i'm an omega » chaesoo

TRES

LA VERDAD

— ¡Rosie!— La voz de Ji Soo resonó en la cabaña.— ¿Que pasó? ¿Estás bien?— Preguntaba preocupada mientras se acercaba y le colocaba su chaqueta para tapar la desnudez.

— Y-yo... Perdón chicas, no quería preocuparlas...—La chica miraba a sus amigas con arrepentimiento, sabía que se encontraban preocupadas por su pequeña desaparición.— Con sinceridad, debería de decirles algo, pero se que no me creerán...

— ¿Es relacionado con tu desaparición? ¿O del por qué estás desnuda y llena de barro?— Esta vez fue DaHyun quien habló.

— ¡DaHyun! ¡No diga eso, Chae Young hablará!— Dijo Jennie con el ceño levemente fruncido.

— En realidad DaHyun tiene razón Nini... Tiene que ver con todo lo que dijo y es por eso que no estoy segura de que vayan a creerme...

— Esta bien Rosie, nos contarás, pero primero ve a darte un baño y a abrigarte.— Ji Soo interrumpió la conversación para hablarle directamente.— Puedes enfermar si te quedas así.

— Gracias Soo.— Agradeció Chae Young mientras que sonreía amablemente.

— Ven, te acompaño.— Ji Soo ayudo a la menor levantarse del suelo, acompañandola hasta el baño, mientras que le pasaba una manta que había en el sofá de la sala.

Una vez que ambas desaparecieron de la sala, las demás amigas limpiaron el desastre de tierra y lodo que había dentro de la cabaña, impacientes por saber que había sucedido y porque la rubia creía que no le creerían.

Una vez aseada y totalmente abrigada - a petición de Ji Soo- Chae Young y la anteriormente nombrada volvían a la sala, donde sus amigas esperaban a escuchar la historia de la  menor y el porqué estaba en su anterior estado.

Temerosa, Chae Young tomó asiento junto a Jennie, quedando en medio de esta Ji Soo. Sus manos temblaban y su corazón estaba acelerado. No sabía cómo podrían reaccionar sus amigas a su pequeño secreto, pero lo solitaria de una vez.

— B-bueno... — Tomo aire y liberó un largo suspiro para luego comenzar a hablar más tranquilo. — ¿Alguna vez han oído de los cambiaformas? Los alfas, los betas, los omegas...

— Si, he oído de ellos, pero son solo mitos, nada de eso existe. ¿Que tiene que ver contigo?— Dijo Mina.

— Yo... — Su mirada pasó por cada una de las chicas, para luego bajar la vista y finalmente decirlo.— Yo soy un cambiaformas, soy una omega.

Chae Young  los ojos fuertemente, seguramente sus amigas se reirán en su cara, diciéndole que estaba loca.

Sin embargo, nada de eso pasó, una cálida mano acarició lentamente su cabello.

Abrió los ojos lentamente, viendo que sus amigas lo miraban con comprensión y ternura.

— Te creemos Rosie... ¿Por qué no lo dijiste antes?— Dijo Jennie.

— Supuse que no me creerían, no es algo de todos los días.

— Lo sé, tal vez antes no te haya creído, pero luego de tener las pruebas frente a mí, no puedo contradecirte...— Dijo Lalisa.

— ¿Que pruebas? — Chae Young frunció el ceño confundida.

— Cuando llegamos del bosque, habían huellas de un animal en las escaleras, parecían de lodo y habían gotas de agua alrededor, cuando entramos te encontramos a ti, llena de tierra y toda mojada... Era casi obvio, pero a ninguno se le pasó por la cabeza. — Dijo Nayeon, acercándose para acariciar la mejilla de su menor.

— Gracias chicas, gracias por creerme... — Los ojitos de Chaeyoung se llenaron de lágrimas, pero en su rostro habitaba una gran sonrisa que le derretiria el corazón a cualquiera.

Las seis amigas abrazaron a la  rubia que seguía llorando sentada en el sofá, hasta que una pequeña queja del menor los detuvo.

— Ehh... Chicas... Una cosa más...

— ¿Que sucede ?— Dijo Ji Soo.

— Los omegas, cada un mes, tenemos un celo que dura aproximadamente una semana... Nos nublamos completamente, nuestro lado animal sale a la luz, nos comportamos como cachorros y solo buscan mimos, atención y... sexo.

— ¿Y que sucede con eso?— Nayeon levemente incómoda por lo último dicho.

— Pues... He olvidado tomar mis supresores, los cuales he olvidado, y podría decirse que mi celo ha llegado...

— Oh... ¡¿QUÉ?!— Gritaron los chicas.

— Lo lamento, por eso he vuelto antes del bosque, mi abdomen comenzó a doler y mis instintos han salido a flote.

—¿Y que debemos hacer nosotros? ¿Podemos hacer algo?

— Resumiendo, cuando estoy en mi celo no llego a necesitar relaciones sexuales, con un simple baño de agua fría bajaría mi calor, aunque eso sucede los últimos días. En los primeros me comporto como una cachorra, necesito que me cuiden y me mimen mucho, no puedo hacer nada solo, quiero que me alimenten que me bañen, que me arrullen para dormir y que no me dejen sola.

— No parece tan difícil... Y... ¿Cuando comienza tu celo?

— Mañana. — Dijo con una sonrisa inocente.

Y las seis chicas casi caen desmayadas.

por favor avísenme si me equivoco