Capitulo 5

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el tiempo era extraño en este lugar, no pasaba ni lento ni rápido en esta cúpula amatista el tiempo parecía estancado, el polvo se podía observar posarse sobre los civiles imperturbables como si de estatuas se tratasen reflejando una escena trágica, solo el continuo vaivén de las llamas que los rodeaban le recordaba a Aizawa que esto no era una escena de un museo y esas estatuas no eran solo decoraciones

sabia que esta era situación peligrosa la falsa sensación de seguridad que el quirk ofrecía solo lo motivaba a levantar mas su guardia, no sabia en que momento el niño podía debilitarse y el edificio continuaría con el colapso

sabia (por el reloj que llevaba en su muñeca) que los rescatistas no tardarían en llegar al epicentro de la explosión y con suerte podrían sacarlos de esta lugar brindando ayuda al niño

pasados unos minutos pudo escuchar ruido proveniente de una de las paredes de la cúpula morada, sabia que eran los héroes de rescate

la esperanza floreció en su pecho solo para ser cruelmente aplastada cuando diviso como trece en un intento de acercarse a un de los civiles fue brutalmente atacado por la llamas que conformaban la cúpula ¡¿tenia autodefensa?!

varios profesionales lo intentaron sin ningún resultado al parecer todo aquello que intentara acercarse a la cúpula era rechazado de forma violenta lo que impedía seguir con la labor de rescate dado que la misma cúpula obstruía el poder retirar los escombros mas cercanos y peligroso para los civiles o que a su vez la volvía necesaria atando los pies y manos de Shota al no poder utilizar su quirk en el niño sin posibles victimas

la situación se estaba volviendo delicada no había mucho que se podía hacer, este y muchos otros pensamientos parecidos corrían en su cabeza cuando un sonido tintineante lo saco de sus pensamientos , era su teléfono (el cual misteriosamente tenia señal) sonando, lo saco de su bolsillo para revisar quien era

era el director de UA nezu, quien de alguna forma extraña tenia su numero de teléfono además de saber su ubicación, agito la cabeza no era el momento de prestarle atención a esas cosa, deslizo la llamada y coloco el teléfono en su oído rezando a cualquier deidad que la rata, oso o perro tuviera una idea que los sacara de esto

buscando la libertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora