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Day 8 - Birthday
Advertencias: relaciones sexuales entre chico x chico.
Playlist: TEN - Birthday
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— Ah, S-Sukuna... — Megumi jadeaba fuertemente contra el mueble de cocina mientras sentía una mano grande presionar desde su nuca contra el mueble. Podría intentarlo, sin embargo no iba a poder moverse.
Se encontraba de pie e inclinado sobre el mueble de cocina, quedando desde su estómago hasta su cabeza contra ello y sus piernas completamente abiertas temblando por la estimulación que estaba recibiendo.
Sukuna, su actual pareja, se encontraba de rodillas detrás de Megumi; succionando, lamiendo y chupando su entrada trasera.
— Abre más las piernas, Meg... — pidió Sukuna mientras alejaba su mano del cuello de su novio para dirigirlo hacia su trasero y separar sus nalgas para darle más espacio a su lengua introducirse en su agujero.
— Ah-ah... — Megumi se sentía hecho un desastre, y sin embargo, obedeció a lo que se le pidió separando sus niveas piernas. Solamente tenía puesto un camisón (perteneciente de su novio) mientras que de su cintura para abajo su piel estaba expuesta a la brisa del invierno que entraba por la ventana de su cocina.
Afuera estaba nevando, por lo que entrar en calor era necesario...
El pelinegro llevó una de sus manos a su boca en un intento de ahogar sus gemidos en cuanto sintió a su novio enterrar más su cara contra su trasero, saboreando cada parte de su agujero, sentía su lengua introducirse más profundo en él, sentía que en cualquier momento sus piernas le iban a fallar desplomándose en el suelo.
Megumi soltó un quejido al sentir como la cabeza de su novio se movía de izquierda a derecha de forma rápida para enterrar más su rostro entre sus glúteos, sus dientes que rozaban con su piel le hacía cosquillas.
— Sukuna... — intentó hablar pero sentía que no podía respirar. Sukuna lo succionaba tan rico que Megumi llegó a poner los ojos en blanco por la estimulación tan maravillosa que estaba teniendo — V-voy a...
— Adelante, vente para mi — respondió el pelirosa contra su entrada, llevando una de sus manos a su entrepierna para comenzar jalar del pene de su novio.
— Ah-ah más...
El pelirosa soltó una risa gutural que vibró contra la piel de su pareja provocando que otro gemido saliera de sus labios. Esto enloqueció a Sukuna continuando con sus deliciosas succiones y la atención a su entrepierna, llevó su otra mano a la pierna izquierda de Megumi levantándola para que su rodilla se apoyara sobre el mueble y le diera más espacio libre a su agujero.
