🌸 Capítulo cuatro 🌸

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POV YoonGi.

Caminaba hacia casa con una cajita de fresas entre mis manos para Jimin, estaba agotado había sido un día largo en la oficina y ahora sólo quería tener a mi omega entre mis brazos y que su aroma me relajara y tranquilizara, mientras yo acariciaba su abultadito abdomen.

Realmente me sentía el hombre más feliz del mundo, algo cansado pero feliz al saber que formaría una pequeña familia con Jimin.

La noticia de su embarazo me había hecho tan jodidamente feliz, el saber que sería padre me llenaba de demasiada alegría y emoción...

Pero ahora también tenía miedo, estaba preocupado al igual que algo frustrado, y no por el bebé, sino por mi omega, sabía que Jimin se sentía decaído, aunque no me lo decía pero lo podía sentir por nuestro lazo...

Creía que nuestra relación era buena y él tendría la confianza para poder contarme todo lo que le molestaba y pasaba después de haber hablado hace unas semanas sobre los cambios de su cuerpo y lo mucho que lo incómodaban estos, pero ahora sentía que él no tenía la más mínima confianza para contarme lo que le sucedía.

Tenía miedo de que se arrepintiera de ser mi omega y de llevar a mi cachorro en su vientre...

Solte un gran suspiro al abrir la puerta y al momento mis miedos se dispersaron al ser embriagado por el dulce aroma de Jimin, su aroma era tan dulce y relajante para mí, normalmente los aromas dulces me empalagaban demasiado al punto en que se me hacían desagradables pero con el aroma de Jimin sólo quería impregnarme una y otra vez...

Mire a mi omega hecho bolita en el sofá con un bote de helado de vainilla, ya vacío, sobre la mesa de centro de la sala y unas cuantas envolturas de los pastelitos que Jimin amaba tanto, y ahora en su embarazo mucho más, tiradas hechas bolita al lado del cubo de basura y algunas tiradas al lado del sofá.

Me acerque a él y dejé la cajita con fresas en la mesa de centro para después darle un pequeño beso en su mejilla, sonriendo al ver lo adorable que se veía durmiendo.

Acaricie su pequeña pancita con demasiada delicadeza y cuidado por sobre su ropa ya que no deseaba despertarlo y ponerlo de mal humor pues con el embarazo su humor comenzaba a ser un poco cambiante, pero al parecer no sirvió mucho que fuera cuidadoso para no despertarlo pues Jimin terminó despertando.

-YoonGi llegaste...- Murmuro suavemente y llevo sus pequeñas manitas a sus ojitos para tallar estos tiernamente y luego estirarse mientras bostezaba. -Te extrañe- Tomo mis mejillas entre sus manitas y rozo sus labios con los míos mientras yo continuaba acariciando su pancita, dejé un corto beso en sus labios.

-Tambien te extrañe, bebé...- Nuevamente le bese y Jimin sonrió cálidamente alejando suavemente mis manos de su vientre.

-¿Quieres cenar?- Pregunto mientras se levantaba del sofá. -Hay algo de kimchi iré a calentarlo y...

-No. Yo lo hago pequeño, tú no te esfuerces- Lo tome de sus manos y hice que volviera a sentarse en el sofá, él me miró con una sonrisa divertida en su rostro.

-Yoonie sólo iré a la cocina, y calentare el kimchi en el microondas y luego te lo traeré- Negué a sus palabras.

-Sigue siendo mucho esfuerzo para ti- Me levanté del sofá y mire a Jimin hacer un puchero, tome la cajita con fresas entre mis manos para dárselas a Jimin el cual las tomo casi al instante y sonrió tiernamente al ver las fresas.

-Gracias Yoonie... Pero, ¿no crees que estás siendo muy sobreprotector conmigo? Puedo hacer todo perfectamente- Hablo tomando una de las fresitas que se encontraban en la cajita para poder comerla.

-No soy sobreprotector, es sólo que eres mi hermoso omega y estás cargando con nuestro cachorro, sólo estoy cuidando de ambos eso no es para nada ser sobreprotector- Bese sus esponjosos labios para luego ir a la cocina antes de que Jimin dijera algo más y se negara a que lo cuidara.

Sabía lo cansado que él se sentía y yo no quería molestarlo más.

-¿Bebé quieres que te prepare algo?- Pregunté desde la cocina y al momento escuché un "No" de Jimin.

Y no tardo demasiado en que el kimchi estuviera dentro del microondas dando vueltas y vueltas hasta que los minutos en este terminaron, lo tome entre mis manos y volví a la sala encontrando un sofá sin mi omega.

-Jiminnie- Le llame mientras dejaba el plato de kimchi sobre la mesa de centro para luego subir las escaleras y ir a nuestra habitación encontrando a Jimin en el baño de está vomitando las fresas que había comido.

Me acerque a su lado y al momento Jimin me tomo de mis manos para acercarme a él.

-Abrázame- Pidió una vez las arcadas pararon al igual que el vómito y abrían paso a el llanto de Jimin haciendo que al momento lo atrajera a mí y las manos de Jimin me rodearon al instante con fuerza, escondió su rostro en mi pecho para luego de unos segundos alejarse. -Hueles feo- Hablo con evidente desagrado para luego correr fuera del baño.

Tome mi camisa levantándola un poco para olerla buscando otro aroma que no fuera el mío mezclado con el de Jimin, suspiré levemente y jale la cadena del inodoro para luego salir del baño y ver a Jimin hecho bolita entre las sábanas.

Me acerque a Jimin y lo abrace por debajo de su camisa, acaricie su abultadito abdomen haciendo que Jimin quitará mis manos de su pancita.

-Déjame en paz, me siento mal...- Hablo con molestía alejándose un poco de mi.

-No estoy haciendo nada malo, solo acaricio a nuestro hijo...- Respondí acercandolo nuevamente a mi, y dejé un corto beso en la marca de su cuello y nuevamente volví a acariciar su vientre.

-Tienes el olor de otro omega- Volvió a alejar mis manos de su vientre.

-Claro que no

-Claro que si, mentiroso- Contesto dándose la vuelta para quedar frente a mi y cruzarse de brazos.

-Jimin hay demasiadas omegas en mi trabajo... aveces ellas se acercan a mi, sus aromas pueden quedarse en mi ropa en ocasiones...

-No. Es diferente por que...- Jimin iba a hablar más pero su voz se quebró y nuevamente comenzó el llanto haciendo que al momento lo atrajera a mí para abrazarlo.

-¿Por qué es diferente, Jiminnie?- Pregunté acariciando suavemente su espalda.

-Por nada, olvídalo...- Jimin escondió su rostro en la curvatura de mi cuello.

-Bien, no te obligaré a decirme... Pero, ¿sabes que puedes decirme cualquier cosa que te moleste, verdad?

-Si, lo sé...- Hablo suavemente, al parece su llanto ya se había detenido. -Puedes quedarte conmigo hasta que me duerma... Después puede ir a cenar- Dijo casi en un murmuro mientras acomodaba su cabeza en mi hombro y cerraban sus ojitos.

-Claro mi pequeño

-¿No me dejaras verdad?- Negué con mi cabeza al escucharlo.

-Claro que no, estaré aquí contigo Jimin- Respondí mientras lo acostada en la cama para luego acostarme junto a él.

-Te amo- Jimin dejo un pequeño beso en mis labios, y no tardo demasiado en quedarse profundamente dormido.

Lo admire en silencio por unos minutos hasta que poco a poco mis ojos se cerraron.

Un dulce embarazo 🌸 Y.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora