Cercanía / Bruno x Camilo

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"Eres un chiquillo muy travieso, lo sabías?" salió por la puerta y Camilo se quedó solo, poniéndose rojito al recordar todo lo que pasó hoy, creyendo encontrar de a poco la respuesta a sus sentimientos por su tío.

"Ten dulces sueños." dijo más para si mismo que para alguien más a la vez que se dejaba envolver por las suaves y aromáticas sábanas.

Esa misma noche Camilo no pudo evitar soñar de lo más inapropiado con Bruno como protagonista, pero esta vez él no ocupaba transformarse en nadie más, simplemente era él y su tío en lo que parecía ser un hermoso lugar verde bajo la luz de la luna.

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Las manos de Camilo fueron a la cabellera del contrario mientras lo sentía moverse sin cuidado dentro suyo. No sabía cómo habían llegado a esa posición pero se sentía de maravilla, digamos que Bruno no era exactamente pequeño.

"Ah! ella...  podría mhg~ vernos..." sentía su espalda arquearse y su saliva resbalando por la comisura de sus labios mientras Bruno marcaba su acanelado cuello con succiones y subiendo lentamente a su oído para susurrar.

"Despierta, Camilo, despierta."

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Camilo despertó agitado de aquel sueño y más aún cuando Mirabel entró por la puerta, diciéndole que ya debía de bajar para desayunar. Dios, sabía que estaba en esa edad en donde era normal tener esos sueños pero le sorprendió y espantó que comenzarán con un familiar.

"A... ahora bajo Mirabel, cierra la puerta." llevó sus rizos hacia atras y caminó a su armario, buscando y posteriormente poniéndose la misma ropa de siempre, saliendo de su cuarto y chocando en el transcurso con Luisa. "Oh, hola prima, ¿hoy estarás en el pueblo?"

"Sabes que sí, ¿tú también?" el menor asintió y juntos caminaron a la mesa, sorprendiendose de que el tío bruno no esté ahí ya que desde que volvió era de los primeros en sentarse junto a todos.

"Abuela Alma, ¿Por qué Bruno no está con nosotros?" preguntó Isabella, poniendo su adorado y no tan diminuto captus a un lado de la mesa. La abuela respondió que no sabía pero que era comprensible que no esté siempre con ellos ya que desde que Bruno nació era alguien que no gustaba de rodearse de mucha gente. Lo más seguro es que esté con su pareja o en su habitación.

"Pero Mirabel destruyó su cuarto, ¿cómo podría volver ahí?" Antonio habló esta vez, alimentando con una sonrisa a su tucán.

"Bueno, la casa volvió a construirse así que supongo su cuarto también."

Por otro lado...

"Sabía que no debía de volver a usar mi don..." Bruno se encontraba dando vueltas en su habitación, balbuceando cosas sin ser del todo exactas. "la magia de la familia, casita, no pueden volver a estar en peligro." se echó un poco de sal en su hombro, dejando caerse al suelo. "ni puedo ser yo el responsable de eso" con sus manos escondió su rostro, soltando frustrado un no tan corto suspiro.

Algo en él le dijo que debía de ver el futuro pero tan pronto como vio qué ocurriría se arrepintió de inmediato.

"Si nadie lo sabe la magia no correrá peligro, si nadie lo sabe la magia no correrá peligro." repetía una y otra vez, escondiendo lo que mostraba la piedra verde bajo toda la arena de su habitación, en lo más profundo.

Habrán pasado alrededor de cinco horas hasta que pudo calmar la sensación de malestar de su sistema y salir al fin de su arenoso cuarto, sobresaltandose al ver a su sobrino mayor recargado frente a su puerta con los brazos cruzados.

"Tu novia te vino a buscar muchas veces, incluso tuve que fingir ser tú para que dejara de molestar. Dime, ¿es muy divertido ahí dentro?" hablaba con una ceja alzadq y su tío se llevó una mano a su nuca para rascar ahí.

"Es tranquilo, ahí no hay chiquillos que se transforman en otras personas." Camilo le dio un leve empujón a su hombro riendo.

"Ya, ya, abuela Alma te estaba buscando, quería preguntarte sobre alco que ocurrió pero no quiso decirme qué."

Bruno ya podría imaginarse de qué se trataba por lo que se despidió de su sobrino y buscó a su mamá.

"Hola mamá... ¿Qué querías decirme?"

"Hasta que apareces" exclamó alegre. "¿Ya tienen fecha de boda tu pareja y tú? sabes que siempre es una bendición nuevos dones en esta familia, pero tranquilo, no te estoy presionando para que te cases cuanto antes con ella, solo tengo curiosidad."

"Oh, eso... en verdad no lo hemos hablado, aún hay que conocernos un poco más y quizás..." de reojo alcanzó a ver a Camilo quien al darse cuenta que fue descubierto se escondió de inmediato. "quizás debamos esperar más."

"Pero por supuesto, debes estar seguro de que ella sea la indicada para tí." acercó sus manos a la vestimenta de su hijo y la acomodó un poco. "era eso, ya puedes volver a lo que sea que estabas por hacer."

Asintió y fue al pueblo para ver si ahí podía encontrar a esa muchacha pero en cambio optó por comer una de las arepas de su hermana, esperando a sentirse mejor pero al parecer ella solo puede curar problemas físicos.

"Ya que estás aquí... ve a llevarle esto a Luisa, sé que es fuerte pero debe de comer bien."

Acató la orden y caminó a los corrales, su hermana le dijo que siempre suele estar ahí y en definitiva ahí estaba. Le pasó la comida y ella con una sonrisa le dio las gracias.

"Hey, Bruno!" unos brazos rodearon su abdomen y una cara se escondió en su cuello. "te busqué todo el día, no creí que estarías aquí" Luisa le guiñó un ojo y se fue, dejándolos solos.

"Solo vine a hacer una entrega, por cierto, ¿podemos ir a otro lado? necesito hablarte sobre algo, sobre nosotros."

Le diría sobre la boda y después acerca de tomarse un tiempo, quería primero pensar en si es que quería ya formar una familia, sintiendo que todo fue de algún modo muy rápido.

🌧️

Hola, ¿me extrañaron? dios
me fui menos de una semana y la historia ya alcanzó su 1k, en verdad cuando la empecé a escribir no esperaba que tuviera tanto "apoyo" y sé que no es muuucho pero lo es para mí. Muchas gracias y esperen el próximo capítulo.