제노

247 38 20
                                    










































la rubia sonrió ante mi respuesta, pero rápidamente negó con su cabeza.

—no deberías decir las cosas tan a la ligera, jeno.

—no lo digo a la ligera, realmente lo siento así, yeeun.

—tal vez me ames más que nadie, pero no más que a nadie.

—yeeun…

—jen, llevamos un buen tiempo de conocernos. —la chica tomo mi mano. —sabes lo que siento por ti, pero no necesito que correspondas mi sentimientos al mismo nivel, no quisiera forzarte.

—no me estas forzando, si lo dije es porque así es, creo que estoy listo para abrir completamente mi corazón a ti.

—pero, ¿y él?

—siempre lo amare, no es algo que no sepas ya, pero es momento que lo suelte, no puedo aferrarme a solo un recuerdo por más tiempo, estoy listo para que mi corazón sea tuyo.

yeeun pareció satisfecha, sonrió y se puso de pie, esperándome.

—¿entonces seguiremos con el plan de hoy? —pregunto.

—claro.

me puse de pie y junto a ella saliendo del local. sentía tan extraño caminar nuevamente por estas calles, y parecía un completo déjà vu, remontándome a mis citas con renjun de hacía ya años pero que aun en mi mente se sentían como si fuera ayer.


























corrí tras del pequeño castaño, choque con algunas personas, pero no me importaba, podía escuchar a renjun gritarme que lo atrapara y yo solo reía en respuesta. y cuando detuvo su andar para voltear a verme y sonrió…

aquel momento pareció pasar de manera tan rápida y lenta a la vez, que ni siquiera mi mente logro procesar el orden correctamente de como pasaron las cosas.

cuando correspondí la sonrisa de renjun por unos segundos antes de que mi expresión cambiara a una de completa preocupación.

—¡renjun!, ¡cuidado!. —grité he intente correr hacia él.

y en un parpadeo todo pasó.

de un momento a otro el frente del auto había chocado contra el cuerpo de renjun, haciendo un fuerte estruendo. corrí hacia él, y mire la imagen frente a mí que me atormentaría por años.

el pequeño cuerpo de renjun, aun con su torso debajo del auto y un gran charco de sangre que manchaba su cabello y sus bello rostro. me hinque a un lado suyo, poniendo sus hombros sobre mis piernas, importándome poco manchar mi pantalón y con mis manos trate de detener el sangrado de su cabeza.

—renjun, mírame por favor. —rogué tratando de mantener mi compostura, más las lágrimas no dejaban de bajar por mis mejillas.

mi mano ensangrentada descendió de su cabello a su mejilla, tratando de guiar su vista hacia mí.

—jeno.—susurro de manera débil.

—te atrapé, renjun, ¿debes pagar las crepas, recuerdas?, por favor, mírame. te llevaré después de esto a la biblioteca y te comprare todos los libros que quieras, ¿qué opinas?—trate de mantener su atención en mí, no quería que se diera por vencido.

—jeno. —solamente volvió a pronunciar mi nombre.

—renjun, por favor no me hagas esto. —rogué

sus ojos parecían a punto de cerrarse, y el charco de sangre bajo ambos se volvía mayor, la gente ya empezaba a acercarse a mirar el suceso y mire como el hombre del coche llamaba a una ambulancia, pero mi atención trato de seguir con renjun, mas este ignoro por completo mis palabras.

—te amo mucho, jeno. siempre te amare. ¿tú me amas? —pregunto.

no pude soportar más y rompí completamente en llanto. era la primera vez que me decía “te amo” y realmente no era el tipo de ocasión que esperaba.

—¿qué si te amo?, claro que te amo renjun, te amo más que a nadie. jamás amare a alguien como te amo a ti. siempre serás el amor de mi vida. —mi voz salió con dificultad por mis sollozos.

pero la vista de renjun ya se encontraba perdida y pude sentir como su pecho dejo de levantarse con el detener de su respirar.

—no, no, no. ¡renjun!, no, no te puedes ir así. ¿escuchaste lo que dije?, renjun, te amo, por favor no me dejes. —mi voz raspaba mi garganta. —me prometiste que no te irías. renjun, no puedes irte. lo prometiste.

abrace su pequeño cuerpo y solloce sobre su pecho. deseando que esto realmente no hubiera pasado, deseando que solo fuera un mal sueño y que mañana despertara en mí cama listo para ir a visitar a mi lindo novio para que viéramos películas juntos.





















—¿deberíamos llevarle flores?, ¿qué flores le gustaban a el?. —me pregunto yeeun cuando miro una florería.

—a renjun le gustaban los tulipanes blancos.

—entonces llevémosle unos.

nos acercamos al puesto y yeeun pidió por mí las flores. no podía evitar sentirme feliz de haber encontrado a alguien como ella en mi vida, pues estaba seguro que no era fácil para ella amar a alguien que por más de un año de relación no ha podido dejar de pensar en aquel amor que le fue arrebatado de un momento a otro y debe ser aún más difícil tener que soportarme aquellas noches en las que después de soñar nuevamente con aquella escena, pues siempre despertaba llorando a pesar de que había pasado hacía ya siete años.

—los tulipanes son bonitos, espero le gusten.

—seguro que le gustaran. hacía mucho que no venía a visitarlo.

—seguro que él lo comprende, no debió ser fácil para ti.

—pero paso hace mucho tiempo ya…

—todos sanamos a tiempos distintos, jeno, no te puedes forzar. —paso su mano por mi espalda, dejando unas palmaditas en esta.

—gracias por acompañarme. —agradecí de manera sincera.

caminamos hasta el cementerio, pasando por varias lapidas. hasta llegar aquella donde el pequeño cuerpo de renjun ahora descansaba.

—te daré privacidad, toma tu tiempo, esperaré afuera. —yeeun me abrazo antes de alejarse y dirigirse a la salida.

suspiré y me incliné, dejando el ramo de tulipanes frente a la lápida donde el bonito nombre de renjun era enmarcado.

—hola, renjun. perdón si desaparecí, pero estuve por tanto tiempo negándome al hecho de que realmente te fuiste que venir aquí y verlo con mis propios ojos que sentía helar mi piel y mis lágrimas no tardaban en llegar.

sabía que era algo tonto hablarle a la nada. pero sentía la necesidad de hacerlo aun si él no me escucharía, necesitaba hablarle una última vez.

—después del accidente me fui a vivir lejos de aquí, no soportaba ver la cuidad y recordar los momentos felices que pase contigo que decidí huir lejos de aquí. pero eso no soluciono nada, podía seguirte viendo en mis sueños, incluso aún conservo algunas prendas tuyas que olvidaste en casa de mis padres. mi mente se negaba a dejarte, que incluso decidí estudiar medicina pues me sentía en deuda contigo al no haber podido salvarte. —lleve mis manos a mi rostro y talle mis ojos para retirar las lágrimas que ya empezaban a nublar mi vista. —y estuve así por 7 años, extrañándote renjun, y sé que te extrañare por el resto de mi vida. actualmente estoy con una chica, se llama yeeun, es linda y comprensiva, seguro tú y ella podrían ser grandes amigos. ella me ha estado ayudando y me cuida cuando creo que ya no puedo seguir más con esto, ella me sugirió que era una buena idea el venir nuevamente a la ciudad para que pudiéramos tanto tu como yo cerrar este capítulo de nuestras vidas. te amo renjun, y por eso mismo es momento de sanar y dejarte ir. siempre estarás en mi corazón, pero este es el adiós, no puedo vivir aferrándome a la idea de que te perdí, no es saludable. espero y en nuestra próxima vida podamos estar juntos nuevamente.












ᴰᵒⁿ'ᵗ 𝙇𝙚𝙩 𝙢𝙚 𝙜𝙤 ᝰ 𝘕𝘰𝘳𝘦𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora