceño de tanto en tanto, analizando con detenimiento la grave situación.

—Entonces... Eso es lo que ocurre...

— Escucha... Te voy a decir una cosa y no lo tomes a mal pero eso que sientes no es amor, Seonwoo.

—Pero entonces...

—Tanto tú como él, sufren de dependencia emocional. Me dijiste que hay veces en las que quieres acabar con todos pero no te atreves porque en cierta forma te hace sentir protegido ¿correcto? Tu piensas que eso se debe a que estás enamorado y que solo están pasando por un mal rato cuando no es así. De alguna forma te sacó de tu soledad y llevas tanto tiempo a su lado que sólo estás acostumbrado a su presencia. Ambos, pero principalmente tú, necesitan del otro para vivir "plenos y felices"

—Pero yo sé que lo amo en verdad, y él también a mi, puedo sentirlo y me lo ha demostrado, lo que hace él, no lo haría una persona que no estuviese enamorada

—No Sunoo, sea cuál sea la acción, debes entender que esos actos son de igual forma por costumbre y rutina. Eso es también en parte lo que los mantiene unidos —carraspeó —Si no hubiese ese tipo de contacto físico inclusive tu comenzarías a aburrirte y es ahí donde todo llegaría a su fin ¿me entiendes?

—Entonces ¿eso podría ser cómo una salida?

—Mmm probablemente, el problema aquí es si SungHoon no piensa de la misma manera —dio un largo suspiro buscando la manera de formular sus palabras —A lo que me refiero es que tú podrías dejar de alimentar esa tóxica relación, pero tu pareja puede seguir haciéndolo, lo que provocara confusión y tu esfuerzo no servirá de mucho

—Entiendo... Pero, ¿usted cree que de alguna forma pueda salvarse todo esto?

Jonseong sólo escuchaba en silencio, dolido por la forma en que su mejor amigo —casi hermano — era tratado por ese sujeto. Claramente había cosas que Sunoo le ocultaba por miedo, que aunque fueran pocas y contadas, lo habían dañado de forma cruel y despiadada.

—Dijiste que ambos vendrían a terapia de pareja ¿verdad? Bueno, siendo sincero, podría salvarse pero realmente sería cosa muy difícil y no puedo asegurarte que luego de rehabilitación, no exista la posibilidad de alguna recaída —se encogió de hombros medio sonriendo al notar que el castaño verdaderamente se encontraba mucho peor de lo que creyó en un inicio —En fin, necesito que sigas viniendo semanalmente, los lunes vendrás tu solo y los martes con Park SungHoon.

—¿Es todo?

—Nop, vas a ir al hospital a hacerte estudios referentes a tu estado de salud. Es evidente que también sufres de problemas alimenticios y necesito que eso desaparezca lo más pronto posible, cuando los tengas listos debes traérmelos ¿de acuerdo?

El pelinegro le dedicó una última sonrisa a Heeseung, estrechando su mano por unos segundos antes de salir contento por haberse quitado un gran peso de encima.

Definitivamente había sido una gran idea acudir a ese sitio, ahora entendía mucho mejor a lo que estaba enfrentándose. Estaba muy seguro de que el cariño hacia el pelirubio aún era existente e iba a luchar para recuperar esos momentos que ahora vivían en su memoria. Y sí no podía contra ello, recurriría a su plan B, tomando muy en cuenta lo dicho por su psicólogo y dejar de acrecentar aquella relación que sólo lo mantenía mareado y en un mar de lágrimas. No importaba si SungHoon se resistía a ello, quería lo mejor para ambos y sí esa opción fuese su única salida, la aplicaría las veces que fuesen necesarias para matar de una vez por todas su dolor.

¡𝙎𝙊 𝙎𝙄𝘾𝙆! // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora