Heaven ; Draco Malfoy [+18]

Capítulo 60

Después de comer aparecieron mis padres con Lucius y nos pidieron que fuéramos con ellos. No me gustó la forma en que mi madre evito mi mirada y la forma en Narcissa nos miró. Draco se levantó primero y siguió a su padre por los pasillos, nunca entenderé el respeto que le tiene Draco a su padre. Me levanté y seguí a mis padres e intenté preguntar que pasaba porque tenían cara seria per la única respuesta que obtuve fue una mirada de mi madre para que continuara en silencio.

Llegamos a una habitación oscura con una mesa larguísima y muchas sillas, por lo menos ahí se harían reuniones de 25-30 personas y supuse que tipo de reuniones.

-Sentaros por favor - dijo Lucius indicándonos dos sillas en frente de la suya y la de mi padre. Narcissa y mi madre se quedaron de pie detrás de ellos.

-¿Que pasa? - pregunté pasando la mirada de mi madre a la de Draco pero ambas me la apartaron.

-Bueno - empezó a hablar mi padre - como bien sabéis los dos Voldemort ha vuelto, y ahora es más fuerte que antes. Ha descubierto una nueva arma con la que luchar pero muy difícil de conseguir, por eso ha pedido ayuda a sus seguidores más fieles. - no me gustaba el rumbo de está conversación, sentía que el aire se iba atascando en mis pulmones.

-Voldemort - continuó Lucius - está más enfadado que nunca. Al regresar se ha dado cuenta de que muchos de sus seguidores han sido encarcelados como nuestra querida Bellatrix Lestrange - de querida nada, esa mujer ha matado más gente de la que me puedo imaginar pensé - por lo tanto, necesita buscar y reclutar más y nos ha dejado a cargo de eso a Stefan y a mi.

-Lo hemos estado reflexionando muchísimo, desde un principio dijimos que no, sobre todo vuestras madres. -levanté la mirada hacía mi madre y Narcissa y las dos estaban cogidas de la mano haciendo su mejor esfuerzo por no llorar - El problema es, que Voldemort está muy necesitado de seguidores y de gente que le haga el trabajo dentro de Hogwarts, a pesar de tener a Snape de espía no le es suficiente. Y, ha llegado a la conclusión de que vosotros sois los candidatos ideales para empezar a ser mortífagos y sus espías dentro de Hogwarts - lo dijo como si fuera la mejor noticia que nos habían dado, como si nos tuviéramos que sentir orgullosos de haber sido elegidos, pero nada de eso.

Inconscientemente mi mano se movió por debajo de la mesa para coger la de Malfoy, pero él la apartó. Ladeé la cabeza con lagrimas en los ojos, no podía creerme que con 17 años nos estuvieran obligando a ser mortífagos y a saber qué más. Draco estaba totalmente quieto mirando a la mesa mientras que a mi la habitación cada vez se me hacía más pequeña y me faltaba el aire, no podía soportarlo, acababan de arruinarme la vida y ni siquiera se habían dado cuenta. Intenté volver a coger la mano de Draco, lo necesitaba, necesitaba sentir esa seguridad que me daba el, pero la volvió a apartar. No me importó, volví a intentarlo y al final cedió, me cogió la mano y entrelazo sus dedos con los míos mientras ejercia fuerza. Me cogía la mano con miedo a que me fuera.

Podía escuchar como nuestras madres lloraban en silencio, intentando hacernos sonrisas como si todo fuera a ir bien.

-¿Tenemos alguna misión ya? - preguntó de repente Draco.

-Me alegra que me preguntes eso Draco. -dijo Lucius con una sonrisa triunfante - Pues si, vuestra primera misión es espiar a Harry Potter.

-¿ A Harry Potter, enserio? - preguntó Draco con mi mano aún sujeta.

-Si hijo si. -explicó Lucius. - Voldemort está preocupado porque últimamente esta teniendo unas visiones muy raras y piensa que podría estar relacionado de alguna manera con Harry. Quiere que lo vigiléis y le entreguéis un informe cada mes.

-¿Se lo tendremos que entregar en persona? - pregunté yo mientras apretaba aún más fuerte la mano de Draco.

-Si cariño, es una elección de nuestro señor. No podremos acompañaros. Pero bueno, ya no sois bebes. - dijo mi padre con un deje de alegría. Se alegraba, el se alegraba de que me hubieran elegido. Estaba orgulloso.

-¿Cuándo nos harán la marca? - pregunté con tanto miedo que Draco lo noto y puso su otra mano encima de la mía para intentar calmarme. -¿Como mierdas esperáis que tapemos una puta marca que ocupa todo el antebrazo en VERANO? - pregunté medio llorando y escuché a mi madre sollozar.

-La ceremonia tendrá lugar el día 20 de Agosto, aún tenéis tiempo de asimilarlo y de intentar practicar oclumancia. - contestó Lucius ignorando completamente mi otra pregunta.

-Olivia cariño, Draco es un gran oclumante seguro que no tiene inconveniente en ayudarte en eso. - dijo mi padre mirando a Draco casi con una mirada amenazante.

-Por supuesto esto no podéis contarlo a vuestros amigos, sería un grave problema y nuestro señor tendría que castigaros. -comentó Lucius. -Así que, cuando salgáis le diréis a Pansy que está reunión ha sido para concertar vuestro matrimonio, ya que las dos familias pertenecemos a los 28 sagrados y tenemos tanta relación. Fin de la conversación, ahora Stefan y yo tenemos asuntos que atender.

Lucius y mi padre se fueron comentando lo orgullosos que estaban de que fuéramos los elegidos, de la gran sorpresa que se llevaron cuando Voldemort se lo comentó. Pero Draco y yo seguíamos sentados mirando a un punto fijo y con las manos cogidas.

-Escuchad... - empezó a decir mi madre - sabemos que esto no es lo que habías planeado para este curso pero...

-Ja, no me digas. Claro que no mamá, ninguno de los dos había pensado que este curso iba a ser el principio de una vida de miseria, de una mierda de vida y de una vida de obligaciones. Pero a papá parece darle igual. - no la deje acabar.

-Olivia..., de verdad que lo sentimos mucho. Tu padre también está preocupado pero lleva siendo seguidor de Voldemort mucho tiempo y si no hacemos caso nos matará - explicó mi madre.

-HMM, que animos - dijo Draco medio riendo.

-Escuchad - continuó Narcisa - sabemos que esto va a ser difícil, incluso más de lo que pensáis pero por favor no os alejéis el uno del otro. Este curso más que nunca os necesitáis, necesitáis el apoyo y el cariño que os podéis dar. Os necesitáis, así que por favor permaneced juntos este curso, protegeros y quereros.

Draco y yo salimos de la habitación pálidos y entramos a mi cuarto donde se encontraba Pansy tirada en la cama.

-Por fin... pensaba que no os volveri... ¿Quién se ha muerto? - preguntó mirándonos con preocupación. No me extraña, Draco y yo estábamos pálidos y afligidos.

Me eché a reir intentando disimular. -Nadie Pansy nadie, es solo que... - intenté explicar pero no me salían las palabras.

-¿Adivina a quién voy a tener que soportar hasta el día que me muera porque así lo han decidido nuestros padres? -soltó Draco de repente.

-¡NO ME JODAS! - gritó Pansy. -¿Vais a casaros?

-NI. UNA. PALABRA. AL RESPECTO. - le advirtió Draco tumbándose encima de la cama de Brooke y pasándose el brazo por los ojos.