Soy Uriel Septim VII. He sido el Emperador de Tamriel por 65 años.
Tome el trono después de suceder a mi padre cuando este murió, en el año 368 de la Tercera Era, yo en ese entonces tenía 22 años. Una buena edad para heredarlo.
En esos momentos el Imperio estaba en un proceso de unificación de las provincias para formar un estado confederado. Tuve que continuar con las políticas que había impuesto mi padre, tanto pacíficas y violentas, para mantener al Imperio unido.
Las primeras décadas de mi reinado se caracterizaron por la expansión y consolidación del Imperio, especialmente al este, en las zonas de Morrowind y Ciénaga Negra, donde mi poder como Emperador estaba limitado.
La cultura del Imperio era débil y las tradiciones de los nativos estaban muy enraizadas, por lo que sus habitantes se negaban a ser asimilados. Durante ese periodo encontré un firme apoyo de mi consejero Jagar Tharn, un mago guerrero imperial que, además de poderes arcanos, me proporcionaba buenos consejos.
Además, como todo buen emperador, necesitaba tener una emperatriz. Que estupidez.
Me case con la princesa Caula Voria, no fue un matrimonio tan idílico. Si bien era una mujer hermosa, encantadora y muy querida por el pueblo. Eso solo era una fachada.
En privado era todo lo contrario: arrogante, egoísta y ambiciosa. Me vi subyugado a esa relación y no tienes idea cuánto lo lamente. Ella se sirvió de su feminidad para atraparme y en cosa de nada comprendí el gran error que cometí y cada día que pasaba mi desprecio por ella no hacia otra cosa sino crecer.
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TES IV: Crisis de Oblivion
FanfictionFanfic de la trama principal del videojuego The Elder Scroll IV: Oblivion.