Enfrentados © [PAUSADA TEMPORALMENTE]

8- "Aquí comienza mi infierno"

[ Leer N/A (Nota de Autora) al final del capítulo, por favor. Gracias. ]

No puedo creerlo. Simplemente no puedo. ¿Cómo han podido hacerme esto mis propios padres? Después de haberme dado la maldita noticia me puse a gritarles sin importarme que los padres de Alex me estuvieran mirando pasmados. Me dio igual. Salí de allí ignorando los gritos de mis padres y sin pensar me fui a mi casa. Todavía no había nadie y decidí llamar a Tyler. Me dijo que a primera no tenía clases así que me lo cogería. Le pregunté si me podía quedar en su casa esta última semana y cuando me dio su consentimiento hice una pequeña maleta y me dirigí a su casa. Ya recogería mis cosas el domingo. Pero hasta entonces no pienso dirigir la palabra a mis padres. No después de esto.

Me faltan tres días para irme a vivir con... bueno, se sabe. Desde el lunes que ocurrió el desagradable incidente he faltado al instituto y me he tirado en la cama de Ty todos los días hasta hoy viernes viendo películas, leyendo y escuchando música. A él no le importa pues supongo que ya está acostumbrando a este tipo de comportamiento mío.

Un día después de que la directora saliera por la puerta de su despacho gritando también como todos esa mañana me llamó a MI móvil para hablar con ella. Me dijo que comprendía que estuviera molesta (sí, sólo "molesta", ¿no te jode?) por lo que había pasado pero que era su deber y bla, bla, bla. Me explicó que los "fondos recaudados" de yo que sé qué eran para la comida y el mantenimiento de la casa donde íbamos a vivir Turner y yo. Precisamente esa casa era la de Prinsore Oak, donde iba de vacaciones con mi familia. Mis padres se habían ofrecido a dejárnosla y los padres de Alex habían accedido.

Lo peor de todo esto fue la reacción de mi amigo cuando se lo conté. Después de llamarle me presenté en su casa a las dos horas y le expliqué todo sentados en la cama de su cuarto. Mientras lo hacía yo me ponía cada vez más furiosa recordando todo mientras él permanecía serio escuchando. Cuando terminé se quedó en silencio durante un tiempo. Se supone que al ser su mejor amiga reaccionaría mal, con ira hacia mis padres y más odio hacia Alex. Pero no. Él no es normal. Se puso a descojonarse delante de mis narices con las manos en el estómago por el dolor que le producía la risa. Así se tiró como casi cinco minutos. Cuando paró me puse a gritarle más fuerte que a mis padres. Más tranquilo sólo me dijo que bueno, que lo superaría, y añadió (supongo que más para consolarme que por decir la verdad) que le disgustaba que estuviera en la misma casa que Turner. Ya claro, lo que le disgustaba era no poder reírse de nuevo en mi cara ya que le había advertido que como lo volviera a hacer no le hablaría más. Supongo que se lo tomó en serio porque no volvió a hacer ningún tipo de comentario al respecto, aunque lo había pillado más de una vez con las manos en la boca para que no descubriera la sonrisa que se escondía bajo ellas. Idiota.

Y así me pasé una tarde más, leyendo y vagueando. Son las una de la madrugada del viernes y aunque Tyler me dijo que mañana había una fiesta en la casa de uno de sus compañeros de clase y me invitó a que fuera con él, lo rechacé. No me apetecía para nada ir a ningún sitio, tenía baja la moral y sabía que Alex estaría en aquella fiesta. Siempre está en todas.

―Venga, sabes que no suele haber muchas fiestas los fines de semana ―me imploraba Ty.

Le miré con mala cara.

―¿Me lo está diciendo en serio? ¡Si casi todos los sábados hay una, listo!

―Bueno pero... está será mejor ―objetaba.

―Ya claro, siempre dices lo mismo.

―¿Y qué me dices de lo de que Emma Adams nunca se perdía ninguna fiesta? ―Dio en el clavo.

―Esto... es una excepción. Ya sabes, "la excepción confirma la regla" ―dije excusándome con el conocido refrán.

―Bueno... pero no podrás evitarlo por más tiempo, ¿lo sabes verdad? ―mientras hablaba una media sonrisa se formaba en su rostro.