✨El Centro De Su Universo ✨

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Esta mañana, vi en mis recuerdos un video muy lindo y la idea brotó sola. Nos vemos en las notas finales 💖

Disclaimer: Tokyo Revengers y sus personajes no me pertenecen, son de Ken Wakui... Señor, ya por favor :'c

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Ryuguuji Ken, podía hacer gustoso, un recuento de los momentos más felices en su vida. El primero, cuándo Mikey le dio el "Si, acepto" frente al arco que daba acceso al DisneySea. La estatua del planeta tierra y la fuente que borboteaba a chorros provocando arcoíris al reflejar los rayos del sol, además de los incautos asistentes del parque que pasaban en ese momento, fueron testigos de aquella inesperada propuesta de matrimonio. El segundo fue cuándo Mika, su pequeña hija y adoración, abrió los ojos en este mundo.

Desde entonces, Manjiro y Ken han dejado el alma para poder criar a esa pequeña. Ambos hicieron el juramento cuándo la tuvieron en brazos, de que nada de lo que les hizo falta a ellos, le faltaría a su pequeña. Mika era, sin duda, una mezcla perfecta de ambos.

Tenía talento para las artes marciales por parte de la familia Sano. Además de ser más alta y resistente que las niñas de su edad, gracias a los genes de Ken. Pero tenía influencias de la tía Emma, por lo que el color rosa y las cosas suaves y tiernas predominaban en sus gustos, un poco más refinados. Llevándola a encontrar lo que sería su más grande pasión, el ballet.

Ken maldecía por lo bajo, esa noche que, sin querer, le habían dado posesión del control remoto a Mika. Esta, encontró un recital de la Tokio Ballet Company presentando "El Cascanueces" pues las fiestas Navideñas estaban a la vuelta de la esquina. Los ojos de su pequeña resplandecieron al ver los olanes y la gracia con la que se movían aquellas chicas. Ahora, se encontraba ahí, frente a un montón de hombres desconocidos usando una pequeña faldita de tul rosa barato y un tic nervioso en el ojo derecho.

" Kenchin, recuerda que hoy es el día de Padres e hijas en la clase de Ballet de Mika. Perdona por ponerte en este aprieto, pero el horario se cruza con mi clase de hoy en el dojo. Lo compensaré, lo prometo" Mikey le giñó el ojo a su esposo y éste no tuvo más remedio que aceptar. Lo que no esperaba es que a las maestras se les ocurriera que debían tomar la clase junto a sus niñas.

La primera vez que llevó a Mika al estudio, las maestras palidecieron. Entendían por qué la niña era tan bella. Pero, ver a un hombre de más de 1.80, con el semblante tan serio y un tatuaje en la sien, era poco usual. Aun así, enternecieron al verle sonreír con mucho amor a su pequeña.

Draken sobresalía entre el curioso grupo de varones que hacían fila para pasar uno por uno tras de sus hijas. Mika volteaba a ver a su padre divertida, sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo y lo agradecía. Por su parte, Ken se sentía nervioso. Había comandado junto a su actual esposo, a la Tokyo Manji Gang, la cual logró ser la más poderosa y respetada del país. Había golpeado a cientos de tipos, quienes se interponían entre el sueño que compartía con el amor de su vida, y gracias a su fuerza, logró quitarse de encima. Pero esto, esto era diferente. Si ahora tenía qué convertirse en un bailarín para hacer feliz a su niña, sería el mejor.

Mientras sonaba El lago de los Cisnes de Tchaikovsky, vio cómo sus compañeros del mismo suplicio se esforzaban por seguir los pasos de las pequeñas.

Relevé

Arabesque

Jeté

Se oían las instrucciones de las maestras, las cuáles Mika ejecutaba con precisión. Tras ella, Ken replicaba los movimientos de su hija lo mejor que podía. Sus articulaciones ya no le respondían tan bien como cuándo era un quinceañero y el ballet era más difícil de lo que pensaba. No sólo él la tenía difícil, había caballeros ahí que seguramente unos 10 años si le llevaban. Cuerpos diversos que se esforzaban en hacerlo lo mejor que podían, cómplices en el único y noble propósito de hacer felices a los pedacitos de sus corazones enfundado en leotardos rosas.

Las maestras grababan la clase, lo que no sabía Kenchin era que Mikey había pedido expresamente una copia de esa grabación a cambio de ser parte del staff en el siguiente recital de Mika.

Entre risas, aplausos y una taza de humeante café, la clase llegó a su fin. "Se le da bien esto del baile, señor Ryuguuji. Entiendo ahora por qué Mika es tan talentosa, tiene padres excepcionales. Felicitaciones" Ken infló el pecho de orgullo. Su niña era increíble, cómo lo fue Manjiro en sus tiernos recuerdos de infancia, tanto como lo sigue siendo ahora.

Cargó a Mika en la espalda para llegar al auto, un sentimiento de nostalgia le invadió de repente y luego, sonrió. Cuando llegaron a casa, un recién duchado Manjiro los recibió con besos y abrazos. Acto seguido, Mikey mandó a su hija a asearse y cambiarse pues la cena pronto estaría lista. De repente, Mika regresó corriendo y de un salto subió a los brazos de Ken.

—Gracias por haber ido hoy, papi— dejando un beso en la mejilla de su sorprendido padre. Éste, la miró enternecido y luego, la colocó después en el suelo para que se encaminara a su habitación.

—Creo que no necesito preguntar cómo les fue hoy— Mikey le sonrió a su esposo.

—Gracias por hacer a una personita tan maravillosa— contestó Ken.

—Bueno Kenchin, para tu satisfacción, la hicimos los dos. Pero sí, lo maravilloso lo sacó de mí— Ryuguuji entornó los ojos al escuchar la risita de su esposo, luego lo besó.

Ken, sin embargo, realmente agradecía el tener a Mikey y a Mika con él. La familia que siempre soñó. Por su hija, haría lo que fuera.

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Después de la fic de Halloween, mi cerebro murió y el video que vi hoy al despertar lo sacó del letargo dónde se había sumido.

Me he dado cuenta que entre más triste me pongan los spoilers del manga, más ganas me dan de darles una vida feliz a Mikey y Draken. Espero qué les haya gustado 💖

Gracias mil por leer. Les amo 💖

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