Κεφάλαιο-2

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La puerta fue cerrada en su cara, literalmente, su plan de escape había fracasado, otra vez, lo malo fue que al principio se había tropezado con sus pies ocasionando que callara en el frío piso, no perdió tiempo y se paró, no se quedaría ahí, cuando estaba por protestar la puerta se cerró en su rostro, vaya mierda, no se quedaría así tenia que salir, estar solo en un cuarto, encerrado, le estaba ocasionando una fobia.















ー¡Aioria.......!ー exclamó golpeando con sus puños la puerta, la cual estaba encerrado ー¡Aioria!ー grito frenético moviendo la manija de la puerta ー¡Se que estas ahí.....habré!ー sabia que el mencionado estaba ahí, lo conocía, no tam bien pero lo conocía ー¡¡Eh dicho que habrás!!ー si seguía ahí se volvería loco.












Quería salir de ahí, los golpes en la madera se hicieron mucho mas desesperantes, tenía miedo, ya comenzaba a odiar estar encerrado, sus ojos le picaban, muy concentrado llamando a la otra persona como para prestar atención ante el echo de que lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, su voz sonaba temblorosa pero a la vez temerosa, tenía miedo, no lo soportaba, sus manos comenzaban a doler le, no quería estar ahí.




















ーConoces las reglas.....aun así las rompistes.....ー















Escucho claramente la voz al otro lado de la puerta, lo sabía, lo sabía muy bien, en la casa había unas cuantas reglas......las había roto todas, desde el echo de casi matar a un guardia, procuro que nadie lo viera, asta el echo de casi.....casi incendiar la mansión, pero.....ya no quería estar ahí encerrado, la voz del otro lado le decía claramente que no saldría, lo rompió.....su mundo se rompió, su cuerpo tembló, comenzó a hiperventilar, pequeños sollozos salían de sus labios, su espalda se apego a la puerta, poco a poco se fue dejando caer al suelo, al suelo estaba frío, como todo el lugar, su vista se nublo gracias a las lágrimas.



















Estaba roto, toda esperanza murió...
todo, Aioria lo dejaría ahí encerrado asta el recapacitar de sus acciones, no quería estar ahí, estaba roto, su cuerpo tembló, ahogó un poco sus sollozos, queria huir de ese lugar.
Desearía nunca conocerlo.
Cerró sus ojos con fuerza, no hiba a derramar ninguna lágrima........no ppr ese tonto, no por nadie, se negaba abrir los, no escucho la puerta ser abierta, unos brazos lo rodearon, se dejo ser, ¿que mas podía ser? nada.....nada simplemente nada.












ーDeja de causar problemas.....solo te lastimas a ti mismo.....ー















Aun sabiendo quien era esa persona, lo abrazo, maldita impotencia, se aferró a la ropa del contrario, una mano le daba palmadas en la espalda, reconfortante.......si es que no lo necesitará......necesitaba eso.
No tenía las fuerzas necesarias para luchar.......ya no quería luchar, Seiya solo quería un maldita vida normal.
Consiguió todo lo contrario.
Todo lo contrario a su criterio y planes de vida, lo odiaba, cuanto odiaba a ese par de hermanos.
Odiaba Aioros, cuando conoció a este, este se comportaba de la manera mas caballerosa y amable, le presentó a su hermano, baya sorpresa el ya conocía Aioria, todo un maldito plan.
Malditos psicópatas, maldito obsesión que ellos tenían, malditos actores de mierda, malditos mentirosos, todo fue un plan desde el principio, el cayó en esa maldita trampa.













Cuanto se odiaba por eso.
Debió seguir sus malditos instintos que le decían que se alejara, no lo hizo y helo ahí, es un maldito prisionero en su propia casa baya mierda, rodeado de un montón de personas que no conocía, no había ninguna maldita salida, nadie entra nadie sale, no sin una identificación, muchas veces había tratado de conseguir/robar una de esas, nada funcionaba, porque resulta que también se necesita de una contraseña.
Una maldita cárcel, no, un maldito manicomio, tal vez pero que eso.









°Obligado a, amar°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora