🍰 Capítulo cinco 🍰

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Desperté gracias a los molestos rayos de sol que traspasaban las cortinas, dando la luz directamente en mi rostro y algo molesto por eso me cubrí completamente con el cobertor, estire mi mano buscando a mi dulce omega para acercarlo a mi y poder esconder mi rostro en su lindo cuello pero lo único que encontré fue su lugar vacío haciendo que de mala gana abriera mis ojos y lo buscará con la mirada por toda la habitación y al no encontrarlo me termine levantando de la cama.

Salí de la habitación dispuesto a volver a la habitación con Jimin y dormir gran parte del sábado junto a él.

Baje las escaleras con calma escuchando el refrigerador ser cerrado y en silencio me acerque a la cocina, asome mi cabeza por el marcó de la puerta, encontrando a mi pequeño omega comiendo en silencio un bote de helado de vainilla, estas últimas semanas la nevera se había llenado de mucho helado de vainilla y fresa, ya que este se había vuelto el antojo más común de Jimin, junto con los pastelitos que tanto le gustaban...

Y sin darme cuenta me encontré sonriendo como un tonto mientras lo miraba saborear aquel helado como si fuera lo más rico del mundo, las comisuras de sus labios estaban llenas de helado y eso lo hacía lucir jodidamente tierno.

—¿Sabes que eres adorable, verdad?— Pregunté dandome cuenta de que lo había asustado pues dió un pequeño brinquito al escucharme.

—No soy adorable— Un pequeño y muy tierno puchero se formó en sus labios los cuales bese una vez estuve a su lado.

—Claro que si— Dije con una sonrisa haciendo que Jimin suspirara y acariciara su pancita delicadamente.

Parecía estar molesto.

—¿Podemos hablar?— Preguntó mirándome de una forma seria y antes de que pudiera preguntar que era lo que pasaba él agregó: —Es sobre el aroma de anoche.

Suspiré levemente y asentí al recordar lo de anoche, creí que Jimin lo había olvidado, yo lo había hecho.

—Pequeño no hay nada de que hablar sobre eso, anoche te lo dije, hay demasiados omegas en mi trabajo y...

—Y sus aromas se pueden quedar en ti, lo sé— Me Interrumpió volviendo nuevamente su mirada a el helado que se encontraba frente a él para comenzar a picarlo con la cuchara. —Pero ese feo aroma a estado toda la semana en ti, cada que llegas a casa ese aroma viene contigo— Murmuro haciendo que riera levemente ganandome su mirada llena de molestia.

—¿Crees que te engañó?

—Si— Respondió al momento cruzándose de brazos. —¿Lo haces, cierto?

Jimin me miró fijamente para luego presionar mi pecho con su dedo índice de una forma acusadora y amenazante o al menos eso es lo que intentaba, ya que realmente se veía demasiado adorable, aún cuando estaba totalmente molestó conmigo y probablemente quisiera asesinarme con la cuchara de helado entre sus manos.

Así que negué con mi cabeza al ver que me miraba fijamente esperando mi respuesta.

—Claro que no, yo nunca haría algo como eso— Respondí tomando su rostro entre mis manos, acariciando sus mejillas con mis pulgares de una forma delicada.

—No te creo— Habló quitando mis manos de sus mejillas de una forma algo brusca, haciéndome suspirar pesadamente.

—Bien. ¿Quieres saber de quién es el aroma, verdad?— Jimin asintió al instante. —El aroma es de un chico...

—¿Omega?— Me Interrumpió con su ceño fruncido y sus ojos entre cerrados.

—Si, acaba de llegar a la compañía... Es nuevo así que Hoseok me pidió que le ayudará con lo que se le dificultará.

—Pues se le dificultan muchas cosas, ¿no?— Reí al escucharlo y al verlo levantarse totalmente enojado de la mesa lo tome de sus manos antes de que se fuera para atraerlo a mi y sentarlo en mis piernas.

—Eres lindo cuando estás celoso— Hablé acariciando su cabello haciendo que Jimin negara rápidamente con su cabeza y manos.

—Oh no, no estoy celoso alfa tonto... Solo era curiosidad, aparte tú dijiste que podía decirte cualquier cosa que me molestara... Y eso lo hace, y mucho— Musitó llevando sus manos a mis hombros para comenzar a dejar pequeñas caricias en estos mientras miraba mi cuello con atención haciendo un lindo puchero al ver que la "marca" que me había hecho hace unos meses atrás ya había desaparecido. —¿Por qué no me lo habías dicho?

—No quería que te hicieras ideas erróneas, aparte con tus "pequeños" cambios de humor gracias a este cachorro— Acaricie su redondito abdomen haciendo sonreír a mi omega. —, pense que podrías tomarlo realmente mal, sólo no quería hacerte enojar o preocuparte— Hablé entrelazando mi mirada con la suya haciendo que él escondiera su rostro en la curvatura de mi cuello tímidamente. —Jimin, ¿Sabes que nunca te engañaría, verdad?... Apesar de que el chico constantemente me coquetee— Reí al sentir un golpe en mi hombro por parte de mi omega.

—¡Eres un tonto!

—Lo soy— Lo aleje de mi cuello tomándolo de sus mejillas para hacerlo mirarme. —Pero tú más que nadie sabes que este tonto te ama demasiado, Park Jimin

Él asintió con una amplía sonrisa al escuchar aquellas palabras y rozó la punta de su naricita con la mía.

—Lo sé...— Dijo suavemente dejándo un casto beso en mis labios. —Te amo Min YoonGi.

Un dulce embarazo 🌸 Y.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora