N/A: Antes de empezar con el capitulo quiero aclarar que el libro es FICCION basada en terror psicológico por lo tanto las conductas y acciones de este capitulo son sin lugar a dudas incorrectas, así que esta bajo su responsabilidad leer. (PD: Perdón por la tardanza y el capítulo corto)
Tacones caminando sobre el piso de madera y el incomodo ruido de un cuchillo siendo afilado despertaron a Hanna, quien permanecía recostada contra la pared de una pequeña habitación con luz tenue y un fuerte olor a humedad.
La sangre seca manchaba su frente, sus muñecas estaban atadas al igual que sus piernas;
La joven abrió lentamente sus ojos, encontrándose con la figura de una bella mujer con cabello corto rojizo, llevaba una chaqueta negra una o dos tallas mas grandes que la suya, zapatos altos y unos jeans que se ajustaban a su figura, una camiseta blanca que revelaba una mancha de sangre fresca. Definitivamente podría haber sido una imagen angelical si no fuera por el echo de que estaba secuestrada y la mujer llevaba un arma blanca en mano.
Un fuerte mareo y dolor en todo el cuerpo nublaban su vista al mismo tiempo que la mujer se acercaba lentamente a ella, una vez estuvo lo suficientemente cerca, la pelirroja se agachó con una sonrisa adornando su rostro mientras miraba a Hanna fijamente, tomó el cuchillo y empezó a pasarlo lentamente por su cuello , por suerte no hizo suficiente presión como para llegar a cortar su piel.
-¿No me extrañabas Hanna?- preguntó al mismo tiempo que soltaba una risa irónica.
La mujer empezó a deslizar el arma por la camiseta de Ann, la cual se rasgó al instante.
Ella solo cerro sus ojos, inmóvil y con una respiración agitada, mientras que rezaba a para no morir en ese mismo instante, aunque pensándolo bien, no sabia exactamente que desear en ese momento.
Escuchó de nuevo pasos alejándose y cerrando una puerta, al parecer ella se había ido.
Abriendo sus ojos se tomó un momento para apreciar mejor el lugar donde se encontraba.
Se trataba de una cabaña bastante antigua y desgastada, la mayoría de cosas estaban echas de madera agrietada y húmeda, lo cual daba un ambiente desagradable; Sobre la pared en frente suyo estaban colgadas diferentes armas, como cuchillos o pistolas de todos los tamaños, algunos objetos eran desconocidos y no quería imaginar todos sus usos.
El resto del lugar se podría definir como un desorden total, ropa y vidrio roto regado por el suelo; sobre una mesa alta había una bolsa no muy grande de color blanco que exponía dentro de ella algo parecido a carne cruda.
Hanna intentó desatarse de los nudos y salir de allí lo antes posible, pero antes de lograrlo vio una puerta abrirse dando paso a la pelirroja.
El día transcurrió lo mas "normal" posible, Hanna solo observó como la mujer salía y entraba a la casa, a veces tardaba más en volver, todo parecía una secuencia, ella tomaba un arma, observaba fijamente a Ann, y salía de la casa para en un tiempo volver con una que otra herida y una sonrisa autosuficiente en su rostro.
Al caer la noche un silencio incómodo llenó la casa, ambas chicas estaban allí, la misteriosa mujer caminaba de un lado a otro en la estrecha habitación y cruzaba una que otra mirada con Hanna.
La joven estaba por quedar dormida cuando sintió que ella se acercaba de nuevo.
Tomó la bolsa que reposaba en la mesa, la abrió y tiro su contenido a los pies de Hanna.
La cabeza cortada y desfigurada de Mark rodó por el suelo, ella ahogó un grito y lágrimas empezaron a correr silenciosamente por sus ojos al mismo tiempo que la pelirroja miraba la escena con diversión.
¿Por que lloras malagradecida?- Demandó la mujer sarcásticamente.
Hanna la miró con odio y ojos húmedos, su único deseo era matarla en ese mismo momento.
-Dime querida, ¿Cuántas cabezas rodando en el suelo necesitas para convencerte de ser mía?-Dijo la mujer susurrando en su oído y dejando un beso leve en su cuello.
-Solo quiero una, quiero ver la tuya ardiendo en el infierno- Pensó para si misma mientras que cerraba sus ojos y se veía morir lentamente.
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Hanna Dawson
General Fiction-Sería sencillo decir que moriría por ti, morir es la calve de la felicidad eterna Hanna, yo en cambio viviría por ti y mataría a cuantas personas quisieras para hacerte feliz- O donde Hanna , una joven habitante en un pueblo , por parte de varios a...
