ᴜɴᴛɪʟ ᴡᴇ ᴀʀᴇ ꜱᴛᴀʀꜱ[ʟᴜᴋᴇ ᴘᴀᴛᴛᴇʀꜱᴏɴ]

Para ti

La música se escuchaba a través de los audífonos de cierta morena que yacía en su cuarto perdida en sus pensamientos. A pesar de que su día en la escuela fue llena de preguntas en como se encontraba y miradas de gente sintiendo pena, no le importaba.

Su mente seguía con la imagen del castaño tan serca de su rostro, aún no asimilaban lo que estaba por suceder si su abuela no hubiera abierto la puerta. Una sonrisa boba apareció en su rostro, pero se borró al instante en recordar que no era la única que tenía esa sonrisa.

Noor admiraba demasiado a Julie, es una gran persona, una gran amiga y sabía con exactitud que entre ella y Luke tenían química. Las palabras de Kate aparecían como recordatorio en su mente, se cuestionaba así misma:¿Pelear por un pedazo de aire valía la pena?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el timbre de su celular hizo sonar, extrañada se sentó sobre su cama a tomarlo. El número era desconocido, indecisa en contestar pensando que se trataría de un vendedor o que quizás sería una emergencia, contesto.

—¿Diga?— pregunto por el celular.

—¡Sweetie!— ese grito hizo despegar el celular de su oreja. Noor sabía de quién se trataba, solo una persona le decía así.

—¿Buddy?¿Cambiaste de nuevo tu número?— pregunto con una sonrisa genuina.

—Sabes que siempre le pasa algo—se escucho desde la otra linea— Está vez se cayó en el retrete— la morena no pudo evitar reír, una queja la hizo callar.

—¿Llamas para ver si recordabas mi número?— pregunto jugando Noor.

—No...—hablo la otra voz—Te hablé para que te levantes de tu cama y bajes de una vez a la sala a recibirme—

Noor se sorprendió al escucharlo. Sin dudarlo, se levantó arrojando el celular en su cama y comenzó a correr por la casa descalza. Llegando a la escaleras, puedo ver a un chico de tez clara, cabellera negra con risos largos vestido con una camisa de mezclilla abierta, una camisa blanca por debajo, jeans azulados y su tenis blancos. No podía creer que estuviera ahí.

—¡Buddy!—grito el apodo que Noor invento para el. Llego con el chico, quien la recibió con los brazos abiertos dándole un fuerte abrazo.

—Me alegra verte de nuevo, Sweetie— dijo el chico aún con el abrazo.

Noor se despega viendo a su mejor amigo y de inmediato golpea su hombro.

—¿Por qué no me dijiste que vendrías?—reprocho la morena cruzando los brazos.

—Olvidaba que tenías buena derecha— responde el pelinegro sobando su brazo— Quería sorprenderte cuando abrieras la puerta, pero Abue me recibió y dijo que traías los audífonos—

—Bueno— contesto Noor— esta vez te la paso—

—Deja de maltratar al pobre Ethan, me lo vas a romper— llega la abuela de Noor dándole un vaso de jugo al chico.

—Lo ves—responde Ethan—Hasta tu abuela me aprecia más que tu— mueve su cabeza indignado.

—Deja el drama de lado, en eso te gana Kate—responde Noor jugando. Ethan se hace el ofendió y Abue empieza a reír.

—Los dejaré para que se pongan al tanto—habla la mayor caminando hacia las escaleras—Que bueno verte de nuevo, Ethan— hablo en el camino.

—Igualmente, Maggie— grita el chico por dónde ese iba.

El par de amigos caminaron hacia la sala de estar. Ethan dejo su vaso en la mesa del centro y se sentaron quedando en un sillón de frente.

—¿Cómo te ha ido?¿Qué has hecho?—pregunta Noor— Sigo sin creer que ya eres independiente—