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— ¡Eso no es justo! — gritó Shotaro, llamando la atención de algunos chicos y chicas en la cafetería.

Ahora no me sentaba con el equipo de basket, tampoco lograba entablar una conversación sana con Johnny, a excepción de los entrenamientos, donde todos éramos una sola mente con un solo objetivo. Por tal razón ahora prefería no solo compartir un momento agradable en la hora de almuerzo junto a Taro, sino también la misma carpeta, a pesar de la gran diferencia y de lo mucho que tenía que encogerme para entrar en esta.

— Claro que es justo, prometiste que me darías mil wons si es que lograba terminar mi almuerzo antes que tú, así que ahora cumple... — dije con total orgullo, como si la pequeña competencia que tuvimos hubiera sido la más importante de todo el país.

Él solo hizo un puchero en respuesta y alejó su bandeja, que aún contenía su comida sin terminar, comenzando de esa formar a buscar en su mochila el dinero para pagarme o así lo suponía.

— Una cita... — dijo después de unos segundos de alejar su mochila de su regazo. — Mi recompensa será una cita, pero en esta ocasión yo pagaré todo... — iba a objetar. Sin embargo, el timbre que anunciaba el término del receso sonó y por tanto Shotaro y yo tuvimos que volver al aula, no sin antes pasar al baño para cepillarnos lo dientes lo más rápido posible, olvidándonos de esa forma de aquella salida programa.

                                              ♥︎♥︎♥︎♥︎

Las clases estuvieron igual de aburridas que siempre y la clase de Química lo fue aun más. Ahora que lo pensaba bien, esta materia no necesitaba de un asesoramiento o algo parecido, pues era tan fácil como la tabla de nueve. Por otro lado, Taro y yo estuvimos escribiéndonos en unos pedazos de hojas, básicamente riéndonos de algún chiste tonto que se me ocurría en el momento o del profesor, cosa que no le gustó del todo a mi pequeño amigo, pues él sí era de respetar a sus mayores, en especial si este era alguien que se esforzaba por enseñarnos cosas nuevas. Sus palabras, no las mías.

— Nos vemos mañana... — se despidió con su típica sonrisa, alejándose a los pocos segundos.

Asentí como bobo hasta verlo salir del aula. Taro siempre era el primero en marcharse, según él para evitar encontrarse con Johnny e irse lo más rápido posible de la escuela. Yo solo me aseguraba de que él estuviera seguro y posteriormente me iba.

Iba guardando todos mis materiales e iba a tomar mi celular, cuando de repente, se me fue arrebatado de entre mis dedos. No tuve que ser adivino para saber que el responsable era Johnny. Solo levanté la mirada y confirmé mis sospechas.

— ¿Qué es lo que te traes con Shotaro? — esta vez su voz sonaba serena, todo lo contrario a aquel día en el cual terminé con un gran dolor de espalda.

— Johnny, hoy no hay entrenamiento, así que devuélveme mi móvil para así retirarme. — traté de sonar igual que él, de aparentar que su presencia no me incomodaba, mucho menos intimidaba, cuando en realidad me estaba muriendo de terror al pensar que en esta ocasión nadie lo detendría si él deseaba golpearme.

— Sungchan, estoy hablando enserio. ¿Qué es lo que buscas de mi hermano? ¿Acaso quieres burlarte de él, jugar con sus sentimientos y luego humillarlo?

— ¡Qué! ¡Claro que no! — rápidamente respondí. — ¿Por qué todo el mundo cree que solo quiero reírme de él? ¿Es que acaso no puedo gustar de una persona más bajita que yo?... — y entonces fue demasiado tarde. Johnny me miró desafiante, utilizó la misma mirada que colocaba durante todos los entrenamientos.

— Solo aléjate de él, Jung o te juro que el ser expulsado no será el único problema que tendrás...— lanzó mi celular a la mesa y por un momento pensé que este se rompería.

Lo vi alejarse una vez que terminó de dictar su amenaza y estaba a punto de quedarme callado y aceptar su propuesta... estaba a punto de alejarme de Taro para siempre, sin embargo mi boca emitió palabras que no pensé que podría decir en ese momento y mucho menos en mis circunstancias.

— ¿Y si no quiero alejarme de él?... — Johnny se detuvo, sin embargo no podía ver qué tipo de expresión colocó al escucharme.

— Pues tendrás que enfrentar las consecuencias... — musitó.

— ¿Qué te sucede? — en esta ocasión sí me exalté, incluso avancé hasta él  en un ataque de valentía e ira. — ¿Acaso no puedo gustar de tu hermano? ¿Es tan malo querer ser amigo de una persona bajita? ¡Yo creo que no!... — mi respiración se encontraba agitada y mis manos ya habían formado un puño. No estaba en mis mejores condiciones, pero podía golpear a Johnny si la situación lo ameritaba. — Si querer iniciar una amistad con tu hermano es tan malo hasta el punto de ser expulsado... — sabía que me iba a arrepentir, pero ya no pensaba con claridad. Quería acabar con esa burla hacia las personas pequeñas. — pues háganlo. No pienso separarme de él aunque llenen mi ficha de agresiones falsas. — mis palabras demostraban la determinación que nunca en mi vida había demostrado.

Cuando terminé con mi discurso no hubo más que el sonido de nuestras respiraciones o así fue hasta que la risa de Johnny rompió nuestro silencio. No lo entendí, incluso pensé que se estaba burlando de mí y estaba a punto de tomar su hombro y golpearlo, pero él fue quien se volteó, me miró y nuevamente comenzó a reír.

— Esto no es broma, Johnny... — susurré, ya cansado de todo, del bullying que le hacían a las personas bajitas en nuestro país, de esos abusadores, de Johnny y de que mi relación amistosa con Taro ocasionase tantos problemas en otros.

Johnny siguió riendo, a pesar de que le susurré que no era broma, que estaba hablando muy enserio y no fue hasta que lo empujé con ambas manos que él reaccionó.

— ¿Enserio creíste que te expulsarían o que mi padre te llenaría el registro de agresiones falsas? — comenzó a reír nuevamente. Dejándome atónito. — No soy un soplón, tampoco tan idiota como para permitir que expulsen a nuestro mejor jugador del equipo y as bajo la manga... Lo único que quería de ti era esto, valentía. El ex novio de Shotaro era un idiota que al recibir la primera amenaza decidió irse. Era un cobarde y no merecía a Shotaro, en cambio, tú... — nuevamente rió y si no estuviera explicándome el porqué de sus risas ahora mismo estaría golpeándolo.— tú no solo estás aquí para enfrentarme, sino también para demostrar que lo que verdaderamente sientes por mi hermano no es un cariño de amigos, sino una atracción... Solo espero que  logres la misma aprobación de parte de mi padre.

Mi mirada era de un completo idiota o así lo creía yo, pues no podía creer lo que había escuchado. Todo este tiempo, Johnny esperaba que le hiciera frente y solo con eso podría andar al lado de Shotaro sin problema alguno. Esto ya se me hacía demasiados irreal.

— Cierra la boca, Jung... no es algo de otro mundo que los hermanos protejan a sus hermanitos menores y que lo defiendan de todo idiota que quiere sobrepasarse con él o ella.

— E-eres... Eres un idiota. — dije con total sinceridad, pero con algo de confianza en mis palabras.

Johnny rió y asintió sin vergüenza alguna.

— Llámame como quieras, ya eres como un hermano para mí.

Sonreí por igual.

                                              ♥︎♥︎♥︎♥︎

Mi sonrisa era la de un completo idiota y aunque podía ver cómo Somi se robaba gran parte de mi cena, no hice nada. No me preocupé por ella, tampoco cuando mis padres preguntaron por qué al día siguiente saldría más temprano de lo usual.

Ya casi nada importaba. Sabía que Shotaro me estaba atrayendo más que antes y que estaba mal ilusionarme tan rápido, cuando anteriormente nunca lo había hecho, pero al recibir un mensaje de su parte, pidiendo que al día siguiente estuviera temprano en la puerta de su casa para así ir a la escuela juntos, ya estuve perdido y diciéndole de inmediato que estaría allí sin importar qué.






















gracias por leer <3

 ،   ★     𓋰    Pequeño      𔘓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora