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Habían pasado varios días y por fin había terminado mis últimos trabajos pendientes. como todos fines de semana salía a desestresarme en la playa me acosté en la cálida arena, acomode mis brazos apoyando mi nuca sobre ellos y  relaje los ojos cerrándolos. Respire profundamente y exhale el dióxido acompañado de estrés y malas energías.

En ese momento recordé al chico extraño y lo relacione con la figura que vi hace algunas semanas. Eran como las 10 PM, me puse mis sandalias playeras y comencé a caminar con dirección a mi departamento.

 Coloque la llave en la puerta y entre. ahí estaba coco mi preciosa que me saludo pasando entre mis piernas, puse la llave en el portallaves, me lave las manos y la cara, puse comida en el plato de coco y corte un poco de acelga que acompañe con un poco de pechuguita de pollo a la plancha. 

Comencé la dieta y estoy tratando de comer sano. 

-Creo que es hora de dormir.- Bostecé mientras acariciaba la cabecita de coco. Le di un besito en la cabeza, me cepille los dientes y me acosté en mi cama.

Mi mañana de domingo comenzó de lo mas normal. Tenia doble turno en la cafetería así que me puse una remera que me llegaba a mi ombligo junto con un jean wide leg, y salí.

caminaba por las calles escuchando música con mis audífonos hasta que choque con una persona.

 Brinque del susto y retrocedí empapada de café que estaba mas frio que la heladera de mi casa.

-Podrías fijarte por donde caminas?- Grite con una expresión de furia y bronca plasmadas en mi cara. A lo que el hombre no presto atención y se fue caminando rápidamente. - Ojala que te pudras en el infierno- Grite mientras el chico se perdía a lo lejos. Era el el chico de la playa, el que me cruce en la cafetería. El

Seguí caminado enojada por la anterior escena hasta que llegue a la cafetería, me coloque mi delantal y como no tenia trabajos pendientes me dedique a esperar  a los clientes esperando a que la furia se me pase.

Se hacían las 8 de la tarde y mi turno acababa a las 12 de la noche este día fue muy relajado a comparación de otros. 

No tengo amigos es por eso que los fines de semana los dedico a mi trabajo en el cual me siento muy cómoda y satisfecha.

11:55 y me encontraba guardando y acomodando el local hasta que entro.. El

-Ya va a cerrar- informe con desinterés y enojo. - Por lo tanto no estaríamos tomando pedidos- dije tratando de nos ser grosera, pues mi capricho podría arruinar la reputación de la cafetería.

El resoplo- Un café frio por favor- Mi enojo se elevo y mi cara ardía de rabia a lo cual llena de odio le grite.

-Imbécil, me manchas mi ropa con café, te vas sin disculparte, y para colmo me pedís un café cuando te acabo de decir que esta cerrado con toda la paciencia del universo- Luego de decir eso este saco algo de su bolsillo.

-Perdón por lo de hoy a la mañana- Saco una servilleta y me la dio.

-IDIOTA- Dije y luego de eso, que debo admitir que me pareció un tanto adorable, me calme, suspire y dije- de todas maneras esta cerrado- 

El se retiro y seguí limpiando hasta que llegaron las 12:00 recogí mis cosas y partí hacia mi casa.


𝐶𝜎𝑙𝜕 𝑐𝜎𝑓𝑓𝜀, 𝜌𝑙𝜀𝛼𝑠𝜀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora