Fate: Sueño Efímero

Capítulo 33: El día que cayó la estrella (2)

Dentro de una sala de conferencias.

"¿Todos de acuerdo? Bueno, entonces, pasemos al siguiente tema". Un hombre vestido con un traje caro se puso de pie. Su cabello estaba gelificado hacia atrás y los accesorios dorados: anillos, collares, aretes decoraban todo su cuerpo. Sus manos estaban tatuadas, incluso había una cruz gigante al revés en su mejilla derecha. Uno no habría creído a alguien que parecía tan "matón" para actuar como portavoz de una reunión de negocios aparentemente oficial.

"Lo siguiente, que ahora se presenta en las diapositivas, es con respecto a la masacre de la boda de la familia Elton hace tres días. Hasta ahora, todavía hemos encontrado al culpable, pero creemos que puede ser otra campaña lanzada por la familia Warton. Como saben, la guerra territorial entre ellos y Elton la última vez había terminado en el asesinato de su patriarca. No sería extraño para ellos buscar venganza". El hombre tatuado, Richard, explicó.

"¿Los Wartons? No lo creo". Dijo uno de los individuos sentados.

"Creo que es posible. Ese bastardo Maybeck anhela una guerra de sangre. Estoy seguro de ello. Es él quien lo comenzó". Otro respondió.

"¡Son los Diez Dons de los que estamos hablando aquí! Nadie se atrevería a faltarles el respeto. ¿Por qué los Warton y los Elton, que están cerca de Don Giovanni, comenzarían una guerra territorial en este momento? No se han hecho nada el uno al otro durante la última década... entonces, ¿por qué ahora?" Alguien frunció el ceño.

"Sí, es cierto".

"Así es".

"¡Por favor! ¡Todos! ¡Cállate!" Golpeando sus dedos contra la mesa, Richard levantó la voz. "Nuestra ciudad, Porro, está cerca tanto de los Warton como de los Elton. Lord Fenric nos ha pedido que nos ocupemos de la creciente hostilidad. Por lo menos, debemos llegar a una medida preventiva cuando el conflicto comience inevitablemente".

"¡Hmph!" El hombre que mencionó por primera vez a Maybeck se burló. "¿Fenric? ¿Ese bastardo? ¿Quién cree que es? ¡Su origen es dudoso, y solo se convirtió en el representante del jefe porque el jefe fue hospitalizado por alguna enfermedad cardíaca! De hecho, ¿dónde diablos está Eric? ¡Es el pariente directo del jefe y debería ser quien lo represente!"

"¡Renata! ¡¿Cómo podrías llamar al Señor un bastardo ?!" Richard frunció el ceño. Una ira indescriptible inundó sus venas. "¡Él es alguien que se convertirá en el salvador de nuestra familia! Tarde o temprano se convertirá en uno de los Diez Dons, y tú". Señaló a Renata. "Si sigues desafiándolo, te convertirás en una bolsa para cadáveres, hundida en el fondo de un río sin nombre".

"¿Qué? ¿Me estás amenazando?" La 'bolsa para cadáveres' era un hombre de mal genio. Temblando de ira, pateó su silla y corrió hacia el portavoz tatuado.

"¡Detente, Renata!" Alguien se levantó y sostuvo al hombre enfurecido. Fue seguido por otro ejecutivo de la mafia. Ambos sostuvieron los hombros de Renata, evitando que lastimara a Richard.

"¡Déjame ir, joder! ¡No podré dormir bien esta noche si no le enseño a esta pequeña mierda una buena lección!" Renata aullaba.

"¡Sacarlo de aquí! ¡No quiero ver su rostro!" Recuperando su teléfono, Richard llamó a los guardias y les ordenó que se llevaran a renata. El breve incidente se desarrolló rápidamente y terminó rápidamente. La renata de mediana edad no tenía forma de luchar contra dos guardias musculosos.

"... Muy bien. Sigamos". El hombre tatuado tosió. Aunque ya no estaba de humor para hacerlo, era un hombre de deber. Cumpliría con las responsabilidades que se le dieron independientemente de las circunstancias.

"Pero antes de eso, déjame hacer una llamada rápida". Mirando el número, Richard sonrió. "Disculpe". Disculpándose con los hombres igualmente descontentos, salió de la habitación y se movió hacia un lugar tranquilo. Pitido... pitido. Presionó el primer número en su marcación rápida y la llamada se conectó inmediatamente después de un breve pitido.