Κεφάλαιο-5

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Sus labios se cierran, no piensa ni en habrirlos mientras veía la cuchara de comida cerca de sus labios, escuchó un suspiró de parte del otro, Seiya apartó la cabeza y miro a otro lado, negándose a comer sus alimentos. Se quejó y sorprendió cuando una mano de forma brusca agarró su mandíbula, ejerciendo dolor en sus megillas, en el centro de sus dientes, apretó su mandíbula para tratar de retrasar el dolor.














Aioria ya se había hartado de la actitud testaruda del castaño, cuando este se negó a comer, bueno, ¡pues bien!, ¡PERFECTO!, no tiene más palabras, sin paciencia, lo miro con enojó y ejerció más fuerza, notando el cuerpo tenso, sonrió.












Bien...ー habló de forma amable a la otra persona ー¿No quieres comer?ー sonrió ante eso ーEsta bien, en ese caso...ー vaciló, tratando de ejercer más fuerza pero no mucha ー, abreー ordenó con voz fría.











Seiya quiso negar ante esa orden pero, ante la fuerza ejercida y el dolor, no pudo más que habrir un poco su boca, se movió-lo más que pudo- de la silla donde estaba preso...rayos, sus ojos cierran y reza porqué algo interrumpa estas acciones...quiere gritar y golpear al de cabellera rubia, se vio obligado a tomarse dos malditas pastillas, el medicamento parecía no pasar ppr su garganta, el agua tampoco parecía querer pasar pero se obligó a hacerlo, luchó por aire al sentir la falta de esta y tocio, queriendo quitar la sensación del medicamento.













Lo miró, esa sonrisa de insuficiencia, la odió, odiaba todo que viera con el, sabía que sus ojos reflejaban su odió y despreció, a cambió, recibió una sonrisa y un besó en sus labios, los cuales mordió y sonrió con satisfacción al escuchar el quejido del otro, su cuerpo se sobresaltó de un momento a otro, comenzó a sentirse débil, lo miró alarmado, Aioria simplemente sonreía con satisfacción al verlo débil, de como poco a poco comenzaba a desvanecer en la inconsciencia.

































































Lo miró, esa sonrisa de insuficiencia, la odió, odiaba todo que viera con el, sabía que sus ojos reflejaban su odió y despreció, a cambió, recibió una sonrisa y un besó en sus labios, los cuales mordió y sonrió con satisfacción al escuchar el quej...

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ー¿Dónde esta mi sobrino?ー esa voz corto el silencio sepulcral.












Su mirada escudriño al de cabellera rubia, lo miró con frios ojos al notar lo relajado que estaba el otro sentado sobre el sofá de lo más calmado y relajado posible con una sonrisa en su rostro y una mirada satisfactoria y placentera.

















ーTomando una siestaー sonrió con descaro y dejo caer su cabeza hacía atrás, la sonrisa nunca dejó sus labios.












ーJmpー fue el único sonido que emitió, mirando fijamente el cuello expuesto del otro, Sasha apartó la mirada, al fin y al cabo, fue algo que había temido en lo más profundo de ella. ーDeseó que Seiya pase un tiempo con migoー anuncia.












Alza una ceja ante eso, vuelve a mirar a la mujer ーNo creó que Sei quiera, quiero decir...usted sabeー le sonrió a la mujer, se cruzó de piernas.












ーEs mejor que estar de prisionero al lugar que debe llamar hogarー escrudrila tomando su copa de champagne.











ーBueno, al menos es atendido con cuidado ¿no lo cree?ー le da una vaga mirada a la mujer ーUsted tiene a su hija, y no la atiendeー juega con ma copa en su mano.












Sus manos se apretan y mira al hombre por eso ーMi hija esta bienー su cuerpo se tenso ーEs atendida como una dama que esー habla entre dientes.












ーOh, ¿en serio?ー se río, se sentó correctamente y se inclinó hacía delante con una mano apoyada sobre su rodilla, se burló ーLa última vez que supe de ella fue suplicando por ayudaー dejó la coma sobre la mesa de cristal, emitiendo un ruido por la fuerza ejercida.













Sus labios se apretan ante ese recordatorio por su hija. Sin dejarse caer, ella deja la copa en la mesa, haciendo el mismo ruido y le sonríe de forma fría.












ーLa última vez que vi a mi sobrino fue golpeado y llorando...ー habla con veneno claro en sus suavez palabras.












ーUsted lo a dicho "la última vez"ー le sigue ーRecuerdo..ー dibaga como si recordase mal ー, una vez que vino a mi porque su tía estaba fuera de si culpando por la muerte de sus padresー su sonrisa se borro y sus ojos brillaron de forma peligrosa ーNo juegue con fuego, Señora Kido...ー dice, se levanta sin dejar de mirarla.












ーEs eso una amenazaー no pregunta, ella aclara sin dejarse inmutarse por las palabras del otro












ーTómelo como quiera solo recuerde, de que su propia sangre le teme y odiaー le sonrió ーQue su sobrino prefiere estar con migo antes que usted...ー habla, toma su sacó y se dedica en salir de la oficina.












ーSi el tuviera otras opciones...estoy segura que no serias una de ellaー sus pasos paran.












Ella solo escucha y deduce que a tocado una vena peligrosa ante sus palabras. Vuelve a tomar de su copa, no le importa el hombre a sus espaldas que se a quedado callado, toma un sorbo, toma una postura relajada, recostandose sobre el sofa de color blanco y cruza de piernas.












ーAl menls, yo le voy felicidad mientras que usted desgraciasー dijo sin más de forma divertida para luego salir de ahí.













Maldito...¡infeliz!ー grita con enojó.













Lanza la copa al suelo y esta se quiebra en miles de pedazos, grita con cólera agarrando la botella de champagne y la azota contra la pared. No le importa que la escuchen, se levanta y toma la otra botella lanzandola sobre el espejo que refleja su deplorable estado fuera de si, los sonidos de vidrio quebrarse se escucha por todo el lugar, incluso afuera que los hombros que resguardaban la puerta no se movían pero temían por la seguridad de su señora.













Se sentía infeliz con ella misma, con ella y con nadie, porque no podía remeter contra nadie porque...al final solo se desquitaria con alguien inocente, suspiró pero el enojó no la abandona va. Se dejó caer a la orilla del sofá, con sus manos apartó con dureza sus lágrimas, mirando hacía abajo el pedazo de espejo roto reflejaba su deplorable y miserable estado. Con su tacón golpeó con furia el espejo que se terminó de partir.












Se levantó, arregló su cabello y ropa, mejoro su postura y se aseguró que no hubiera rastro de debilidad, debía dar su mejor imagen de una mujer respetada eh imponente. Debía de dar una buena imagen...ella, debía.....





°Obligado a, amar°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora