One - Shots Trappers Argentinos

Litiago - 2 (parte 1)

Personajes:
Lit Killah
Tiago Pzk
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Lindo... Eso pienso cuando lo veo, solo eso puedo pensar mientras lo maquillo, el jamás me verá de la misma forma que yo lo veo, solo me ve como su maquillador...

- hey... Chico... ¡Hey! - dijo el chico de ojos verdes viendo al morocho hipnotizado viéndolo a el mismo, hoy no había tenido un buen día, y no tenía tiempo para lidiar con un maquillador incompetente, ya se había acostumbrado a amenazarlo con el despido, pero parece que esa amenaza va a tener que cambiar a una realidad, aunque el chico le caía bien

Tiago por otro lado, estaba desconcertado, se había quedado demasiado tiempo mirando a aquel joven de ojos verdes y cabello blanco el cual lo miraba enojado

- p-perdon s-señor, ya lo maquillo - después de un rato de maquillarlo, sin decir una palabra al ver qué su jefe estaba enojado, el chico de ojos verdes se levantó y fue hacia su sesión de fotos, Tiago seguía algo apenado por esa escena que tuvieron, por el gran papelón que pasó al frente de su jefe.

La sesión de fotos ya acabó, Tiago comenzó a juntar sus cosas ya que su trabajo había terminado, pero sintió una mano en su hombro haciéndolo voltear y encontrándose así con el chico que lo hipnotizaba, su jefe estaba parado frente a dl mirándolo a los ojos, espero unos momentos y luego dijo

- yo... Siento lo de hace rato, s-solo me tilde... - dijo refiriéndose a lo que había sucedido unos momentos atrás

- mira, voy a ser muy claro, no puedes seguir viéndome así, voy a despedirte si no cumples con lo que te pedimos, maquillas increíble, si, pero solo es trabajo, entiende - dijo tomando el menton y alzando la cabeza del morocho, el cual estaba cabizbajo tratando de disimular las lágrimas en sus ojos, que no pasaron desapercibidas por el peli-blanco, el cual sintió un sentimiento de culpa en su pecho, sintiendo como su corazón se oprimía.

Tiago, por otro lado, sabía que tenía que dejar de verlo así, primero porque lo incomodaba, y segundo porque no podía ser despedido, suficiente tenía con el alcohólico de su padre todos los días, el es el que lleva el dinero a la casa, si se queda sin trabajo, no solo va a ocasionar millones de golpes para su mamá y para él, si no que también causaría el quedar en la calle junto a su mamá y su hermanita.

Mauro no sabía que hacer, no sabía si consolarlo, seguir retandolo, decirle que lo sentía o que hacer para que ya no llorará, sin embargo no pudo hacer nada ya que Tiago hablo

- perdón, juro que... Juro que no.... No... No volverá a a pasar.... L-lo siento mu-muchisimo... Je-je-jefe - al escuchar todo esto mientras veía al chico llorar y salir corriendo, se sintió muy mal, quizo correr detrás de él pero... ¿Que le diría? No puede llegar simplemente sin nada para decir, asi que decidió intentar arreglarlo.

Corrió por los pasillos hasta la salida viendo de lejos al chico con corte de taza, sentado en un banco, llorando con sus manos en su cara, el peli-blanco se acercó lentamente y sin hacer ruido, ya estando detrás del morocho se decidió por las palabras que utilizaría, cuando iba a hacerse ver, el teléfono del chico sonó, haciendo que Lit tuviera que esperar un rato más, y "sin querer" escuchando la conversación que tenía en su teléfono.

- Hola papá - dijo el chico de ojos oscuros al teléfono

- ¿Donde estas? ¡Se suponía que tenías que venir hace media hora! Cuando llegues vas a ver lo que te espera, tráeme todas las latas de cerveza que hayan en el supermercado - dijeron desde la otra línea, sonaba muy borracho

- pero ¿No bebiste suficiente ya? - dijo Tiago con temor a la respuesta

- ¿¡Como te atreves a cuestionar a tu padre!? ¿¡Quien te crees que eres!? ¡maldito maricón! ¡Yo sabía que tu eras un estorbo!, ¡agradecele a tu madre que te tubo porque si fuera por mí, tu jamás habrías nacido!