La pérdida de Alicia Dawson

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 La alarma del reloj marcaba las siete de la mañana, como todos los días sudor frio corría por su frente, sintió esa sensación otra vez, había despertado y era otro maldito día en el que asistiría a la universidad y estudiaría un oficio que odiaba, donde todos la mirarían con odio y desprecio; Hanna tomó una de las prendas de ropa tiradas en el suelo de la húmeda habitación, bajó a la cocina y tomó algo de café, tal vez ni siquiera se molestaría en hacer un desayuno. Su madre tenía turno de trabajo temprano y su hermana probablemente habría salido con vecinos a jugar en la casa del árbol o con las hojas que caían como consecuencia del invierno que se avecinaba. Empacó un par de cuadernos rotos en su mochila y salió a la entrada de su casa.

Una camioneta color menta desgastado con abolladuras en las puertas la esperaba con una canción de Green Day sonando en la vieja radio.

-Mark- dijo en forma de saludo hacia el joven que se sentaba en el puesto de conductor en la camioneta, quien correspondió con un leve movimiento de cabeza al mismo tiempo que encendía el motor.

Un muchacho de 18 años con ojos azules, pelo desordenado, un buzo color café y una cara adormecida reposaba sus delicadas manos sobre el timón del auto.

La camioneta avanzaba lentamente por la estrecha carretera en medio de árboles secos, propios del pequeño pueblo donde ambos habitaban.

El viaje transcurría con tranquilidad hasta que la camioneta frenó en seco, un grito desgarrador procedente de algún lugar no muy lejano y alaridos de auxilio alteraron Hanna y a Mark.

-Reconozco esa voz- Dijo Hanna con un aire de miedo y ojos húmedos.

Mark la miro con cara de confusión, sin entender que ocurría.

De un portazo se bajó del carro corriendo...

La noticia resonó por todo el pueblo, carros de policía se aproximaban a la casa  , Hanna estaba paralizada, frente a sus ojos estaba el cadáver de su hermana, sangre fresca embarrada en toda la habitación, su cuerpo había sido golpeado, algunas de sus extremidades cortadas estaban regadas por toda la habitación, la escena daba un aire atroz, una silueta de una mujer vestida de negro se acercaba a su espalda lentamente, Hanna sintió el golpe de algo que parecía una barra de metal en su cabeza; Cayendo al suelo sintió sangre fría goteando sobre su frente, perdiendo la noción del tiempo; Mientras que observaba fijamente el techo, inmóvil, sentía como la mujer daba vueltas por la habitación, el ruido de sus zapatos altos resonaba en las paredes, lentamente se acercó a Hanna plantando un beso seco en sus labios y abandonó la habitación.

Hanna DawsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora