Capitulo 46

1.1K 49 1
                                    

Mañana empezaba el Torneo de los tres Magos, no sé porque tenía una sensación de angustia, como si algo malo fuese a pasar. Pero eso era imposible, Dumbledore era quien lo controlaba todo, a demás, las pruebas no serán para tanto, ¿no?

Me desperté a las 8 para ducharme ya que tenía que estar a las 9 en el despacho del profesor Moody para el castigo, castigo que para desgracia era junto a Draco. No volvimos a hablar en toda la noche sobre lo que paso y la verdad es que lo agradezco. Me siento demasiado mal por haber besado a otro chico horas después de haberlo dejado con Cedric. Cedric, otro asunto que tengo que resolver. No quiero que estemos mal entre nosotros, le tengo demasiado cariño como para saber que me odia.

Baje a la sala común para buscar a Draco e ir juntos, pero él no estaba allí, así que me fui hacia el despacho yo sola. A medida que me iba acercando al lugar la piel se me ponía de gallina y los músculos de mi cuerpo se tensaban. Tenía demasiado miedo, el profesor Moody es famoso por los crueles castigos que impone, Merlín sabe que querrá hacernos a nosotros después de haber usado una maldición imperdonable.

- ¿Asustada Klaine? - me susurró Malfoy en el odio mientras se ponía a mi lado. En cuanto note su aliento en mi cuerpo mis músculos se relajaron automáticamente, cosa que no entiendo ya que de normal me pongo más tensa de lo que estoy. Pero ahora, ahora sentía seguridad estando con él.

- ¿Tú no? - pregunte incrédula. Por muy hombre que sea es imposible no tenerle miedo a ese señor. Solo con la mirada de su único ojo puede hacer llorar a cualquier persona, incluida Draco, estoy segura.

- No será para tanto. - dijo él relajado. ¿Es en serio que no tiene miedo?

Llegamos al despacho y cuando Draco levanto la mano para tocar a la puerta está de abrió de repente dejándonos ver al profesor Moody de espaldas a nosotros.

- ¿Preparada? - preguntó Draco mirándome fijamente y con una sonrisa de lado.

- Eso creo - intente fingir una sonrisa pero fue imposible, mi voz se corto al decir eso y yo empecé a temblar.

El profesor Moody se dio la vuelta dejándonos ver en la mesa dos tarros con dos criaturas mágicas encerradas: un Bowtruckle y un Escarbato. ¿Nos iba a hacer cuidarlas? ¿Este era su castigo? Draco y yo nos miramos sin poder creerlo, supongo que el estaría pensando lo mismo que yo.

- Señor Malfoy y señorita Klaine, gracias por ser puntuales, siéntense. - dijo el profesor calmado. Esto no me gusta, el nunca está calmado. - Puesto que les ha gustado usar una de las maldiciones imperdonables y no han dudado en lanzársela a una persona de carne y hueso, supongo que no les importará volverlo a repetir, ¿cierto? - preguntó con una sonrisa diabolica.

- Señor, ¿nos está pidiendo que volvamos a usar las maldiciones imperdonables en una persona? - preguntó Draco tragando saliva.

- No señor Malfoy, en una persona no, en estas criaturas. - dijo señalando la mesa donde se encontraban los dos botes mostrando a las dos criaturas intentando escapar y llorando.

- Pero eso está prohibido - respondí yo. No podía hacer daño a esas cositas.

- Tambien estaba prohibido cuando se la lanzaste a Astoria y no dudaste en hacerlo - continuó Moody.

- Pero señor, eso era diferente... - intentó explicar Draco pero Moody lo interrumpió.

- Ni diferente ni nada, os he salvado de estar expulsados de Hogwarts y habéis aceptado mi castigo. Y mi castigo es este. O utilizáis las tres maldiciones imperdonables en estas criaturas u os expulsan de Hogwarts. - dijo yéndose a sacar a las criaturas del bote, las pobres estaban temblando.

Heaven ; Draco Malfoy [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora