𝑇𝑢 𝑇𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒𝑛 𝑇𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝐸𝑙 𝐸𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑜... [Camilo X Tn]

[᪥ Cap. 06 ᪥]

¿Que quieren de mi?

El sol saludo con sus rayos al pueblo, y regalo sombra al bosque con ayuda de los frondosos árboles, permitiendo que el bosque mantuviera un clima fresco y nada caluriento. Y es que pronto de fresco pasaría a frío debido a la época que se avecinaba, ni el sol podra calentar algunas zonas del lugar, pero un poco más al fondo de aquel lugar, un árbol prestaba sus troncos como asiento a un cuerpo femenino que cayó ante el cansancio desde la madrugada en aquel lugar.

Se trataba de la joven que seguía escondiéndose en la sombra de los árboles intentando mantener la calma y resolver sus ideas junto con sus bipolares emociones.

— Por favor déjame ir...por favor — La joven con sus manos estrujando su pecho, miró a lo lejos sin algún punto fijo con su vista nublada por las múltiples lagrimas, como si esperara ver algo, una señal, algo... — Ya no existe el peligro, he cumplido mi deber... — Las palabras sonaban como lamentos, frustración he inquietud provocando que por milésima vez salieran lágrimas de sus ojos — ¡Dejame ir por favor!... Dejame ir... — Comenzó a sollozar apoyando todo el costado de su cuerpo en el frondoso tronco, buscando liberar toda la frustración que sentía.

Lo que pasaba con ella no sólo era una guerra de emociones, si no que era el resultado de una guerra fisica que dio por terminado dejándola en un estado pésimo por más de un día y unas cuantas horas más. Esta guerra no fue como los libros de historia relataban, no hubo soldados pero sí armas...armas hechas de odio, rencor y sed de venganza.

¿Abra hecho lo correcto?, se cuestionaba a menudo eso, y es que aquella batalla fue tomada como algo personal contra personas inocentes, personas que no debían ser manchadas en esto, pero quienes les culpaban habían pasado por mucho sufrimiento lo cual justificaba quizá la razón de sus actos pero una parte de la joven chica le decía que estaba mal y la otra que quizá era lo mejor, unirse al bando del odio y vengar su amargo pasado sería lo mejor, pero en ese momento apareció - la posible razón - de su cambio de parecer y la razón por la que ahora se encontraba en una fuerte crisis.

El árbol donde se mantenía el delicado cuerpo de la joven, parecía como si pudiese sentir su dolor, como si deseara salir de la tierra y abrazarla con sus raíces pero en lugar de eso, dejó caer sus ramas levemente, haciendo de él un techo de ramas y hojas, un fuerte para la chica que seguía llorando.

- No se que quieres de mi...- Y después de esa declaración, un pequeño brillo a lo lejos, entre sombras y arboleda, se dejó ver. Aquel brillo era como si una estrella hubiera bajado del cielo y estuviera flotando sobre el bosque, dirigiéndose a ella.

Limpio con lentitud sus irritados ojos para poder enfocar su vista en aquel resplandor que parecía no detenerse. Levanterse por supuesto que no fue ni sería una opción, solo le quedó esperar ahí...mientras los recuerdos comenzaban a golpear en su mente.

— Eres tu...de nuevo estas aquí... — La chica asombrada noto como la que concideraba una estrella del cielo era una dulce mariposa dorada,a ella le dedicaba todas sus lágrimas por haberla hecho llegar hasta ahí, al inicio desconocía sus intención y al final también, era la segunda vez que le veía. Llegó hasta ella invadiendo su espacio, aleteando a su alrededor mientras está era seguida por la mirada de la joven la cual intentando articular más palabras fue inoptisada antes de siquiera poder soltar una lagrima más, el viento golpeó con lentitud los árboles y estos parecían estar en cámara lenta, el aleteo de la mariposa se hizo lento para que en el momento que la curiosa mano de la chica le tocará por inercia la hundiera en una serie de imágenes las cuales, pasaban con lentitud, parecían escenarios que ni siquiera ella conocía pero así fue como comenzó a visualizar más cosas.