Carta 2 "La cafetería"

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Recuerdo como si hubiese sido ayer el día en que Tweek y yo nos vimos por primera vez. Fue hace dos años atrás.

Todo sucedió un martes por la tarde. Yo me encontraba sentado en una de las delicadas mesas de madera posicionadas dentro de una pequeña y elegante cafetería del centro. No estaba solo, estaba acompañado por una cita de Tinder. Era un hombre apuesto, sus ojos eran celestes, como el cielo, y sus cabellos rojizos y ondulados desplegaban una exquisita fragancia. Merendamos y conversamos amablemente. Ya saben, la típica charla que uno tiene al inicio de toda relación ¿A qué te dedicas? ¿Cuáles son tus pasatiempos? ¿Tu color favorito? ¿Tu comida preferida?

Pero, por alguna extraña razón (que hasta el día de hoy no comprendo) aquel muchacho decidió irse de pronto. Abandonando nuestra primera cita. Abandonándome a mí.

Todo aquello me produjo una gran angustia. Pero, no me mal interpreten (por favor), no fue su culpa, él había sido muy amable y cortés conmigo. Lo que sucedió es que yo ya llevaba sumando una gran lista de citas fallidas y, añadir una más, hizo que me sintiera un verdadero fracasado. ¿Qué había de malo en mí? ¿Qué estaba haciendo mal y no me daba cuenta? (Aún no lo sé).

En ese entonces, Tweek no me conocía (yo tampoco a él) no sabía quién era, pero, de todos modos, él pudo notar mi tristeza y soledad. Se acercó a mí con un gran trozo de pastel de chocolate y fresas. Me sonrió amablemente y me dijo "La casa invita". Le agradecí.

Yo jamás había visto nada semejante (se los puedo jurar). Sus ojos verdes, llenos de destellos de luz; sus pestañas largas y arqueadas, sus mejillas rosadas, sus cabellos dorados y alborotados. Déjenme admitir que, Tweek, parecía un ángel.

Luego de aquel breve intercambio, no pude dejar de seguirlo con la mirada. Estaba alucinado con su apariencia y su amabilidad. Si yo creyera en el amor a primera vista, diría que me enamoré de él en ese instante.

Quería saber más ¿Quién era ese rubio de deslumbrantes ojos verdes? ¿Cuál era su nombre? ¿Cuantos años tenía? ¿Por qué me había obsequiado aquel trozo de pastel? ¿Yo le habría gustado? ¿Sólo quiso ser amable conmigo? Miles de interrogantes colapsaron mi mente. Pero, (algo puedo asegurarles) no deseaba quedarme con la duda y, en ese momento, me juré a mí mismo conocer y enamorar a aquel muchacho de alborotada melena.

¿Por qué maté a Tweek Tweak? [Creek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora