Capítulo 34| No quiero olvidarme de ti

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Alcanzaba a escuchar palabras lastimosas que retumbaron en mis tímpanos, se difuminaban en un eco apenas audible y, de pronto, desaparecían en su totalidad

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Alcanzaba a escuchar palabras lastimosas que retumbaron en mis tímpanos, se difuminaban en un eco apenas audible y, de pronto, desaparecían en su totalidad.

El mensaje estaba claro, se repetía constantemente: «¿A qué te aferras cuando ya has cumplido tu misión y no te queda nada más por hacer? Cuando tu vida se reduce a una existencia carente de propósito, cuando todos aquellos a los que amas han desaparecido, ¿qué te quedará entonces?».

Niebla densa, un camino bordeado de flores. La brisa tocaba mi piel y revolvía mi cabello. Sentí un golpe en la mejilla, proveniente de un ser invisible que anunciaba un destino incierto, pánico, incitaba mis ganas de gritar y de salir corriendo, sin poder hacer ninguna de las dos.

Una muda oscuridad que se hacía infinita. Mi pecho latiendo con fuerza. Al menos esta vez no me agobiaba la presencia de nadie, ni me vi en la obligación de desprenderme de mi alma.

«¿Por qué me molestas aquí y ahora? Te ganaste ese lugar infame por tu propia estulticia y ahí es donde debes permanecer por el resto de mi...».

Mis pensamientos eran una mezcla de todas estas escenas, que no hacían sino intercalarse para abrir el hueco de la desesperanza que crecía en mi interior.

Al menos así fue hasta que conseguí abrir los ojos, con notoria pesadez. Los froté varias veces mientras lograba acostumbrarme al sutil reflejo de la luminosidad, los últimos rayos que emitía el sol justo antes de desaparecer en el ocaso.

Fue como si hubiese dormido durante una eternidad, la cual ratifiqué solo correspondía a un par de horas tras ver la pantalla de mi teléfono. La vibración me pareció inquietante, sensación fuera de lugar considerando que se trataba de la tonta alarma que había programado en caso de que perdiera la noción del tiempo.

Vaya siesta la que tuve. Reparadora a nivel físico, aunque a la vez me había dejado agotada mentalmente.

Desearía que este evento se hubiese mantenido en el plano de los sueños, de este modo, evitaría preocuparme con desmesura. Pero no; el recuerdo de lo que me hizo Levi subió a mi corazón, llenándolo de ácido que corrompía todo lo que se encontraba.

A FOUR LETTER NAME© [VOL. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora