16- "¿Cómo he llegado hasta aquí?"

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¿Esa sensación de culpa que te corroe cuando has hecho algo que no debías? ¿Esa vergüenza que sientes al saber que has metido la pata? ¿Ese enfado contigo misma por haber sido tan gilipollas una vez? Pues no, eso no es lo que siento ahora mismo. Sólo estoy sorprendida... sorprendida al saber que lo hice con uno de los populares del instituto, que para colmo yo conocía muy bien, Ryan Kimberly.

Me quedo parada en el sitio, con mi mirada fija en la suya, sin expresión alguna en el rostro. Acaba de decir "estuvo muy bien lo del viernes, nena", ¿verdad? A mí nadie me llama nena gilipollas. Abro la boca para hablar pero me interrumpe, ahora hablando en voz alta, no susurrándome como antes.

―Desde luego hay que repetirlo, nena. Follas muy bien ―esto último lo añade con una sonrisa burlona que me dan ganas de partirle la cara, y sus amigos con sus risas de fondo incrementan más mis ganas de asestarle un buen golpe en la nariz. Pero no, yo soy Emma Adams, y resuelvo las cosas de otra manera.

De un momento a otro me veo en el suelo muriéndome de risa, con las manos en el estómago y lágrimas en los ojos de la risa. Claro, como que se cree que lo voy a volver a hacer. Estaba borracha idiota. Me levanto a duras penas viendo las caras que se les ha quedado. Ryan con la boca abierta al igual que los demás, y Noah... hum, con las manos cerradas en puño y la cara más roja que un tomate. Cuando me calmo le doy un puñetazo a Ryan en la cara.

―No me llames nena, gilipollas ―le espeto ahora seria. Este lleva su mano hacia la mejilla con asombro―. Y si te crees que soy una puta que repite con manipuladores de chicas como tú, vete olvidando, porque estaba borracha, y fue un error por mi parte no haberte reconocido ―explico cruzándome de brazos.

Ryan hace el ademán de responderme pero Noah se adelanta, dirigiéndose hacia mí con la cara encendida.

―Así que es verdad, ¿no? Te follaste a uno en Cora's Crystal.

―A ti eso no te tiene que importar ―contesto en tono despectivo.

―¿Es tu novio? ―Pregunta Ryan con una sonrisa en el rostro, divertido por la situación e ignorando mi comportamiento anterior.

―No ―respondo obvia.

―Sí ―dice Noah a la misma vez que yo.

Lo fulmino con la mirada.

―¿Qué? ―Descruzo los brazos con la mirada echando chispas. ¿Pero qué mosca le ha picado ahora a este? Debió saber que cuando me dejó sin explicación alguna, acabó todo.

―Vaya, al parecer te han puesto bien los cuernos ¿eh? ―Le habla Ryan a Noah, provocándolo.

―Tú cállate, cabrón ―espeta Noah.

―¿Qué me has dicho gilipollas? ―Dice Ryan ahora serio, acercándose a Noah hasta quedar a centímetros. Cierra los puños al igual que él.

―Que tú no te metas, cabrón ―repite Noah de forma venenosa.

―Hijo de puta... ―Susurra Ryan momentos antes de abalanzarse a por Noah para propinarle un puñetazo en el estómago. Este último se echa hacia atrás en el último momento, sorprendido, pero al momento reacciona y le devuelve el golpe al otro, provocando que los dos caigan al suelo. Noah encima de Ryan empieza a pegarle fuertes puñetazos en la cara mientras el de abajo intenta defenderse. Sin saber muy bien cómo, Ryan lo hace rodar hasta quedar él por encima de Noah, siendo ahora el que toma las riendas de la situación y se pone a asestarle golpes en la cara. Mientras, los amigos de este se quedan parados mientras ven como le dan una paliza a Noah, y yo, harta de la situación, me acerco a estos dos y agarro por detrás de la camiseta a Ryan.

―¡Eh, déjalo, lo vas a matar! ―Grito furiosa tirando de su camisa. Este hace caso omiso de mí y hace una seña a sus amiguitos para que me agarren y le deje seguir con su trabajo. Tampoco es que me importe mucho el daño que se hagan, pero por extraño que parezca, pues Noah es obviamente mayor que Ryan, está siendo ganado y ahora intenta defenderse con las pocas fuerzas que le quedan, pero en vano.

Enfrentados © [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora