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Era la clase de persona que cuando te dejaba de hablar, te dolía, te dolía mucho, porque empezabas a extrañar una parte de ti…

-Anonimo.

                                                                                      * * * * *

- ¡HEY!, así se llama el jefe de Harry. – Sonrío Theo animado y sin dejar de prestarle atención a William. - Verdad Harry.

Me reacomode en mi asiento y asentí hacia el chico de ojos azules. – Supongo que William es un nombre muy común.

-Síp, pero el jefe de Harry se llama William Williams, ¿En qué pensaban sus padres al llamarlo así?

Una suave risa se alcanzó a escuchar desde los labios de William.

-Eres muy gracioso Theo. –Sonrío haciendo que sus ojos se cerraran un poco. Era algo raro encontrarse a un chico de ojos azules y cabello castaño.

-Es lo mismo que yo digo, antes Harry se reía de todos mis chistes pero apareció L…

-¡THEO! – interrumpí antes de que él mencionara su nombre.

-Ouh, lo siento. – Theo se giró en su silla y le volvió a sonreír a William. – Disculpa, a él no le gusta hablar mucho de…bueno de él.

-No te preocupes entiendo. De todos modos yo…uh, ya tengo que irme un gusto conocerlos chicos.

Él chico se levantó sonrió amablemente de nuevo y desapareció entre las mesas de la cafetería.

-Hummmm…

La voz de Theo me hizo reaccionar de nuevo, le preste toda mi atención a él.

-¿Qué pasa?

-Ese chico no tiene cara de William.

                                                                                     * * * * *

Pateaba una piedrita mientras caminaba hacia mi casa de nuevo me había quedado sin dinero para el bus gracias a Theo, ese chico tenía el apetito de una vaca.

-¿No iras a la prefiesta de Zedd?

-Um nop.

-¿POR QUÉ NO? – Theo se plantó enfrente de mí obstruyendo mi paso, su ceño estaba tan fruncido que tenía miedo de que le quedara la cara chueca. Empecé a reír tan solo de imaginármelo.-

-¿DE QUÉ TE RIES?

-De tu cara.

-¿Qué tiene mi cara? – Las manos de Theo viajaron directo y sin escalas hacia su rostro y empezó a toquetearlo todo.

-Es graciosa cuando frunces el ceño.

La mano de Theo rozo muy apenas una de mis mejillas. Vaya el nunc había intentado golpearme eso me hizo pensar en que me había pasado con él, pero después él empezó a reírse.

-Tienes razón, mi cara es rara. – Dio media vuelta y empezó a caminar de nuevo. – En fin, pasare por ti hoy a las 9 y más vale que estés listo o yo mismo te pongo la maldita ropa y te saco a jalones de tu casa.

Al llegar a casa pude notar un rico aroma que provenía de la cocina, camine hacia ella y me topé con mi madre usando un lindo delantal. No la había visto así ya desde hace varios años.

-…¿Mamá?

Mi madre dio un respingo y después soltó una risita, se giró y sonrió al verme.

-Hola, bebé ¿Cómo te fue hoy?

-Hu…bien. –Caminé  unos cuantos pasos para llegar hasta el refrigerador y sacar una soda de lata. – ¿Qué haces aquí?

-Día libre… Ryan me lo dio. –En su rostro se formó la sonrisa más grande del planeta. 

-Tu novio. –Elevé una de mis cejas mientras sorbía un poco de la soda de manzana que se encontraba en mis manos. 

-Sí… mi novio y futur…

-Sí, sí, él futuro padre de tus hijos, ya me sé la historia, mamá.

El silencio ganó en nuestra conversación, hasta que mamá carraspeo un poco. – Um… dejaste tu teléfono en casa… estuvo sonando casi toda la mañana, no me atreví a ver quién era.

-¿Estuvo sonando toda la mañana?

-Sí… no sé si sería algo importante pero cada cinco minutos el teléfono sonaba.

-Um, bien. Iré a revisar, gracias mamá.

-De nada cariño. – Sonrío de nuevo y se giró para seguir con la comida. – te llamaré cuando la comida este lista, te amo.

-También te amo mamá. – Grité pues ya iba a mitad de las escaleras.

Entré en mi habitación todo estaba normal, había olvidado tomar mi celular en la mañana, ni siquiera me había percatado de eso. Me acerque a el y lo vi, casi se caía de la mesita de noche supongo yo de tanto vibrar por el sonido.

Tome un fuerte suspiro, seguramente las llamadas o mensajes eran de Will para recordarme que hoy no me quería en la tienda porque iba a salir en una cita y preferiría que la tienda estuviese cerrada.

Cogí el teléfono desbloqueé la pantalla y pude notar que eran mensajes los que había recibido… todos de un número desconocido.

–Abrir. –

Nuevo Mensaje de Número desconocido.

12:30 A.m

Me gusta cómo te ves hoy.

Nuevo Mensaje de Número desconocido.

12:35 A.m

¡Oh por Dios!, eres tan adorable desde lejos.

Bien…comenzaba a asustarme, ¿Tenía un acosador?

 

Nuevo Mensaje de Número desconocido.

12:40 A.m

¡Lo sabía!, sabía que tus hoyuelos eran aún más lindos en persona.

Nuevo Mensaje de Número desconocido.

12:45 A.m

Tenías aderezo de tu hamburguesa en una de tus mejillas, me hubiese gustado limpiarlo.

Nuevo Mensaje de Número desconocido.

12:50 A.m

¿Alguien te ha dicho que tu voz es muy grave?

Nuevo Mensaje de Número desconocido.

12:55 A.m

Me gusto verte hoy, Harry.

-LW. xoxo

-¿PERO QUE MIERDAS SON ESTOS MENSAJES?

Cartas a un extraño. | Larry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora