Rota

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Luke Patterson

Las luz del sol empezaba entrar en en la ventana, poco a poco se hacía ver las cosas de la habitación. Al no poder conciliar el sueño como antes, mire lo que quedaba de la madrugada el techo, hasta que entró la luz. Había cuadros con fotografías de paisajes, en un rincón una guitarra acústica y un teclado con atril. Por su escritorio, se miraba papel viejo pegado a la pared. No se que decía, pero me recuerda mucho a los que mire en la vitrina de la escuela.

Volteo con Noor, tanto llorar hasta la madrugada se quedo tan dormida que seguía con sus jeans azulados y  blusa blanca de manga larga. No me quería ir, no podría dejarla sola.

Lo que pasa en mi cabeza  todo este tiempo es ¿Qué pasó?. De haber estado ahí, de haber llegado a tiempo, hubiera encontrado la forma de evitar todo esto. Tanto me daba vueltas si ella iría a la presentación, que ni si quiera llegué a tocar el baile.

Borre eso de mi mente y la seguí viendo dormir.

Sus cabellos cortos tapaban un parte de su cara, con cuidado de no despertarla los moví atrás de su oreja.

Noor se aferró a mi torso, se acomodo de nuevo como si yo fuera un peluche que estaba dispuesta a no soltar. Se ve tan tierna.

Sobre ella, alcance a ver el pequeño buro de noche, ahí estaba el libro que mire que leía la primera vez que entre a su cuarto con el título "Esa sencilla palabra".

Quisiera saber cuál es esa sencilla palabra que pienso al verte.

Un leve quejido me hizo voltear, Noor comenzó a mover su cabeza, sus ojos empezaron a abrir con dificultad por la luz del sol que entró al cuarto. Su mirada topo con mi torso, mire como frunció el seño y elevaba su mirada hacia mi.

—Buenos días— contestes en susurro con una sonrisa al ver sus ojos cafés oscuro.

—Lu-Luke— el tono carmesí adorno su cara. Sus manos se separaron de mi, el calor de su lugar desapareció. Noor se recostó sobre su cabecera azulada mientras tapaba su cara con sus manos.

—Descuida, no paso nada que no quisieras— dije jugando. Puede escuchar como Noor reía, pero sus manos aún se mantenían en su rostro.

—No es eso— dijo casi inaudible. Quitó sus manos y acomodo su cabello— Te hice pasar una mala noche escuchándome llorar— dijo al fin mirándome. Sus ojos estaban un poco inchados— Y para terminar, te use como muñeco de trapo— sus mejillas seguían rojas, se miraba tan linda.

—Me puedes usar cuando quieras— le guiñe el ojo. Ambos reímos hasta que la habitación quedó en silencio.

Noor se miraba más relajada, su mirada estaba perdida viendo hacia el techo.

—¿Quieres hablar de lo que pasó?— pregunté.

Noor seguía viendo al techo, no me atrevía a quitar la mirada hacia ella, quiero saber lo que piensa, el saber que la hace sentir tan rota de verdad.

—Se que los comentarios de los demás, no me deberían de importar— responde aún con la mirada en el techo— Pero el creer que la gente con la que tuve una linda amistad, te diga lo que realmente piensan de ti...duele—Noor se acomodo quedando delante mío con sus piernas cruzadas, la imite y seguí callado—Hay una chica, se llama Hanna— explica— Solíamos ser amigas porque compartíamos una banda.Yo era la vocalista y ella hacia el coro. Todo marchaba bien, empezamos desde lo bajo y dimos presentaciones en varios lugares—hizo una mueca con sus labios—Pero cuando Ryan, mi ex-novio— aclaró—Empezó a opocar la banda con su ego fue cuando la cosas cambiaron de rumbo. No me atrevía a decirlo y seguí con ellos. Has-hasta que...— mire como se puso nerviosa, con su mano rozo sobre sus jeans a la altura de muslo derecho. Tome su mano libre y la sobe tratando de tranquilizar, cosa que funcionó— Cuando paso lo de mamá, mire las cosas diferentes. Sabía que debía de luchar por mi, separarme de lo que me hacía mal y regresar más resistente para que nadie más me hiciera sentir lo mismo con su perdida. Así que me salí de la banda, termine con Ryan, me distancie de unas amistades y empecé a darme tiempo para mí— de nuevo, una mueca apareció en su rostro— No fue mucho tiempo el que se tomaron para que Hanna tomara mi lugar en la banda y  también a mí ex-novio— lágrimas empezaron pasar por su mejillas, verla tan vulnerable me rompe— El-el hecho de que ella haya dicho en el baile que me salí de la banda por envidia al talento, no me importo— su voz se fue quebrando poco a poco— Me rompió que dijera que no sirvo en la música, que no llego a ser como mi madre— un sollozo escapó de su labios, mi mano seguía donde mismo—  La música era lo que nos unía y al saber aquello me da ha entender que jamás hubo un lazo entre nosotras—

ᴜɴᴛɪʟ ᴡᴇ ᴀʀᴇ ꜱᴛᴀʀꜱ[ʟᴜᴋᴇ ᴘᴀᴛᴛᴇʀꜱᴏɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora