Cercanía / Bruno x Camilo

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Luego de que Camilo se hiciera pasar por Mirabel y así haya conseguido ir al cuarto de su tío para ver una visión que le dificultó consiliar el sueño esa misma noche, provocó también que al día siguiente no despierte de los mejores ánimos. Esto Dolores lo notó sin mucho esfuerzo a la hora de la comida.

"¿Qué sucede hermanito?, durante el almuerzo no molestaste a nadie ni fingiste ser alguien de la familia para repetir. Recuerda que debemos estar bien para hoy en la noche." su voz como siempre se escuchaba serena.

"No es nada, solo que no dormí lo suficien-" largó un gran bostezo. "te bien anoche pero quizás más ratito lo haga."

Apoyó su frente en la mesa y cerró lo ojos, sintiendo ahí mismo minutos después, antes de dormirse, unas palmadas en su hombro derecho. Giró su cabeza ligeramente hacia donde se le tocó y observó a su prima, Mirabel, imaginandose lo que diría.

"¿Me contarás lo que pasó anoche?" y dio en el blanco.

"Hola Mirabel, sí, también estoy bien y... no quiero hablar de eso, además seguro te lleve a su habitación y te muestre lo mismo que vi, no creo que importe mucho que te diga lo que ocurrió si al final lo verás por tu cuenta."

"¿Ver qué?"

"Ya lo sabrás y mm Mirabel..." levantó más su cabeza de la mesa para mirarla mejor. "¿qué era lo que fuiste a buscar ayer?"

"Ya lo sabrás." sonrió y se marchó, haciendo rodar los ojos a Camilo.

Luego de eso el menor decidió que lo mejor era ir a su habitación y recuperar un poco las horas de sueño perdidas, hoy en la noche todo el pueblo estaría en la casa y quería estar animado para no ser un grosero. Sabía que en este tipo de fiestas a los más pequeños les encantaba pedirle que se transformara en ellos y claro, él nunca se niega a las peticiones de los demás ni las cuestiona; incluso si eso al final del día significara terminar saturado.

Dejó caer su cuerpo al colchón y no se dio cuenta que su hermano estaba ahí hasta que lo escuchó hablar solo.

"Toñito, quiero dormir un ratito, ¿podrías salir por favor?"

"Claro, solo le estaba pidiendo a los mosquitos de la casa que no molesten a la familia en la noche." contó con una sonrisita y no podía verse más tierno.

"Que considerado pero guarda silencio así tu hermanito puede descansar, está bien?" pidió amablemente y en cuestiones de minutos ya estaba completamente dormido.

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La familia Madrigal, a excepción de Camilo que seguía durmiendo, ideó un plan para preparar la casa y así darle una sorpresa a la Abuela Alma y para ello Mirabel se la llevó a otro sitio, bastante mucho alejado, con una fantástica excusa. Querían que este cumpleaños fuera especial y enorme ya que sería el primero después del derrumbe y, a excepción de las anteriores fiestas, este se hará en el pueblo y claro, también en casita. Sí, una enorme celebración para demostrar el agradecimiento y amor.

Habrán demorado alrededor de un par de horas en decorar absolutamente todo y Dolores era la más alerta a escuchar la señal que se supone le daría Mirabel cuando esté cerca con la Abuela. Nadie sabía a donde exactamente se la había llevado pero debió ser lejos si aún no regresaban.

"Buenas dormilón, ¿ya estás mucho mejor?"

Camilo bajaba por las escaleras con una sonrisa, sin duda esa pequeña siesta lo había recompuesto.