Mónica.
Me llamo Mónica Luna y partir de hoy leerás mi historia.
Soy mexicana nací y crecí en Monterrey, Nuevo León, orgullosamente regia, estudié en la universidad de la UANL en el campus ciencias de la salud, la carrera de psicología.
Tengo veinte tres años y estoy felizmente casada con el amor de mi vida Alex Castillo, también de mi ciudad, él es fármaco biólogo y uno muy bueno, a decir verdad.
Hoy es mi primer día de trabajo en el más avanzado hospital de Canadá the medical psicología center, me esforcé por entrar aquí desde que tengo uso de razón, siempre tuve claro que quería estudiar psicología clínica y múltiples diplomados y estoy aquí a punto de salir de mi nuevo departamento aun lleno de cajas que no hemos desempacado porque llegue hace unos días aquí y Alex se quedó cerrando unos tratos para vender nuestro antiguo departamento.
Él debe venir ya en camino para acá en el avión y llegara cuando yo ya esté en mi trabajo.
Él es increíble el hombre de mi vida, desde niños convivimos mucho con nuestras familias, mi familia me adopto cuando tenía 6 años, sus padres y mis padres eran mejores amigos y ellos me recibieron como si fuera de su familia en cuanto llegue, soy huérfana y no se sabía ningún tipo de información de mi familia biológica, pero no hizo falta, mi familia adoptiva los Luna fueron los mejores padres que pude pedir.
Mis padres adoptivos murieron en un accidente automovilístico hace 2 años, me hubiera gustado despedirme, pero la vida me los arrebato antes de un último adiós y aun lucho por seguir adelante.
Termino de arreglarme con una camisa blanca, falda negra tuvo pegada hasta mis rodillas, tacones negros y me hago una coleta alta con mechones rubios rebeldes, me maquillo de manera natural, me pongo mi cubrebocas y mis lentes.
Tener que usar el cubrebocas es lo más fastidioso posible llevamos mucho tiempo en pandemia por Covid-19 y será difícil trabajar en un hospital con todas las medidas, pero no será imposible.
Cuando coloco mis lentes inmediatamente mis lentes se empañan por mi respiración y esto pasa cada maldita vez que respiro y es algo a lo que me tengo que acostumbrar y resignar.
Cuando me quito del espejo me rio de mí misma parezco más una secretaria que una psicóloga, pero espero que me den algún uniforme o digan de qué manera vestir dentro del hospital.
Doy la vuelta para tomar mi abrigo y salir de mi cuarto y tropiezo y me voy de bruces contra la pared ciego aplastando mi brazo.
-Chingad* madre!!-Grito presa del dolor.
Se que me quedaran hematomas por mi piel tan blanca y por tremendo impacto.
Bufo y me pongo de pie, camino rápido y salgo rápido de mi departamento, no puedo llegar tarde justo mi primer día.
Es epoca de otoño asi que es necesario el abrigo , soy una persona muy friolenta y odio el frio.
Camino rápido en busca de un taxi ya que mi auto esta aun en Monterrey, amablemente un señor de avanzada edad se detiene y me lleva a la dirección indicada.
Eh notado que estos taxistas no son nada conversadores como en mi cuidad donde por cualquier razón te cuentan hasta porque se divorciaron y que hicieron de comer ese día, supongo que los mexicanos tenemos ese toque parlanchín y ellos no.
Llego a el hospital y suspiro avanzando por el jardín con una fuente de agua afuera y puertas enormes de cristal al igual que las ventanas, es de múltiples pisos.
El primer piso es la recepción y sala de convivencia familiar para aquellos que se internan y tienen visitas.
El segundo es atención clínica para aquellos que se dañan de alguna manera o sufren algún desorden en su salud ahí trabajan tanto enfermeras como neurólogos y médicos generales.
El tercer y cuarto piso es el piso de los psiquiatras donde reciben atención médica especializada los pacientes internados y los psicólogos tenemos el último piso el quinto que realmente casi no lo utilizan por lo que he escuchado ya que son los que se pasean de aquí y halla brindando tanto fuera como dentro atención a los pacientes.
Aquí todos tanto médicos como otro tipo de personal de la salud excepto secretarias trabajamos 32 horas seguidas como guardia y salimos en un descanso de dos días.
Realmente tienes que ser amante de tu carrera para soportar tanto tiempo exigido por eso es por lo que es el mejor centro del país en esta especialidad.
Cuando entro la secretaria me da indicaciones sobre mi primer día y cosas que debería saber en general y voy por las escaleras en vez de usar el asesor para así poder observar todo con mejor atención.
Pasa todas las plantas observando todo con cuidado de no tocar mucho por la contingencia y cuando voy por el cuatro pasillo a punto de subir a mi área me entra una llamada de un numero desconocido y la rechazo, en México nos hacen desconfiados, tanto que desconfías hasta de tu sombra estando alerta con todo.
Sigue insistente y decido contestar, hubiera deseado no haberlo hecho, hubiera deseado quedarme sin escuchar aquellas palabras que serían mi ruina.
-Su marido Alex Castillo ha fallecido hace una hora el avión en el que iba colisiono y no lo logro-Habla el oficial de policía. -Lo lamentamos mucha señora se hizo todo lo que pudo.
Deje de escuchar todo a mí al rededor, escuchaba solo un sonido sordo, mi corazón se me quería salir del pecho, mi cabeza zumbaba y mis lentes se empañaron tanto que cuando intente correr por alguna razón choque con un pecho duro, caí al piso de nuevo y solo me quede ahí sollozando y ahogándome por no poder respirar bien, no supe donde quedo mi teléfono ni en el momento en el que unos brazos fuertes me levantaron y sentí un pinchazo en el brazo.
Lo último que escuche fue como un hombre decía.
-Denle 0,25 mg de clonazepam, está teniendo un ataque de pánico.
-Pero doctor no sabemos si es alérgica. -Una voz femenina lo contradigo.
Yo solo lo me hundí en la oscuridad y los ultimo que vi fueron unos ojos color cielo.
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Bueno espero y les guste, empezamos fuerte jejeje.
Recuerde que escritora no soy solo trato de plasmar mis historias que creo cuando me dan crisis existenciales o me da insomnio así que....
Si ven faltas de ortografía por favor comenten.
Besitos.
Majo fuera.
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Shouganai
RomanceCuando te sientes solo y no quieres hablar con nadie en una fría noche, recuerda que la luna siempre está contigo, a veces no las veras por la niebla, por las nubes o alguna cosa que la oculta de tu vista, pero sigue estando ahí brillante y hermosa...