Cartas a un extraño. | Larry.

Theo West.

"Las palabras te pueden acercar a alguien...,aunque sea a miles de kilómetros."

-Lo que moja la lluvia, Adriana Abenia.

* * * * *

Viernes 10 de Octubre.

Sus ojos reflejaban tristeza. En su rostro se notaban las marcadas ojeras y de sus labios soltaba suspiros nostálgicos de vez en cuando.

Frunció sus labios, lo vi hacerlo, vi la mueca de asco que le hizo a su plato que consistía en papas fritas y pollo. ¿Qué había pasado con su sonrisa?, ya ni le gustaba ser sarcástico conmigo, de vez en cuando intercambiamos palabras, pocas, pero lo hacíamos.

Sabía que él quería estar solo pero yo no quería dejarle... Soy su amigo y como tal tengo que quedarme hasta en los malos momentos ¿verdad?

-Ayer fui al centro comercial y decidí ir a la tienda en donde trabajas... Jaks, ¿verdad? - Picoteé el trozo de pollo servido en mi plato con el tenedor que se encontraba en mi mano derecha. - Y no te vi... ¿No trabajas más?

Harry elevó su vista hacia mí. Hace mucho que no veía sus ojos, habían permanecido ocultos por su postura gacha.

-Era mi día libre. -Dijo a secas sin ninguna expresión en su rostro. Se veía como uno de esos asesinos en serie que no hacen más que ir a lo concreto o como uno de esos chicos góticos raros que se juntan en el callejón del Subway.

-Oh... ¿Sabes? He estado pensando y se me ha ocurrido una idea... tal vez te parezca loca pero bueno... -Esperé un poco para notar algo de interés por parte de Harry, pero no lo obtuve.

Unos segundos antes de contestarle "Oh" su cabeza estaba gacha de nuevo.

O le decía esto ahora o mi amigo se perdería y moriría de depresión por ese tipo... ¿Cómo se llamaba? Luis... -Negué con la cabeza. - No, no, no... era algo parecido... L...Lo...¡LOUIS!

-Como decía. Tengo una idea algo loca, Harry. ¿Has pensado en enviarle cartas a Louis? -De la nada la cabeza de Harry se levantó y sus ojos dieron hacia mí, se encontraban muy abiertos.

-¿Q-qué?... -Noté como sus mejillas se sonrosaban y eso me arrancó una gran sonrisa. ¡POR FIN UN POCO DE JODIDO COLOR EN SU BLANCA PIEL! Si hubiera sabido que mencionarle el nombre de "Louis" a Harry le devolvería la vida, lo hubiese hecho ya hace mucho tiempo.

-Sí. Ya sabes cartas... sé que no será lo mismo pero... si quiera lo sentirás más cerca. Sentirás como si aun estuvieses en contacto con él ¿No crees?

-Eres un idiota, Theo. Agradezco todo esto, pero si le sigo hablando...no sé. - Su mirada dio hacia un punto fijo en la mesa. - Yo no puedo...

-Sólo tenlo en cuenta, Harry. -Sonreí y me puse de pie, la campana para la nueva hora de clase ya había sonado. Caminé unos cuantos pasos hasta quedar a un lado de mi amigo, llevé mi mano hasta uno de sus hombros y lo apreté suavemente. -Sólo piénsalo... y si mi idea no fue buena, puedes descartarla de tus posibilidades. Te quiero y verte así me mata a mí también... - Alejé mi mano de él y sin mirar atrás me dirigí hacia las dos puertas que marcaban la salida de la cafetería.