Comencé a frecuentar aquella cafetería y, seré totalmente honesto con ustedes, no me importaba ser demasiado evidente. Por lo contrario, quería que aquel joven de rubios cabellos notara mi presencia allí. Quería llamar su atención.
Todas las tardes, al salir de mi trabajo, caminaba hacia dicho local. Me sentaba siempre en la misma mesa, la que estaba ubicada al lado de una gran ventana que permitía observar un pequeño parque con columpios, toboganes y rayuelas de colores.
A pesar de que eran 4 los empleados de dicha cafetería, siempre era Tweek quien me atendía. Con el pasar de los días, pude darme cuenta de que (afortunadamente) yo no era el único interesado allí. Tweek intentaba seducirme. Y no, no es mi ego o imaginación los que están escribiendo en este instante. Tweek realmente deseaba seducirme.
Recuerdo una tarde de lluvia, sólo éramos dos los clientes. Las mesas estaban limpias y nosotros estábamos consumiendo. Tweek no tenía mucho que hacer y, entonces, se sirvió una pequeña rebanada de un extraño pastel (cuyo sabor desconozco) recubierto con una bondadosa cantidad de crema. El rubio comenzó a comer el postre con lentitud y me miró a los ojos fijamente mientras lo hacía. La crema blanca ensuciaba sus labios y él se relamía para limpiarlos. Todo, sin dejar de mirarme a los ojos. En ese instante, su mirada había perdido la ternura que tanto la caracterizaba. Se veía desafiante y seductora. Y ¡por Dios! Que escena fascinante. No podía despegar mi vista de él. Nos estábamos comiendo con la mirada y nadie (absolutamente nadie) más que nosotros lo sabía.
Además, recuerdo que cada vez que yo pagaba mi consumición, Tweek acariciaba mi mano al tomar el dinero. Lo hacía de manera discreta para el resto de los presentes pero, evidente para mí. Sus manos eran suaves y cálidas (aún en los días más fríos de invierno). Tweek coqueteaba conmigo y yo deseaba ser atrapado por su juego de seducción. Me dejaba llevar por cada juego, mirada, palabra y movimiento que él desempeñaba.
Aunque (seré totalmente honesto con ustedes) habían días en los cuales yo me sentía confuso ya que, Tweek, actuaba totalmente distinto de lo habitual para conmigo. Algunas tardes él no me sonreía como de costumbre, no acariciaba mi mano al tomar mi dinero, no me obsequiaba un trozo de pastel o una galleta. Habían días en los cuales yo era un cliente más.
Eran señales confusas para mí. ¿A qué estaba jugando este hombre? ¿Un día estaba interesado en mí pero al siguiente ya no? Comencé a prestar atención a los clientes presentes los días que Tweek, mi amado Tweek, actuaba de manera indiferente conmigo. Sospechaba que, tal vez, él tenía pareja y esos días iba al local a visitarlo. Pero, no noté ningún sujeto en común esas tardes.
Sin embargo, con el tiempo pude darme cuenta que el encargado de la cafetería se encontraba presente esos días (días ausentes de seducción). ¡Eso era! El encargado estaba observando como él trabajaba. No podía seducirme porque podría notarlo y despedirlo. ¡Qué alivio!
Me sentí tranquilo nuevamente.
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¿Por qué maté a Tweek Tweak? [Creek]
FanfictionHola, mi nombre es Craig Tucker y quiero contarles mi historia. Bueno, en realidad una parte de ella. Quiero contarles cómo y porqué, un día cualquiera, maté al amor de mi vida.