¡Mayo tiene Wattpad! =Compás=

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Mayo se levantó de su cama y miró su alarma. Eran las seis de la mañana y nadie se había levantado, claro, si ayer todos estaban cansados porque habían grabado un directo realizando retos. Algo de lo que Mayo pudo aprovechar fue que Sparta le estaba tomando de la mano a Raptor varias veces. Así que eso lo tomo como referencia para ponerlo en una de sus historias. 

El pelinegro bajó las escaleras para poder desayunar. Lo haría a las seis de la mañana ya que se levantó temprano, porque los otros miembros del grupo son un desastre organizando sus cosas, un ejemplo es el desayuno porque hay algunos que se llevan casi la mitad de la comida. Mayo hablaba de Sparta.

Cuando ya comió e hizo un poco de café para los demás, fue al balcón del segundo piso de la casa. Se sorprendió de ver a Raptor ahí dentro, se escondió rápidamente para saber lo que estaba diciendo el de ojos verdes. No es que era un chismoso, solo quería saber información acerca del reptil. 

—Me pregunto porque Sparta no se ha dado cuenta de lo que siento por él— dijo el de ojos verdes para sí mismo.

Mayo casi se ahoga con su café, pero se aguantó para no ser escuchado.

—O tal vez sí lo hizo y ni siquiera me he dado cuenta— dijo otra vez el oji verde.

—Ojalá que sí lo haya hecho— susurró Mayo para no ser escuchado, rodando los ojos porque Mayo había notado que Sparta era obvio de que le gustaba Raptor.

Sus sospechas eran ciertas, a Raptor le gustaba Sparta. Escribiría eso en un fanfic si lo quisiera… Era obvio que lo iba a poner.

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“Raptor estaba en la terraza de la escuela viendo el paisaje desde arriba. Noto que la puerta de la terraza se abrió y miró una figura familiar. 

Su corazón se aceleró cuando vio quien era esa persona, un sonrojo notorio se formó en sus pómulos cuando vio esa persona acercarse a él.

—Con que aquí estabas.

—H-Hola Sparta, ¿cómo has estado?— Raptor preguntó jugando con sus dedos nerviosamente.

—Pues bien— el castaño sonrió.

—¿Qué haces aquí?— esta vez el oji verde miró al castaño

—P-Pues solo miro el paisaje— dijo sonriendo.

—Que bueno, yo vine aquí porque quiero decirle algo a la persona que me gusta algo— Sparta dijo como si nada.

—¿Te gusta alguien? No lo sabía— Raptor no dejó de sonreír, pero se sentía triste por dentro.

—Si, que bueno que la pude encontrar.

—¿Qué?— Raptor por alguna razón se sintió más nervioso de lo que ya estaba.

—Tontito— Sparta sonrió—. La persona que me gusta eres tú.

Raptor inconscientemente sonrió aún más, una sonrisa sincera que hizo que Sparta entendiera de inmediato.

—Raptor— Sparta se acercó al oji verde—. ¿Quieres ser mi novio?

Raptor asintió lentamente su cabeza. Sparta sonrió y tomó a Raptor de la cabeza para acercarlo a él. Raptor cerró sus ojos y también acercó su rostro. Sus respiraciones se sentían cerca del otro, el tiempo paró por un momento cuando ellos dos-”

—¿Mayo me puedes ayudar en algo?

—Ahora que Sparta. ¡Ahora que!— Mayo le gritó a Sparta tras haber interrumpido lo que escribió, también de que había entrado a su habitación sin tocar la puerta—. Si vienes a molestarme le dire a Trolli que te saque de la casa para no verte jamás y-

—Necesito que me ayudes a confesarle mis sentimientos a Raptor— dijo Sparta ignorando lo que dijo Mayo.

—Okey, ¿en que quieres que te ayude?— dijo Mayo interesado en lo que dijo el castaño.

—En confesarle mis sentimientos a Raptor.

—Solo dile que te gusta y ya. Sé tú mismo en decírselo, prepárate con lo que vas a decir… ¡Ah! También dale algo, un ramo de rosas no sé, ¿Chocolates? Igual es normal sentirse nervioso por decirle a alguien que te gusta, el simple hecho de decirle a alguien que nos atrae hace que esa persona se sienta algo nerviosa también— dijo Mayo con una sonrisa triunfadora, como si eso alguna vez le paso en su vida. Lo único que ha recibido de la persona que le gustaba fue un simple “¿oye me puedes decir la hora?”

—Muchas gracias Mayo, ¡lo pondré en cuenta!— Sparta sonrió y se dio media vuelta para irse.

—Espera, ¿cuando se lo dirás a Raptor?— Mayo detuvo al menor.

—Mañana.

—Oh bueno, gracias— Mayo le volvió a sonreír.

Sparta volvió a sonreír y se fue de la habitación del pelinegro.

Lo que no sabía era que Mayo iría a ver su confesión a escondidas hacia Raptor para escribir lo que ellos dos dirían.   

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Hola de nuevo y pasen una feliz navidad y año nuevo ♡