Roto

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En la repisa se encontraba un plato, que se llamaba corazón.

Pobre platito perdió el equilibrio y directo al piso se calló.

Miles de fragmentos estaba tirados sobre el piso helado.

Y como se encontraba solito, se armó despacito.

Al terminar de pegarse, habían mucho huecos, pero como se encontraba solito, no sabia como pegarlos.

Se sentía frío y solo, por que nadie se le acercaba, tenían miedo de cortarse con los fragmento que faltaban.

Cuando corazón se acercaba a la estufa para calentarse, no se sentía cálido, por que el calor pasaba por los huecos.

El pobre platito quería saber sentir, pero faltaba su pequeño corazón, era el fragmento que se le abia perdido, y que busco con tanta desesperación.

Un día apareció una tacita de té que se llamaba Rosario, tenía la asa rota, y era de un color rosa muy bonito.

Y se hacerco al platito, y le dijo que te pasa?
El platito respondió, me falta el corazón...
Y la tacita se hacerco, en sus manos estaba su tan amado corazón, dijo, lo necesitas más que yo querido, y el platito conmovido por tal acción le dijo, no te preocupes conservarlo pero si quieres puedo ser tu amigo, los dos estamos rotos.

La tasa de te y el platito, se isieron muy amigos, y ahora cada vez que alguno se rompía, el otro lo ayudaba a pegar sus piezas perdidas.

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