Am I Evil? [Leatherface]

13

El calor era jodido ¿Cuántas veces he tenido que destacar esto? El horrible calor de Texas, lo abandonado del pueblo dónde solo motociclistas deambulaban para hacer de las suyas y asaltar a algún desafortunado que se atreviera a conducir por esas vacías carreteras. Si, esos motociclistas eran lo mejor que te podía pasar, porque de caer con los Hewitt todo iría mal.

— ¡AAAAAHHH! —la infortunia había alcanzado a una pareja que parecía viajar por su luna de miel, ellos habían tenido la brillante idea de tomar un atajo y terminaron desviándose totalmente del camino, terminando en una zona con zanjas donde su auto quedó atrapado, y por supuesto, tuvieron que ir a pedir ayuda a la única casa que parecía quedar en el pueblo—. ¡Noooo! ¡Por favor, se lo suplico!

La mujer lloraba en el suelo del bosque, hace solo unos minutos había visto a aquel enorme hombre partir a su esposo a la mitad con una motosierra.

— ¡NO ME MATES! ¡POR FAVOR NO ME MAAA...! —la misma sierra que la dejó viuda ahora tomó su vida, y tuvo la suerte de ser decapitada, una muerte rápida e indolora, y si, por supuesto que eso es una suerte cuando hablamos de alguien que disfrutas de mantener a sus víctimas vivas mientras las mutilaba.

...

Estaba oscuro, pero el calor no se iba, afortunadamente Luda ya se encontraba mejor y estaba en la sala junto a (...) quién revisaba sus signos vitales.

—Si, parece que ya todo está mucho mejor, ya puede regresar a sus actividades normales—dijo (...) tranquila con apenas media sonrisa, sabía que debía continuar siendo del agrado de Luda así que debía ser encantadora con ella si o si—. Pero no olvide ingerir muchos líquidos y no pasar mucho bajo el sol

— ¡FAMILIA, HEMOS LLEGADO! —anunció Hoyt entrando por la puerta principal, seguido de Thomas que llevaba sobre los hombros dos cuerpos y en la mano una cabeza decapitada—. Conseguimos buena carne para mañana, de verdad me encanta la cacería nocturna, es divertido ver a Thomas perseguir a esos cobardes

Había pasado casi una semana desde que (...) no tenía la cadena, una semana tortuosa en la que Thomas la ignoraba totalmente, ni siquiera dormían en la misma cama, ella continuaba en la habitación de Luda.

— ¡Oh cielos, Thommy! —Luda se levantó muy preocupada al ver que su hijo traía una navaja incrustada en el hombro, el esposo de su víctima femenina lo había atacado y logrado darle ese golpe—. ¿Que te han hecho?

Cómo cualquier madre preocupada, se acercó hasta el hombre gigante, indicándole que dejara los cuerpos en el pasillo pues necesitaba ser revisado de urgencia ¿Raro? De hecho si, Thomas había salido herido en muchísimas ocasiones, pero su familia siempre dejaba que él terminara primero el trabajo y después él mismo atendiera sus heridas, aunque sí eran en zonas que no alcanzaba (como la espalda) era Luda quién lo ayudaba.

—(...), Thomas está herido—le chica le miró pero realmente no mostró alguna expresión facial que delatara cualquier tipo de emoción

—Dejelo en el sofá, ya lo reviso—Thomas no estaba precisamente de acuerdo en que ella lo atendiera, aún seguía ofendido por la bofetada que le había dado y porque en esa semana le había dado más de una orden, solo le dirigía la palabra para eso—. Veamos

Thomas intentó levantarse pero (...)   presionó su hombro hacia abajo dándole a entender que no lo dejaría ir a ningún lado ¿Pero que le pasaba? Él era mucho más fuerte que ella.

—Quedate quieto—ahora su voz era más tenue, seguía ese pequeño rastro de fastidio, pero ahora lo rodeaba la calma, (...) tenía la facilidad de hacer que sus pacientes se sintieran cómodos y en confianza—. No parece ser una herida tan profunda, tienes suerte