ARCANE ONE SHOTS

CAITLYN

-OTRA VIDA-

Estaba sentada al borde de mi cama, mis mejillas mojadas por mis saladas lagrimas mientras estas mojaban el papel que tenia en mis manos, papel que sellaría mi destino. De la nada la puerta se abrió dejando ver a Cait con el mismo papel en manos y se le notaba totalmente furiosa.

- ¿Es una broma? - Se acerco a mí, intente hablar, pero no me dejo y siguió hablando. - ¿Un compromiso? ¿Una boda con el idiota de Simon? - me pregunto.

-Cait...

-Cait nada ¿Desde hace cuánto? ¿Cundo pensabas decírmelo? - arrojo la invitación a la cama mientras tiraba de su cabello con frustración.

-Te lo iba a decir, pero...

-Pero decidiste seguir jugando conmigo

-Déjame terminar! – Le grite con frustración - ¿Crees que yo quiero tener algo que ver con Simon? - le pregunte mirándola.

-No, pero aun así aceptaste el compromiso- me respondió sobando su frente.

-No tenía elección! - le solté con rabia mientras las lágrimas aun corrían por mis mejillas -No sabes lo que es ser de una casa inferior, no sabes lo que es eso por que tu eres una Kiraman, tu madre es parte del consejo, eres amiga de el líder del consejo. Tu puedes elegir a quien amar, tu puedes elegir con quien formar una familia- pase mi mano por mi cabello para volver a sentarme en la cama- pero yo no puedo.

-No te pueden obligar a esto- me dijo dándome la espalda.

-Pueden hacerlo cuando eso significa asegurar el futuro de la casa Widow- me levante y me acerque a ella – Perdóname Cait, sabes que nunca hubiera hecho esto por voluntad- le dije rodeándola con mis brazos.

-Esta hecho- fue lo único que me dijo antes de separarse de mi y comenzar a caminar lejos de mi.

-Cait, espera por favor- le supliqué mientras ella se dirigía a la puerta -Por favor- solté en un susurro cuando la puerta se cerró detrás de ella dejándome sola en mi habitación con el único sonido de mis sollozos.

3 SEMANAS DESPUES:

Me encontraba frente al espejo con el vestido blanco mientras una de las estilistas terminaba mi peinado, decidiendo que el maquillaje seria lo último, pronto escuchamos como la puerta se abría dejando ver a mi madre quien me miro -Alguien quiere hablar contigo- me dijo y detrás de ella apareció Cait a quien no había visto desde hace tres semanas -Les daremos espacio- me dijo mamá dejándonos a Cait y a mi solas.

El silencio reino por unos segundos hasta que ella hablo -No sabes cuantas veces soñé con verte en un vestido así- soltó de la nada caminando hacia la ventana- todo era blanco y tu te veías... hermosa- con esas palabras podía sentir como mis ojos comenzaban a picar.

-Cait...

-No vengo a discutir- me dijo encarándome. - solo me venía a despedir – me dijo con la cabeza baja.

-¿Despedir? ¿A dónde vas?

-A ningún lado, pero no quería que esto terminara mal- se acerco a mi y me rodeo haciendo que hundiera mi rostro en su cuello.

-Tal vez en otra vida...- hable mientras las lagrimas mojaban mis mejillas

-En otra vida tu y yo podríamos estar juntas, en otra vida tu solo serias mía, en otra vida...

-No tendríamos que decidir nuestro futuro por nuestros estatus- termine y me separe para ver como sus lagrimas escurrían.

-No estaré en la ceremonia o en la fiesta- me dijo con tristeza- no puedo- asentí y ella me tomo del mentón para que subiera mi mirada -No importa lo que pase, no olvides que...- se quedo cayada un momento – No olvides que te amo- esas palabras solo lograron lastimarme mas ante lo evidente, Caitlyn Kiraman y yo no podíamos estar juntas.

Cait junto nuestros labios en un beso que decía mas que mil palabras, no duro mucho y se separó de mí, yo aun mantenía mis ojos cerrados hasta que escuche el sonido de la puerta cerrarse, al abrirlos estaba sola de nuevo, la rabia y la tristeza me invadían de nuevo, al verme al espejo solo veía a una persona que no podía ser feliz, sin Cait a mi lado no había manera de poder serlo, un grito salió de lo profundo de mi garganta y sin pensarlo dos veces mi puño se estrello contra el cristal y caí de rodillas.

En el suelo gotas de sangre y mis lagrimas se mezclaban mientras mi felicidad yacía en un pozo son fin.