Enfrentados © [PAUSADA TEMPORALMENTE]

1- "Púdrete en el infierno"

―Ojalá te pudras en el infierno. Mejor dicho: púdrete en el infierno.

―Calla perra, no eres más que una puta barata.

―¿Ah sí? Ahora vas a ver lo que te va a hacer esta puta barata ―le encaro.

Me abalanzo hacia él agregándole un puñetazo en la cara y tirándolo al suelo. El corro de estudiantes que nos rodea no hace nada para intentar pararnos, acostumbrados a vernos ya. ¿Pero es que no tienen nada mejor que hacer?

―Pídeme perdón, alimaña repugnante ―le amenazo agarrándole de la camisa y tirando de ella hacia mí. Él intenta cogerme de las muñecas para apartarme pero se lo impido dándole otro puñetazo en la mejilla.

―Zorra de mierda ―me grita escupiéndome. Asqueada, bajo un instante la guardia para limpiar el escupitajo de mi cara, y este aprovecha mi momento de distracción para golpearme en el estómago e incorporarse. Me deja dolorida en el suelo mientras en su cara se forma una sonrisita burlona.

―Esta vez has metido bien la pata, pero hasta el fondo ―me levanto de un salto y hago el ademán de abalanzarme de nuevo hacia él para pegarle cuando un grito escalofriante hace que me pare y provoca que todos los espectadores salgan despavoridos hasta sus clases.

―¡Turner, Adams! ¡Otra vez peleando, y sólo es el primer día del curso! ¡Este año nos os voy a dejar pasar ni una! A clase, ¡ya!

Maldigo mentalmente a la tonta de la directora y me encamino hacia mi clase, no sin antes dirigirle una mirada fulminante llena de odio al asqueroso de Turner. No sé como todas las chicas se mueren por él. Lo más seguro es que con las que ha estado ha sido sólo porque es rubio, lleva un piercing en el labio inferior que algunas dicen que lo hace más sexy y tiene esos ojos azules que supuestamente hace derretirse a todas. Bah, qué gilipollez.

Qué mierda de curso, lo veo venir. Para colmo, tres horas a la semana me toca literatura en la misma clase que Alexander Turner. Uf, como lo odio. Nos llevamos mal desde siempre, aunque no recuerdo como empezó todo. Lo peor es que desde primero no paramos de pelearnos, no lo puedo ni ver. Y si ahora estoy en 1º de Bachiller, llevo cuatro años de moretones cicatrizados en mi piel. Y en la suya, claro está. Aunque quizás exagere un poco.

Entro sin llamar a la puerta cuando llego a mi aula y después de una escarmiento por parte del profesor por llegar tarde me dirijo a una mesa vacía del fondo y me siento. Sin que nadie me vea, saco mi móvil, el cual coloco detrás del estuche para que no se vea. Tengo más de siete notificaciones y más de trescientos mensajes. Qué solicitada, por favor. El primero y único que abro es la conversación con Tyler.

Tyler <3: Emma, me han dicho que te has vuelto a pelear con Alex

Yo: es cierto

Tyler <3: esta vez por qué ha sido? *carita de resignación*

Yo: que quieres que haga si en cuanto entro por la puerta me hace una zancadilla? pues le pego

Tyler <3: y él también te ha golpeado?

Yo: sí, e insultado *carita de risa*

Tyler <3: la próxima vez que te haga algo me llamas y lo dejo tumbado

Yo: jajaja ya ya, me las arreglo bien xd te dejo que me van a pillar *carita de beso*

Cierro el whatsapp y guardo el móvil en la mochila, justo a tiempo antes de que el profesor se diera la vuelta.

Tyler es mi mejor amigo. Nos conocemos desde pequeños, ya que sus padres y los míos son amigos íntimos. Tenemos un vínculo de amistad muy fuerte. Joder, qué cursi ha sonado eso, ¿no?