Capítulo 2.

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Goku se encontraba sin su camiseta azul, recostado debajo de un árbol iluminado por una fogata, al lado de él se encontraba la mujer con la cual libró una gran y emocionante pelea recostada sobre los restos de la camiseta del joven.

-Esta señora fue increíble, no paró de atacar hasta quedar inconsciente -murmuró Goku viendo a la peli naranja con una pequeña sonrisa- Además es muy fuerte y su velocidad de reaccion también es increíble -decía recordando detalles de su pelea.

-Me hubiera gustado tener un par de semillas para seguir la pelea -murmuró notando las heridas que tenía la mujer, no eran peligrosas para suerte de Goku, él mismo se encontraba en un estado igual luego de todos estos ataques a base de fuego.

De un momento a otro el mismo se puso serio mirando su hombro.

-¿Qué será esto? Por alguna razón me causa mucha molestia -habló Goku viendo como sobre su hombro había una mancha negra, no era muy grande, tenía forma de un círculo mal hecho y en medio un punto del mismo color.

Entre tantos pensamientos el chico fue cayendo dormido en medio de ese bosque destrozado y quemado, daños causados por ellos mismos.

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Los ojos azules de la bestial mujer se abrían lentamente procesado la luz que sus ojos captaban del sol.

Con una mirada rápida analizó todo su cuerpo notando como sus heridas estaban limpias y cubiertas con un ungüento verde significando que estaba hecha de plantas.

-¿Quién? -se preguntó teniendo muy en cuenta quien le causó esas heridas sonriendo- Ese enano me superó eh -susurró sonriente dejando ver su colmillo, no estaba molesta, sino interesada ya que el joven no mostró ningún dote en magia y aún así tenía esa fuerza y velocidad.

-¡Oh! ¡ya despertaste! -la voz juvenil de Goku llamó su atención girándose para ver como este mismo cargaba una inusual cantidad jabalíes quemados entre sus brazos- Qué bien jajaja -el pequeño habló dejando caer su desayuno con una gran sonrisa.

Ella miró como el chico no tenía su camiseta y rápidamente notó el porqué al ver sobre donde había estado su cabeza toda la noche.

-¿Cuál es tu nombre chico? -preguntó con tono tranquilo poniéndose de pie.

-Es cierto, aún no te dije mi nombre -el saiyan dijo chocando su puño con su mano como si fuera un martillo- Goku, me llamo Son Goku -se presentó con su clásica sonrisa.

-Hm, buen nombre -ella asintió como si hubiera dado su aprobación- Mereoleona Vermillion, ese es el mío, mi nombre -ella igualmente dijo mientras comenzaba a juntar algunas ramas.

-¿Maradona? ¿Mañalona? ¿María? -Goku ladeó su cabeza confuso, no podía pronunciar correctamente.

Y de la nada una garra felina hecha de fuego lo golpeó ena cabeza.

-¡Auch! ¿Por qué me pegas Merona? -preguntó Goku con molestia viendo el origen de esa pata.

-Me reo leo na -deletreó con su aura de fuego al rededor suyo intimidando a Goku.

-¡Es difícil de decir! -exclamó Goku algo molesto- ¡Ya sé! Te voy a decir simplemente señora Leona, es más fácil -habló Goku chasqueando sus dedos alegre por la idea que tuvo.

Mereoleona suspiró en resignación.

-Quítale el señora, enano -dijo buscando molestar al chico, pero no lo logró y lo supo cuando lo vio preparando los jabalíes.

El Saiyajin del TrébolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora