|Hay dolor, pero no dejare que se convierta en odio, no, no dejare que esto me cambie. Nunca perderé de vista quien soy por dentro, ahora lo sé, si lo sé, no puedes tomar mi juventud, esta alma mía nunca se romperá siempre y cuando me despierte hoy...
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La música inundaba los oídos de cierta chica quien daba vuelta en la esquina del pasillo para dirigirse a su departamento, colocando en pausa la melodía, Evie coloco las llaves en la cerradura abriendo la puerta del departamento donde podía escuchar la risa de su hermano menor, con su mochila colgada en uno de sus hombros, después de las clases se había ido a casa de MJ para hacer un trabajo de Historia. Quito su abrigo colocándolo en el perchero al lado de la puerta, dejando las llaves en el plato cercana a la misma.
Camino hasta la sala encontrándose a su madre y hermano teniendo una pequeña tarde de juegos, la rubia dejo su mochila en el sofá.
— ¿Cómo te fue en la escuela, cariño? — cuestiono su madre desviando su vista de las cartas de uno y dando un leve manotazo en la mano de su hijo menor al ver que este estaba por tomar una carta cuando aun no era su turno.
La rubia se dejó caer en el sofá demostrando que estaba un poco cansada.
— Bien, todo esta bien en la escuela.
— ¿Cuándo ibas a decirnos que Peter llegaba anoche? — cuestiono su hermano mirándola de forma amenazadora para sus cortos once, casi doce años.
La rubia miro a su hermano quien la seguía mirando mal, Evie se inclino hacia adelante juntando sus dedos índice y pulgar, dando un pequeño golpe en la frente del castaño, quien no tardo en quejarse.
— ¡Oye! — se quejo Edward.
— Evie, deja de golpear a tu hermano — regaño Briana a su hija. — Edward deja de molestar a tu hermana.
Ambos hermanos se miraron para posteriormente mostrar su lengua al contrario en señal de queja. Briana rodo los ojos al ver la actitud de sus hijos, pero la sonrisa en su rostro la delato, no podía enojarse con ellos.
— Pero regresando al tema, no crees que si mi mejor amigo hubiera regresado de su viaje con el Señor Stark seria la primera en saberlo.
Edward se encogió de hombros en señal de respuesta.
— No lo se, dímelo tú — respondió Edward haciendo a Evie rodar los ojos.
— Cuando llegamos de la pastelería vimos a May, y me dijo que Peter había llegado anoche y que se le hacia extraño que no estuvieras allí acampando y haciéndole un interrogatorio a Peter sobre su viaje — respondió Briana regresando a jugar uno.
Evie saco su teléfono del bolsillo delantero de su pantalón descubriendo que no tenia ningún mensaje de parte de Peter, respondió uno de MJ, quien le preguntaba si ya había llegado a casa, vio uno de Ned y una notificación de Flash la cual decidió ignorar completamente, también estaba un mensaje de su padre que le preguntaba acerca sobre un posible regalo de cumpleaños para Peter que tenia en mente la rubia.
Evie volvió a guardar el móvil en el bolsillo de su pantalón, para ponerse de pie dudando entre si ir a su habitación o dirigirse al departamento frente al suyo, aunque sabía perfectamente cual sería la opción que elegiría.
— Mamá, crees que...
— Ve, y llévale el pastel que esta en la cocina de parte nuestra — respondió Briana a la pregunta que Evie aun no realizaba, pero sabia que tenia que ver con ir a ver a Peter. — Y no llegues tarde para cenar, preparare lasaña.
La rubia dejo un beso en la mejilla de su madre, camino hasta la cocina para ver un pastel el cual tomo entre sus manos antes de dirigirse a la puerta del departamento, como pudo tomo las llaves de su hogar.
— Saluda a Peter de mi parte — grito Edward antes de que Evie cerrara la puerta.
Prácticamente Evie no vivía lejos de Peter, decir que estaba literalmente en la puerta de enfrente de su departamento, por lo que solo camino tres pasos antes de tocar la puerta del departamento de los Parker.
En el interior del departamento, May Parker salía de la habitación de su sobrino al haber escuchado el timbre de la puerta, teniendo una ligera sospecha de quien se trataba.
Sus sospechas fueron ciertas cuando descubrió a cierta rubia del otro lado de la puerta quien tenia en sus manos un pastel.
— Hola May — sonrió Evie al verla.
May le sonrió a Evie haciéndose a un lado para dejarla pasar.
— Hola Evie, ¿Qué tal la escuela? — May cerro la puerta guiando a la barra de la cocina para dejar el pastel allí.
— Bueno, hasta el momento todo va bien — suspiro la chica Blackwood.
May sonrió una vez más, parecía que era ayer cuando la chica se había mudado al departamento de enfrente junto a sus padres, y Peter la había invitado a comer una rebanada de pastel, vaya que como pasa el tiempo.
— Mmm... May, ¿Peter, esta...
— En su habitación — respondió la mujer. — Por cierto llévale esto.
May saco una toalla con un poco de hielo la cual le paso a la rubia, quien la miro confundida, cuando iba a preguntar que había ocurrido, May pareció leer los pensamientos de la chica dándole una respuesta a su pregunta no formulada.
— Lo descubrirás cuando lo veas — respondió May. — Les llevare pastel en un momento.
Evie le dedico una leve sonrisa a May antes de darse la vuelta para dirigirse hacia la habitación de Peter, el camino se lo sabia de memoria, había pasado demasiadas tardes junto a Peter jugando, viendo algunas películas o armando algunos bloques, incluso haciendo pijamadas.
Evie toco la puerta que estaba entre abierta, no quería encontrarse con alguna situación incomoda para ambos que después quisieran borrar de sus cabezas.
— Pasa May — respondió Peter pensando que era su tía.
La sorpresa de ambos amigos fue demostrada en sus rostros, primero Peter quien no esperaba ver a Evie hasta el lunes en la escuela, y esperaba que el moretón en su ojo hubiera disminuido un poco, y luego esta Evie quien no esperaba ver a Peter con un golpe en la cara.
— ¿Qué haces aquí? — pregunto Peter.
— ¿Qué te paso en la cara? — cuestiono Evie.
Los dos hablaron al mismo tiempo continuando mirándose con esa expresión interrogante en sus rostros. Evie camino hasta sentarse en la cama de Peter, extendiéndole la toalla que May le había dado minutos atrás, Peter la tomo llevándosela al ojo derecho.
— Gracias — murmuro Peter.
— Me dirás que te paso en la cara.
— Si te digo que tropecé me creerías.
Una sonrisa apareció en el rostro de Evie, quien negó con la cabeza. Peter sabía que ella no se creería esa historia, pero al menos tenía que intentarlo.
— Al menos dime que golpeaste a la otra persona — murmuro la rubia.
— Logre darle muchos, tenía un amigo que era enorme —Evie sonrió al escucharlo. — Estoy mejor, Evie.
— Okay, niño fuerte — respondió ella. — Si tu dices que te sientes mejor esta bien, pero no te salvas de un maratón de películas conmigo, ya sabes mi mejor amigo se escapo varios días con el gran Tony Stark, es mi turno de robarle un poco de tiempo.
— Creo que esto podría ser su poste en lo que les traigo palomitas — dijo May apareciéndose en el cuarto de Peter con dos rebanadas de pastel.
Evie se puso de pie ayudando a la tía May, pasándole una rebanada a Peter para quedarse ella con una, así pasaron la mayor parte de la tarde viendo películas, aunque por momentos Evie se aseguraba de preguntarle a Peter si estaba bien.
