The dragon's fortune (Completa)

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Cuando las dragonas se fueron después de charlar un poco con Jennie, la humana miró a Lisa guardando los vestidos en el closet.

— ¿Cómo está eso de que soy la pareja de la señora Edhem? —preguntó Jennie cruzando sus brazos—

— Yo soy la señora Edhem —dijo Lisa tranquilamente— y lo de pareja, solo lo dije para salvarte el pellejo, ellas dos son capaces de comerte, una vil humana cerca de ese gran tesoro, solo imaginate sus reacciones —continuó tranquilamente— y bueno, para que siguieras viva no bastó todo lo que hice, tuve que enlazarte a mi para compartir mi magia y hacer que volvieras a la vida —

— ¿Enlazar? ¿Volver a la vida? —

— Cuando te traje aquí estabas inconsciente, te limpie, cure y te di medicina, pero aún con eso no despertaste, sabrás que estaba muy preocupada, así que cuando sentí que estabas muriendo te enlace a mi como pareja para hacer que por el vínculo mi magia te hiciera despertar —Murmuró sonrojada— Nuestra unión no ha sido formalizada por el lazo carnal, así que ellas te trajeron presas para que estés fuerte y también ropa para que te veas bien —

— ¿Carnal? —

— ¿De verdad quieres que te explique eso? —preguntó Lisa con una ceja alzada— no vamos a tener sexo —Negó y Jennie se sonrojara furiosamente viendo el abdomen marcado de Lisa— para empezar no se que hará mi magia en un humano, en segunda, eres demasiado débil físicamente, en tercera no tienes sentimientos románticos por mi, así que un lazo incompleto se romperá con el tiempo —suspiro pesadamente— por el momento me encargaré de preparar tu comida y tendrás que descansar mientras te recuperas, si tienes algún problema para conciliar el sueño debido a lo que te hizo el maldito no dudes en decirme, puedo usar magia para alterar tus recuerdos y hacer que olvides eso —murmuró transformándose en un dragon que parecía más una serpiente y usar su cola para arrastrar la carne— No pienses que comerás solo verdura, los humanos son omnivoros así que necesitas carne —

— A la orden señora —se quejo Jennie—

Aunque se sentía bien, era cierto que era bastante débil, años sin comer correctamente, ni tener chequeos médicos o algo de ese estilo la habían dejado con secuelas, y si bien Lisa la había curado de las heridas momentáneas, no podía eliminar pro completo el rastro anterior.

Las piernas de Jennie no se tocaban para nada si las juntaba, sus brazos eran finos como una ramita y todo su cuerpo era demasiado delgado en general, quizá tenía algo de musculo, pero posiblemente sólo poco, muy poco.

Simplemente se sentó en la cama admirando la ropa que tenía puesta, el vestido blanco con hilos dorados y adornos de oro se sentía suave, su cabello estaba limpio y trenzado, tras ella había una enorme montaña de oro y gemas, cofres o cosas brillantes, si se miraba a sí misma casi parecería un objeto guardado en la montaña de oro con posesividad.

"Los dragones son posesivos y celosos, codiciosos y territoriales" recordó entonces, a ella también le gustaban las cosas brillantes, las joyas eran su perdición.

Y de repente una enorme joya apareció en su cuello y más en sus manos y pies, como su las estuviera manifestando.

— ¿Ahora puedes verte mejor con oro encima? —jadeo Lisa con la comida en una charola de oro— Esto es una fantasía visual, voy a morir si sigo viendo esto —Negó dejando la charola en el piso antes de huir—

— ¿Y a esta que le pasa? —